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Boletín diario Informativo de AMYTS del 7 de septiembre de 2021

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1. Cómo sobrevivir en un centro de salud, en verano, con la quinta ola de covid y la mitad de la plantilla

2. UVIs móviles sin médico, bajas que no se cubren… continúa la dramática situación en el SUMMA 112

3. Moncloa traslada a Sanidad la petición de CESM y OMC de reconocimiento para todos los médicos fallecidos en lucha contra la Covid-19

4. Los anticuerpos generados por Pfizer caen a los seis meses a niveles de una sola dosis de vacuna, según un estudio publicado en The Lancet

5. Datos del Covid: Sanidad suma 9.639 positivos y 133 fallecidos durante el fin de semana; Madrid registra 151 casos y 14 fallecidos en las últimas 24 h

1. Cómo sobrevivir en un centro de salud, en verano, con la quinta ola de covid y la mitad de la plantilla

ARTÍCULO DE EL PAÍS SOBRE LA GRAVE SITUACIÓN EN EL C.S CARABANCHEL ALTO QUE EN AMYTS DENUNCIAMOS ANTE LA INSPECCIÓN DE TRABAJO

Antes de las ocho de la mañana, cada día, de lunes a viernes durante el verano, dos médicas encendían sus ordenadores en el centro de salud Carabanchel Alto. Debían ser al menos el doble, pero han estado siendo un par los últimos meses. Tienen dos bajas largas sin cubrir, más una maternal y una renovación para la que nunca llegó tampoco sustitución. Con los mismos pacientes que si la plantilla estuviese al completo, con las patologías agravadas tras año y media de pandemia, con las urgencias que llegan, con los avisos y la atención a domicilio, con la que prestan periódicamente a presos, con la medicación que preparan para el centro de día y residencia Orpea, con pruebas con espera hasta diciembre, con el retraso de citas que alcanzan el mes. Y con gente enfadada, a veces agresiva, por todo lo anterior.

Susana Calvo, “criada, formada, usuaria y trabajadora de la sanidad pública”, médica de atención primaria en ese centro, 28 años en la plantilla del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), al teléfono explica que el personal no ha crecido a la par que lo ha hecho la población de ese distrito, Carabanchel. Tienen 21.356 ciudadanos y ciudadanas que atender, según los últimos datos de la Comunidad, de 2019. Con la pandemia, y la crisis, “mucha gente ya no se va de vacaciones y en verano esa población joven que conformó este barrio hace no tanto, se traen a sus padres u otros familiares para ayudarles si tienen hijos, es gente a la que también atendemos y son patologías complicadas”, suma.

Además de vecinos de otros centros: “Vienen porque en los suyos están en una situación parecida, o peor, y creen que en este está mejor”. Por ejemplo, los de Abrantes, a 3,5 kilómetros de allí. Cuenta que, en ocasiones, es complicado resolver “hasta lo más cotidiano”. Y al ser un barrio en progresión, es previsible que sigan sumando población a la que cubrir.

“¿Cómo lo hacemos? Sobreviviendo, porque le ponemos voluntad y ganas. Y horas”. Han construido unas “agendas salvavidas”. Cada día ponen en común, en una sola lista, los pacientes de toda la plantilla del centro, también los de aquellos que no están, y revisan antes de comenzar la jornada: “Si cuando piden cita por teléfono cuentan lo que les pasa, podemos identificar lo que urge más y priorizamos. Administración también nos ayuda en esto, nos dan una notita con quiénes han llamado para una baja que se les acaba u otras reclamaciones que aunque sean administrativas también son urgentes”.

Cuando levantan el teléfono, solo lo sueltan para atender las citas presenciales, solucionar algunas dudas que pueda tener el equipo de enfermeras, salir corriendo a un aviso, ayudar a los dos residentes de primer año que están con ellas este curso o comerse un plátano “volando”. Se supone que terminan a las 15.00, casi nunca, “más bien nunca”, se van a esa hora. La Asociación de Médicos y Titulados Superiores denunció la semana pasada la situación del centro ante la Inspección de Trabajo.

