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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 5 de noviembre de 2021

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1. Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, interpone un recurso contencioso administrativo contra el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid ante un claro defecto de forma

2. Escrito de los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad solicitando corregir la última instrucción sobre la Carrera Profesional en 2021 y así incluir a todos los estatutarios

3. AMYTS en los medios: Madrid supera por primera vez el medio millón de pacientes en lista de espera para el especialista

4. La vacuna monodosis de Janssen es la que más eficiencia pierde con el tiempo

5. Datos Covid: Sanidad suma 3.291 casos y 15 fallecidos; Madrid registra 429 positivos y 2 fallecidos en las últimas 24 h

1. Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, interpone un recurso contencioso administrativo contra el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid ante un claro defecto de forma

Hace unos días el secretario general de AMYTS, Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, avanzó la posibilidad de interponer un recurso contencioso administrativo contra el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid por un claro defecto de forma.

En este sentido, se avisó de ello a los responsables y se dio un plazo para corregir un grave fallo del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid donde se omitía el trámite preceptivo contemplado en el art. 74 d) de la Ley 12/2001, de 21 de septiembre, de Planificación Sanitaria de la Comunidad de Madrid. Este artículo establece que corresponde al Consejo de Administración “aprobar las propuestas de anteproyecto de presupuesto de ingresos y gastos anuales del Servicio Madrileño de Salud y elevarlo a la Consejería de Sanidad, para su incorporación al anteproyecto general de la misma para su tramitación”. Algo que no hizo la Administración.

Pese a señalar este importante error que constata la incompetencia de quien preside el Consejo de Administración, la Comunidad de Madrid ha hecho caso omiso y sigue sin corregirlo. Ante ello, se ha decidido presentar el recurso contencioso administrativo.

Hay que recordar que este episodio es aún más grave pues el pasado día 7 de octubre de 2021 se celebró un Consejo de Administración y en él se solicitó estar pendiente de este defecto de forma que se podía cometer. Así consta en el acta lo siguiente:

“También pregunta si en el próximo Consejo se dará traslado del anteproyecto de presupuesto del SERMAS. La directora general de Recursos Humanos toma la palabra y afirma que lo planteado por el secretario general de AMYTS, en relación con la historia clínica se va a tratar en la Comisión Central Técnica de Salud Laboral. Respecto al anteproyecto de presupuesto se dará traslado al Consejo”.

Esto pone de manifiesto la incompetencia de los responsables de esta Consejería, así como de los responsables de Hacienda, que en todo caso deberían tener la certeza de que toda la tramitación del anteproyecto de presupuesto se ha realizado de forma escrupulosa y respetando todos los requisitos formales.

Fuente: AMYTS

 

2. Escrito de los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad solicitando corregir la última instrucción sobre la Carrera Profesional en 2021 y así incluir a todos los estatutarios

Fuente: AMYTS

 

3. AMYTS en los medios: Madrid supera por primera vez el medio millón de pacientes en lista de espera para el especialista

NOTICIA DE EL PAÍS CON DECLARACIONES DE JULIÁN EZQUERRA Y DE VARIOS DELEGADOS DE AMYTS

Raquel Tome, 42 años. Sangrados intermenstruales y muy abundantes. Le han dado cita para el especialista en marzo del año que viene. A Ana R., en junio, le dieron fecha “urgente” en Dermatología para diciembre. María Rodríguez, con dolor en una rodilla que no le permite desde agosto vivir con normalidad, le confirmaron el 25 de octubre que el traumatólogo la vería en octubre de 2022. Y el traumatólogo que atenderá a Alberto Blázquez se retrasará un poco más; con una lumbalgia crónica, diagnosticado desde 2012 y con una crisis reciente que lo deja prácticamente inmóvil, la Comunidad de Madrid le envió un SMS con una cita para las 11.00 del 27 de abril de 2023. Son solo cuatro de las 500.366 personas que esperan en esta autonomía para ver al especialista por primera vez. Es la cifra más alta desde que hay datos oficiales, en junio de 2016. Entonces había 229.280.

