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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 26 de marzo de 2024

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1. Adiós al «excelente» Diego Boianelli: «La mejor persona que hemos conocido», el emotivo homenaje de REDACCIÓN MÉDICA con declaraciones de AMYTS

2. ¿Qué pasa con la Atención Primaria y las zonas rurales en Semana Santa? Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, lo explica en la SER

3. Madrid cierra febrero con 972.643 pacientes en lista de espera: un 13,5% más pero caen los tiempos de espera

4. Así ha evolucionado la adjudicación de plazas MIR en los últimos veinte años

5. REDACCIÓN MÉDICA. La nueva jornada médica de 17 horas aumentaría el pago de guardias un 175%

1. «Adiós al ‘excelente’ Diego Boianelli: ‘La mejor persona que hemos conocido'», el emotivo homenaje de REDACCIÓN MÉDICA con declaraciones de AMYTS

Hay una foto histórica del 31 de julio de 2020. La imagen muestra a cinco personas sentadas en torno a una mesa de cristal, sus rostros ocultos tras sendas -y aún obligatorias- mascarillas. A un lado, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, flanqueada por el consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, y el ex consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero; a otro, los números uno y dos del Comité de Empresa MIR de la Asociación de Médicos y Titulares Superiores de Madrid (Amyts), Diego Boianelli Susana Pardo, respectivamente.

Se cumplían aproximadamente dos semanas de una huelga en la que los médicos residentes pedían mejorar sus condiciones laborales y salariales. Aquel día no se llegó a un acuerdo, pero sí poco después, el 10 de agosto: ambas partes firmaron el abono de las pagas extra para los MIR, el pago de un complemento único para todos los residentes del Sermas y el blindaje de los descansos obligatorios tras las guardias, entre otras medidas. Diego Boianelli, MIR de Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos de Madrid cuya cara fue una de las más visibles -si no la que más- tanto en la calle como en los medios de comunicación en aquella lucha exitosa, falleció el pasado jueves tras una larga enfermedad. Lo anunció Amyts en un comunicado en el que resaltó el “eterno legado” laboral de un médico cuya herencia vital, sin embargo, va mucho más allá de lo profesional.

Susana conoció a Diego un año antes de aquella fotografía, en 2019, cuando ambos comenzaron aquella andadura sindical con un horizonte lleno de interrogantes: “Teníamos pocas esperanzas de conseguir nada porque las pocas referencias con las que contábamos demostraban poca implicación por la Administración”, afirma en declaraciones a Redacción Médica. La labor organizativa fue intensa, según recuerda, a veces agotadora: “En ese contexto, Diego fue imprescindible para cada paso que dábamos”.

Una de sus virtudes era que no se achantaba ante nadie: “Cuando teníamos reuniones con políticos representantes de la Asamblea de Madrid, no dudaba en expresar sin tapujos nuestras necesidades y hacer críticas directas si hacía falta”, dice Susana, quien destaca de su excompañero su “capacidad de sacrificio”: «A pesar de estar más ocupado que yo en ese periodo porque le tocaban más guardias en su hospital, insistía en que hiciéramos un reparto de las tareas que hubiera en cualquier caso. Ha estado siempre disponible para resolver cualquier duda que tuviera la gente por los grupos de WhatsApp, debatir en persona las discrepancias que fueran surgiendo con los residentes u otros delegados sindicales en las asambleas y organizar las actividades de difusión».

La generosidad como herramienta para hacer piña entre MIR

“Todo lo que puedo decir de él es bueno”, asegura la vicepresidenta de Amyts, Sheila Justo, que también se jacta de haber podido trabajar al lado de Diego. “Era un motor fundamental para nosotros y, además, con un carisma y una capacidad de trabajo impresionantes, pero, sobre todo, muy generoso”, agrega. Sheila recuerda, al respecto de esto último, aquella vez en la que, al salir de una guardia de 24 horas, en lugar de volver a casa para descansar directamente, permaneció en el Clínico para solventar un problema por impagos a unos residentes.

“Me acuerdo de decirle que se fuera si estaba cansado, que me quedaba yo, pero no, estuvo hasta la una y media o las dos de la tarde hasta que se solucionó el error. Imagínate. Siempre estaba pensando en los demás, en el beneficio de la profesión”, relata. Era una forma de entender la vida y el trabajo que, inevitablemente, caló entre quienes le rodeaban, según la vicepresidenta de Amyts: “Su paso por la vida ha cambiado la profesión en Madrid, y ese ejemplo lo ha dejado a los que vinieron después”.