“El verano ha sido tremendo. Bueno, que esto no es este verano, que viene de antes, aunque la pandemia lo ha empeorado todo”, suspira. Primaria arrastra un déficit estructural de cerca de 1.800 profesionales entre Enfermería y Medicina de Familia; este año, además, se suman 574 plazas de médicos de cabecera y 150 de Pediatría sin cubrir. En mayo, cuando tocaba la graduación de los residentes de último año, recuerda Calvo que propusieron “filiar” a esos nuevos facultativos. Es decir, ofrecerles contratos “blindados”, “con cierta dignidad y un tiempo mínimo”. Pero “aquello nunca pasó”. 68 nuevos pediatras terminaron la especialidad en Madrid, había 45 vacantes, se quedaron cinco. En Medicina de Familia, de los 223 residentes que podrían haber cogido alguna de las 84 plazas que ofertaba la Comunidad, lo hicieron 17.

El 25 de mayo, el mismo día que terminaban la residencia los nuevos médicos de Familia, este diario tuvo acceso a un plan redactado por la Dirección Asistencial Centro, una de las seis en las que se divide el área sanitaria de la comunidad y de la que dependen 49 centros, entre ellos este de Carabanchel. Planteaba una reestructuración por fases en la que el último escalón suponía el cierre de 41 de esos centros. El documento asumía la falta de recursos humanos: “Teniendo en cuenta la situación actual, la organización del plan está centrada en aquellas categorías con una situación más crítica (Medicina de Familia y Pediatría), en las que es improbable la disponibilidad de recursos ante posibles eventualidades”.

Explica Calvo que otra de las propuestas que hicieron desde su propio centro era precisamente “cerrarlo parcialmente”: “Para poder cubrirlo en condiciones las horas que estuviese abierto. Si lo tienes abierto pero no tienes médicos, da igual cómo esté. La gente lo quiere abierto y nosotros ya no damos más de sí”. La tensión entre los pacientes y los profesionales ha ido creciendo según avanzaba la pandemia: los ciudadanos reclaman una atención que, con la situación actual, los especialistas no pueden dar. “No es que no queramos, es que no podemos”.

En julio, la atención a los pacientes que tenía que prestar Primaria se había triplicado por la quinta ola de covid. Francisco Fernández Marugán, el Defensor del Pueblo en funciones, reclamó entonces a la Comunidad los datos de demora media para primera cita disponible en este ámbito, tras las “quejas por la elevada presión asistencial que registran los centros de salud de la región”.

Calvo pronuncia un “ojalá”. Ojalá pudieran decir sí a todo lo que les llega en el momento que les llega, que hay “dramas enormes”. Detección de tumores que se retrasan. Patología depresiva, que es “bastante alta”: “Ansiedad, mucha, gente de entre 30 y 50 que de repente te dice que se quiere suicidar. No puedes dedicarle medio minuto a estas personas, necesitan lo que sea necesario, y de esto hay mucho”. Van a intentar montar algún taller o charla para que sus pacientes tengan una especie de guía y sepan cómo consultar estos temas, dónde acudir, que no retrasen pedir ayuda.

“Eso se mezcla con quienes retrasan tanto venir que cuando llegan se ha agravado muchísimo la patología y los que están enfadados porque piensan que las puertas están cerradas, que como ven el centro más vacío que de costumbre es que no estamos trabajando… Tenemos que solucionar también esas agresiones de los pacientes a los médicos”. El último informe del Observatorio de agresiones a los profesionales de la Organización Médica Colegial de España, el pasado marzo, reflejaba que la pandemia había aumentado las agresiones en forma de insultos y amenazas, “especialmente a médicas de atención primaria”.

Esta médica, responsable de intervención comunitaria del centro, cuenta que van a reunirse con los vecinos, a través de un proyecto en el que participan, “con el objetivo de caminar junto a la ciudadanía, para que sepan cómo estamos”. Detrás de ese “cómo” hay años de recortes, la pandemia desde hace un año y medio, cansancio, estrés: “Compañeros que se infectaron y lo pasaron muy mal, compañeros que hemos perdido”.

Aún así, sigue teniendo “ilusión”, dice. “He luchado por la atención primaria desde siempre, porque la población tenga acceso a la sanidad pública, por la equidad y me da rabia que esto se esté perdiendo de alguna manera. Llevo 28 años en la pública y mi idea es jubilarme cuando me toque y en este barrio, en el que crecí. Mientras, habrá que seguir peleando por no ser invisibles”.