Las listas de espera, para esos especialistas, para pruebas o para cirugías, no son un problema nuevo. Ya llevaba a remolque cientos de miles de pacientes en Madrid, pero nunca como hasta ahora. Además del más de medio millón que esperan para ver a un especialista en su hospital, hay 153.304 pacientes aguardando una primera prueba diagnóstica y 95.941 una operación: 70.230 personas más esperan alguna de esas tres cuestiones respecto a enero de 2020, el último mes totalmente libre de covid en la Comunidad.

La pandemia ha abierto las tripas al sistema y después de un año y nueve meses de crisis sanitaria, el coronavirus va quedando atrás. También la reticencia y el miedo de la población a acudir al médico, y están volviendo, a veces agravados por el aguante de los propios enfermos, las patologías de siempre. Las cifras no han parado de crecer y lo han hecho de forma más acelerada en el último año. En enero de 2020 había 451.338 personas esperando una primera visita a su especialista; en agosto de ese mismo año bajaron hasta las 262.557, muchas de ellas fueron saliendo de esas listas porque había que volver a verlas en primaria para determinar si seguían necesitando esa cita u otra. Un año después, no solo han recuperado lo perdido sino que han seguido subiendo.

¿El problema? El sistema falla en el primer peldaño y hace arrastre con todo lo demás. “Hay un agujero en la base, en atención primaria”, dice Yolanda Cabrero, anestesista en el hospital de Getafe y delegada de AMYTS. “El camino es claro, si tienes atención primaria colapsada, apagando fuegos y pasando consultas mañana y tarde para intentar sobrevivir a las agendas que tienen, vas a tener un retraso en el resto del sistema”. Patricia Alonso, portavoz de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), explica que “el sistema tendrá primero que derivar al paciente de atención primaria a especializada, luego llevar a cabo toda la actividad diagnóstica y posteriormente veremos cómo crece la espera quirúrgica por los usuarios que no han sido operados todo lo rápido que lo habrían sido antes”.

María Esperanza intentó hace unos días pedir cita telefónica con su médica de cabecera: “Tenía un gripazo increíble y desplazarme por medio Madrid no era lo que tenía más sentido, no había cita en los 10 días siguientes y yo necesitaba un justificante médico que dijera: ‘Esta señora está mala, que se quede en su casa”. Fue imposible. La solución, que dio la propia empresa, fue acudir con el seguro privado de la compañía para que, aunque no pudiera darle la baja ―un médico de la sanidad privada no puede hacerlo―, le hiciera “un parte de reposo” y poder, al menos, teletrabajar.

Y Ana R. dice que tarda tanto en poder verla su especialista de Familia que guarda las citas “como oro en paño”. ”Cuando consiga ir sé que ya no le podré contar el problema que tenía cuando llamé, porque igual ya no lo tengo, pero me pasa otra cosa”. En junio le dio cita “urgente” para el dermatólogo: “La tengo en diciembre”.

Algo parecido le ha ocurrido a Manuel Vázquez. Le dolía un testículo desde hacía cinco semanas y este miércoles en el centro de salud lo derivaron al urólogo: para el 23 de marzo en el hospital que le corresponde. “Me metí en la app de la Comunidad y conseguí cita para el 22 de noviembre, en el de Villalba, a hora y media de mi casa”.

Sin tanta urgencia, y con “prioridad normal”, a Ángela B. le acaban de confirmar cita para el otorrino en diciembre de 2022. Y con más urgencia, y con más “miedo”, ha pasado esa espera Elba L. Medio cuerpo le empezó a hormiguear el pasado febrero, ingresó en el hospital Clínico San Carlos y no pararon de hacerle pruebas durante una semana. Le encontraron “una manchita” en el cerebro, cuenta, pero nada que explicase el cosquilleo. Los médicos descartaron que tuviesen que ver con esa sombra cerebral, pero quisieron hacerle un seguimiento. Le dijeron que la verían en dos meses. Cuando le llegó el SMS al móvil poco después, ella vio “25 de abril” y el 25 de abril, a las 21.00, se presentó allí. Y se volvió a casa: “Era el 25 de abril, pero de 2022. No me fijé en el año, la verdad, ¿cómo iba a pensar que me iban a dar para un año y un mes más tarde?”.