Fuente: El País

 

2. UVIs móviles sin médico, bajas que no se cubren… continúa la dramática situación en el SUMMA 112

El SUMMA 112 sigue viviendo una dramática situación y, sobre todo, para nuestros compañeros médicos. Los facultativos de este nivel asistencial clave son ignorados por una Gerencia que ha conseguido que el SUMMA 112 deje de ser un lugar atractivo para sus profesionales médicos. Por desgracia, ya se ha convertido en tradición que UVIs móviles salgan a la calle sin médico, lo que supone un grave riesgo para la salud de los madrileños. Algo que se ha replicado este fin de semana. ¿Cómo está el SUMMA 112? Conoce un poco más (y difunde) con este vídeo que hemos elaborado en AMYTS:

Fuente: AMYTS

 

3. Moncloa traslada a Sanidad la petición de CESM y OMC de reconocimiento para todos los médicos fallecidos en lucha contra la Covid-19

Óscar López, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, ha respondido por carta a la misiva enviada el pasado 4 de agosto por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) en la que se solicitaba al presidente del Gobierno que se concediera la Gran Cruz del Mérito Civil a todos los médicos fallecidos en su lucha contra la COVID19.

En aquella ocasión, presidente de CGCOM y secretario general de CESM explicaban que en el acto se entregó el reconocimiento a los familiares de 102 fallecidos, mientras que sólo el número de médicos fallecidos hasta ese momento ascendía a 115. Por este motivo, la carta iba acompañada del listado completo de los facultativos fallecidos, para los que se pide el mismo trato, puesto que «ellos, igual que los reconocidos de manera oficial el pasado jueves, merecen todo nuestro respeto por haber priorizado su profesionalidad y su compromiso a su propia seguridad en beneficio de los pacientes, y es por eso que le solicitamos que ese reconocimiento en forma de Gran Cruz se haga extensivo también a ellos».

En la misma carta se solicitaba a Sánchez la necesidad de que el contagio de COVID en profesionales sanitarios sea considerado enfermedad profesional y no un mero asimilado como está recogido actualmente. Además, se reclamaba que la Medicina sea considerada una profesión de riesgo, permitiendo así una mejor cobertura en situaciones específicas como la actual. Estas reclamaciones se dirigían al presidente del Gobierno después de muchos meses en los que los ministerios responsables han hecho caso omiso de las necesidades de los profesionales.

Ahora, López responde trasladando, en primer lugar, «el reconocimiento del Ejecutivo a la labor de todo el personal sanitario en general y los médicos en particular, que han sido decisivos para salvar miles de vidas y que han contribuido con sus conocimientos y desempeño a superar la peor crisis sanitaria que se recuerda».

Respecto a las peticiones de CESM y CGCOM, López asegura que toman nota en el Gabinete «y procedemos a dar traslado de sus reivindicaciones al Ministerio de Sanidad para su conocimiento y oportuna valoración».

Fuente: CESM

 

4. Los anticuerpos generados por Pfizer caen a los seis meses a niveles de una sola dosis de vacuna, según un estudio publicado en The Lancet

En el debate sobre la conveniencia de una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 es clave conocer con detalle cómo es la caída de la respuesta inmunitaria con el paso de los meses en las personas vacunadas, si esta disminución afecta a personas de diferentes edades de manera también distinta y qué efectos tiene en la salud de quienes se contagien.

Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet, ha analizado las respuestas de anticuerpos y de células T en personas con dos dosis inoculadas de Pfizer seis meses después de completar su pauta. Su principal conclusión es que medio año después de la segunda dosis, los niveles de anticuerpos caen hasta ser similares a los que tienen las personas con una sola o a los de quienes han superado la covid. En las personas de más edad, esta tendencia es más pronunciada, también en las células T, también claves en la respuesta del sistema inmunitario.

Precisamente, los seis meses de plazo es el intervalo en el que la Agencia Europea de Medicamentos va a valorar si generaliza el uso de una tercera dosis de Pfizer para todos los mayores de 16 años. La decisión podría llegar un unas semanas.

La investigación la ha llevado a cabo un equipo de la Universidad de Tartu, en Estonia, y apunta a dos de las cuestiones básicas del debate sobre la tercera dosis: la importancia del tiempo transcurrido y la de la edad.