“Pues eso es exactamente lo que está pasando”, dice Julián Ezquerra, presidente de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores: “Y va a ocurrir más, porque tras la pandemia toda esta lista de espera va a aflorar. En un sistema sanitario puntero como debería ser el de Madrid, con esa economía potente, no es tolerable, porque la única alternativa es un seguro privado donde todos estos problemas de espera te los saltas”. Del casi centenar de mensajes, audios de WhatsApp, emails y llamadas que ha recibido este diario para este reportaje, casi una cuarta parte ha dicho “estoy pensando en hacerme un seguro” y siete lo han hecho ya.

Susana Linares, mujer transexual, fue en agosto a urgencias del hospital Ramón y Cajal y la citaron para una primera consulta el 28 de junio de 2022. Nueve meses en lista de espera para una operación de rotura de prótesis mamarias. Acabó optando por gastar parte de los ahorros de la jubilación y buscar un médico privado que le operó a los veinte días de verla.

¿Soluciones? Una enfermera de un centro de salud al oeste de la capital, una especialista de Dermatología de un hospital mediano y un cirujano de otro centro dicen que a ellos les faltan “horas en el día” y “manos”.

Desde la Comunidad, un portavoz de la Consejería de Sanidad de Madrid reconoce las demoras, y explica que se “ha puesto en marcha un programa para incrementar de forma paulatina la actividad ordinaria en los hospitales y centros de especialidades” para reducir las esperas. “Con un análisis y seguimiento pormenorizado de la situación de cada hospital para establecer medidas de apoyo y refuerzo”, añade. En los presupuestos de este año, anota, se “incluyen más de 65 millones de euros” para este fin, “reforzando la actividad extraordinaria en cada hospital y potenciando la actividad quirúrgica”. Lo que los médicos llaman “las peonadas”. “Operar a destajo”, contaba hace unos días a este diario Javier Ortega, cirujano en el hospital de El Tajo y delegado de AMYTS.

Recuerda el portavoz de la consejería que Madrid está entre las comunidades con menor demora media para ser operado: “Se situó en septiembre en 86,22 días (frente a los 93,98 de agosto), cuando la media en España está en 148 días, según el último dato publicado por el Ministerio de Sanidad, correspondiente a diciembre de 2020″. Y los datos de septiembre “revelan también una evolución favorable de las listas de espera para pruebas”, de 51,64 días frente a 55,11 días en agosto.

Eso, recordaba también entonces Ortega, el facultativo de El Escorial, “sin contar las peculiaridades del sistema madrileño”. Entre ellas, que un paciente no puede estar en dos listas de espera para cirugía a la vez, aunque esté a la espera de dos operaciones y “solo estará en la que sea prioritaria”, explicaba el cirujano. ¿Qué ocurre en el resto de autonomías? La panorámica es complicada porque, en la práctica, son 19 sistemas de salud que funcionan de forma autónoma.

Los datos que ofrecen una imagen más precisa son los que ofrece semestralmente el Ministerio de Sanidad, ya que están sistematizados de forma que es posible comparar la situación entre comunidades y seguir su evolución a lo largo de la última década. Los últimos disponibles corresponden al 31 de diciembre de 2020, cuando la demora media para entrar en el quirófano era de 148 días, 27 más que un año antes y con uno de cada cuatro pacientes esperando más de seis meses. La demora media para ser atendido por el especialista creció el año pasado de 88 a 99 días.

Estas medias, sin embargo, ocultan enormes diferencias entre comunidades y dentro de cada una de ellas, ya que en último término cada hospital público y área de salud de España tienen sus propios circuitos asistenciales. La espera quirúrgica, por ejemplo, oscilaba en diciembre de 2020 de los 60 días en Asturias a los más de 280 de Castilla-La Mancha.

Fuentes del Gobierno de España apuntan que el atasco en las listas de espera afecta ya a un buen número de comunidades y se debe a un triple efecto. Por un lado al miedo de la población a acudir a la sanidad pública en pleno Gran Confinamiento: eso generó parte del embudo que ahora ha aflorado. Por otra, a que el propio sistema de salud ponía todo tipo de trabas el año pasado, para destinar el máximo de recursos a combatir la covid. Por último, los picos que se detectan en varias autonomías son fruto en ocasión de la gestión de las colas: lo normal es dar salida a los pacientes que llevan más tiempo inscritos, Sanidad apunta que hay autonomías con dificultades para hacer un uso efectivo de esos datos.

“El problema ahora es que la pandemia ha generado una demanda no atendida o embalsada que aún no ha empezado a reflejarse en las listas de espera e irá emergiendo en los próximos semestres. Una señal de ello es que incluso las esperas para ser atendidos en atención primaria se han alargado notablemente en algunos casos”, explica José Ramón Repullo, profesor de Planificación y Economía de la Salud en la Escuela Nacional de Sanidad.

Varias comunidades ofrecen datos sobre la situación de las listas de espera en sus territorios, aunque el problema en este caso es que no suelen ser comparables, ya que no contemplan la misma información ni plazos de tiempo. En los últimos meses algunas, como Cataluña, han visto incrementarse el número de pacientes a la espera de una prueba diagnóstica (un 21% en el primer semestre, con 169.000 personas en total), mientras otras, como Andalucía, han logrado reducir el 22% la espera para entrar en quirófano, hasta los 66 días de media. Habrá que esperar a que Sanidad publique los datos referentes al pasado 30 de junio para tener una imagen fiel a nivel global.

Mientras, alertan los expertos, el riesgo es la pérdida de confianza en el sistema. “El incremento de las esperas en atención primaria hace que un porcentaje de la población decida contratar un seguro de salud privado porque no ve satisfechas sus necesidades en lo público. Por esto es fundamental que el sistema pueda atender e integrar a toda la demanda embalsada lo antes posible”, ahonda Repullo.

José María Prada, jubilado de su antiguo trabajo de editor de libros de matemáticas y ciencia en una gran editorial, es uno de esos pacientes que podría haber acabado recurriendo a la privada en Madrid. Ha tenido una apretada agenda médica paralela a la pandemia: Nutrición, Hematología, Digestivo, Dermatología. Y Oncología, porque le diagnosticaron un cáncer en septiembre de 2020. Terminó el pasado febrero la quimio. “Para lo urgente, todo lo que tiene que ver con cáncer una vez que te lo detectan, no hay demora, funciona muy muy bien”, cuenta al teléfono.

Hasta que se lo detectaron, eso sí, pasó medio año. De las molestias a Digestivo casi cuatro meses; de Digestivo a una ecografía, mes y medio; un mes más para un TAC y en septiembre el diagnóstico: un linfoma. El tratamiento oncológico, perfecto. “Las esperas después para Digestivo, porque sigo teniendo molestias, la Unidad del dolor u Oftalmología, son escandalosas”, dice. Pero dice también que no se ha cruzado a un solo especialista “que no estuviera dispuesto a lo que sea por aliviar la espera de sus pacientes”. El problema, se despide Prada —”y quiero que de esto quede constancia”, insiste—, “no son los profesionales, es el sistema”: “Mi reconocimiento más absoluto hacia ellos, y mi enfado porque trabajen en las condiciones en las que lo hacen. No nos lo merecemos ni ellos ni nosotros”.

Fuente: El País

 

4. La vacuna monodosis de Janssen es la que más eficiencia pierde con el tiempo

La eficiencia contra la covid-19 de las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen disminuye con el tiempo. Un estudio que publica Science señala que la protección de los tres preparados frente a la infección cayó, como media, del 87,9% al 48,1 % entre febrero y octubre de 2021, siendo la monodosis de Janssen la que más perdió (hasta el 13,1 %).

La investigación realizada con 780.000 personas en Estados Unidos indica que la mayor pérdida de eficiencia fue para Janssen (Johnson & Johnson), cuya protección contra la infección pasó del 86,4 % en marzo al 13,1 % en septiembre de este año.