  • Que pasados seis meses el nivel de anticuerpos sea similar al de quienes sólo tienen una sola dosis obliga a tener la referencia de los países en los que se ha comprobado que una sola inyección era insuficiente para frenar la variante delta. En el estudio se ha visto cómo nada más completarse la pauta vacunar la respuesta es robusta contra todas las variantes, pero más débil contra algunas de ellas pasados los meses.
  • Los autores también indican que la caída de anticuerpos es más rápida en las personas mayores y que además también en los grupos de edad más avanzados, la vacuna induce una respuesta menor de células T, sobre todo en mayores de 80 años.
  • Los autores afirman que han encontrado también una correlación entre apenas experimentar efectos secundarios tras la vacunación y quedar peor protegido frente a la covid. De nuevo, la edad aquí es importante. Los efectos secundarios fueron menos frecuentes entre las personas más mayores.

    Estos datos, obtenidos tras someter el suero extraído a 122 personas vacunadas a diferentes variantes del SARS-CoV-2, vendrían a recomendar que se tenga en cuenta la conveniencia de una tercera dosis no sólo para las personas inmunodeprimidas, cómo proponen la EMA y el Ministerio de Sanidad, sino también de administrársela a las personas de edad más avanzada.

    Fuente: Nius Diario

     

    5. Datos del Covid: Sanidad suma 9.639 positivos y 133 fallecidos durante el fin de semana; Madrid registra 151 casos y 14 fallecidos en las últimas 24 h

    El Ministerio de Sanidad ha registrado este lunes, con datos aportados por las comunidades autónomas durante este fin de semana, un total de 9.639 nuevos contagios y 133 fallecidos por coronavirus Covid-19. La incidencia acumulada a 14 días vuelve a bajar y se sitúa en los 176,74 casos por cada 100.000 habitantes.

    De los 9.639 nuevos contagios, 1.075 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas, frente a los 2.984 registrados el viernes, lo que eleva a 4.887.394 la cifra total de personas contagiadas de Covid-19 desde el inicio de la pandemia.

    En cuanto a los fallecidos por Covid-19, se han notificado 133 más, de los cuales 289 se han registrado en la última semana. Esto hace que la cifra global de muertos por coronavirus en España se eleve a las 84.928 personas.

    Actualmente hay 5.776 pacientes ingresados por Covid-19 en toda España y 1.382 en una UCI, si bien en las últimas 24 horas se han producido 455 ingresos y 280 altas. La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 4,90 por ciento por ciento y en las UCI en el 15,15 por ciento.

    Por su parte, la Comunidad de Madrid ha notificado 186 casos nuevos de coronavirus, de los que 151 corresponden a las últimas 24 horas, y 14 fallecidos más en hospitales, según el informe de la situación epidemiológica de este lunes, con datos a cierre del día anterior.

    En la jornada precedente se notificaron 347 casos nuevos de coronavirus (161 más), de los que 174 corresponden a las últimas 24 horas, y 20 fallecidos más en hospitales (seis más), mientras que el lunes de la pasada semana se registraron 243 contagios (57 más), 211 del último día, y 21 muertos (uno más).

    El número de hospitalizados se sitúa en 925 (23 más que el día anterior) y 296 en la UCI (dos menos), mientras que 17 han recibido el alta. Además, el número de pacientes en seguimiento domiciliario por Atención Primaria es de 2.723.

    En el acumulado, la Comunidad de Madrid ha registrado 894.936 positivos, un total de 124.581 casos han requerido hospitalización, 13.100 han precisado UCI y 109.959 han sido dados de alta por los hospitales. Atención Primaria ha realizado el seguimiento domiciliario de 954.303 pacientes.

    Respecto a los fallecidos, Sanidad Mortuoria ha contabilizado un total de 25.059, de los cuales 5.095 han sido en centros sociosanitarios, 18.518 en hospitales, 1.416 en domicilios y 30 en otros lugares.

    En la Comunidad de Madrid la incidencia acumulada a 14 días continúa en ligero descenso hasta llegar a los 195,92 casos por cada 100.000 habitantes, aunque por encima de la media nacional de 176,74, mientras que la registrada a 7 días se sitúa en 77,79 casos, frente a la media en el país de 67,77.

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