El preparado que más aguantó fue el de Moderna con un descenso del 89,2% al 58 %, mientras Pfizer/BioNTech pasó del 86,9% al 43,3%, entre febrero y el 1 de octubre pasados.

El estudio, según sus autores, es el primero en comparar las tasas de protección decreciente de las vacunas disponibles para la mayoría de los estadounidenses y en informar sobre las tasas de mortalidad tras la infección.

La investigación -firmada por el Instituto de Salud Pública, el Centro Médico de Asuntos de Veteranos y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, todos ellos estadounidenses- analizó la infección por covid-19 según la vacunación de 780.225 veteranos.

El periodo de estudio coincide con la aparición y predominio de la variante Delta en Estados Unidos y los patrones de avance de la infección a lo largo del tiempo fueron consistentes por edad, a pesar de la elegibilidad de la vacuna, lo que implica que Delta es el principal determinante de la infección, agregan los expertos.

Además, destacan que la vacunación con cualquiera de los tres preparados protegió contra la muerte a las personas que se infectaron.

El beneficio relativo de las vacunas para la protección contra la muerte fue mayor para las personas menores de 65 años, pero también fue «muy fuerte» en los mayores de esa edad.

El estudio demostró que el riesgo de muerte por covid-19 era mayor en los veteranos no vacunados, independientemente de la edad y las comorbilidades.

Por edades, en el caso de los menores de 65 años, las vacunas fueron, por término medio, un 81,7 % eficaces contra la muerte: Pfizer un 84,3 %, Moderna un 81,5 % y Janssen un 73 %, según datos de julio a octubre.

Entre las personas de 65 o más años, la eficacia global contra la muerte se cifró en el 71,6 %. Moderna un 75,5 %; Pfizer 70,1 % y Janssen 52,2%.

Esta investigación ofrece «una base sólida para comparar la eficacia a largo plazo de las vacunas contra la covid-19 y una lente para tomar decisiones informadas» sobre la vacunación primaria, las dosis de refuerzo o medidas como el uso de la mascarilla, según la autora principal de estudio, Barbara Cohn, del estadounidense Instituto de Salud Pública.

Fuente: Agencia EFE

 

5. Datos Covid: Sanidad suma 3.291 casos y 15 fallecidos; Madrid registra 429 positivos y 2 fallecidos en las últimas 24 h

El Ministerio de Sanidad ha registrado 3.291 nuevos casos de coronavirus, de los que 1.786 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas, frente a los 1.515 registrados el miércoles, lo que eleva a 5.022.546 la cifra total de personas contagiadas de Covid-19 desde el inicio de la pandemia.

Respecto a la incidencia media actual de contagios en España en los últimos 14 días, el informe muestra que ha subido dos puntos, situándose en los 51,61 casos por cada 100.000 habitantes, en comparación con los 49,31 notificado el miércoles por el departamento dirigido por Carolina Darias.

En cuanto a los fallecidos por Covid-19, se han notificado 15 más, de los cuales 52 se han registrado en la última semana. Esto hace que la cifra global de muertos por coronavirus en España se eleve a las 87.477 personas.

Por su parte, la Comunidad de Madrid ha notificado 485 casos nuevos de Covid-19, 429 de ellos de las últimas 24 horas, y dos fallecidos en los hospitales, según el informe de la situación epidemiológica de este jueves, con datos a cierre del día anterior.

En la jornada precedente se notificaron 406 contagios (79 menos), 308 de ellos de las últimas 24 horas, y cinco fallecidos (tres más), mientras que el jueves de la pasada semana se contabilizaron 373 nuevos casos (112 menos), 298 en el último día, y cuatro muertos (dos más).

Así, el número de hospitalizados se sitúa en 277 (trece más que en la jornada precedente) y 73 en la UCI (diez menos), mientras que 25 pacientes han recibido el alta. Además, el número de personas en seguimiento domiciliario por Atención Primaria es de 518.

Fuente: Europa Press

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