Es el caso de Alejandro Marcelles, residente de cuarto año de Medicina Interna en el Clínico San Carlos y la persona que recogió el testigo de Diego como presidente del Comité de Empresa MIR de Amyts. “En un principio, a mí no me interesaban ni los temas sindicales ni políticos. Veía injusticias y otras cosas, pero mi queja era una queja de pasillo”, confiesa. Sin embargo, su desembarco y el de sus compañeros MIR en el Clínico tuvo lugar en 2020, cuando el eco de aquella recordada huelga de hace cuatro años aún era reciente. “Desde el primer momento Diego fue una persona muy acogedora, y logró sembrar dentro de mí la semilla de la lucha y el inconformismo, que era lo que él representaba: la capacidad de poder cambiar las cosas si realmente te lo propones”, indica el residente.

En ello coincide Sara Miguel, co-R de Alejandro que también tuvo la oportunidad de conocer a Diego de cerca: “Era alguien que dejaba huella a todos los niveles”. Laura Gallardo, otra compañera de esa promoción MIR 2020, subraya su capacidad para “hacer de nexo entre todos nosotros”: “Se le daba genial mover masas, tanto dentro como fuera del hospital”. Laura explica que la primera vez que vio a Diego fue en su primer día como residente, en una quedada de bienvenida organizada en Sol: “Quedamos todos para comer y, aunque nosotros, los nuevos, son sentamos todos juntos en una mesa, él hizo que el resto se levantara para ponerse a nuestro lado y que, así, pudiéramos charlar juntos”.

“Tenía muchísimo tirón, pero no solamente en el sentido del afán revolucionario: supo hacer en torno a él una piña entre los residentes que persiste a día de hoy”, agrega Andrea Vellisca, facultativa de Medicina Interna del Clínico, que define a Diego como “un tío resplandeciente” del que destacaba su sentido del humor, algo que también resalta Sheila: “Era una persona con una inteligencia superior, incluido el plano emocional: era capaz de conectar con los compañeros como nadie y de hacer que las causas individuales fueran de todos”. «Ridiculizaba cualquier situación estresante y hacía la vida, en general, más llevadera», agrega Susana.

“En el ámbito sindical y médico, Diego fue excelente, y en el ámbito humano, la mejor persona que hemos conocido”, sentencia Alejandro, en el que hay quienes ven al sucesor perfecto de Diego. “Ojalá algún día sea capaz de conseguir la mitad de las cosas que él consiguió, pero era una persona especial y única”, apunta. Y quizás ese, tratar de retomar el camino que otros iniciaron antes, sea la mejor forma de no olvidar que una vez estuvieron aquí y de lograr que, el día de mañana, otros también se acuerden de uno. No en vano, acaso no somos todos más que eso: simples huellas efímeras en las vastas arenas del tiempo.

Fuente: Redacción Médica

 

2. ¿Qué pasa con la Atención Primaria y las zonas rurales en Semana Santa? Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, lo explica en la SER

Fuente: AMYTS

 

3. Madrid cierra febrero con 972.643 pacientes en lista de espera: un 13,5% más pero caen los tiempos de espera

Un total de 972.643 madrileños estaban en lista de espera al cierre de febrero para ver al especialista, someterse a una operación o pendientes de realizar una prueba diagnóstica, lo que supone un aumento del 13,54% en el último año, aunque los tiempos de demora media caen respecto al segundo mes de 2023, especialmente en el caso de operaciones.

De esta forma, hay 116.063 pacientes más en el conjunto de las tres listas de espera respecto a febrero del pasado año, especialmente por el comportamiento en consultas externas, con un aumento del 15,93%, y en pruebas diagnósticas, que crecen un 12,68%, según los datos oficiales de la Comunidad de Madrid consultados por Europa Press.

Frente a ello, se estabiliza el número de madrileños que aguardaban en febrero para operarse, con un leve 0,01% más que en el mismo mes de 2023 (+15). Frente a ello, el tiempo de demora media baja de los 50 días hasta situarse en 45,92 días, con una caída de 8,92 días en el último año y de 4,98 respecto a enero.

También bajan los tiempos de espera en el caso de consultas externas, que se sitúan en 62,21 días tras reducir 1,44 sobre febrero de 2023, y de pruebas diagnósticas, donde la demora media es de 59,82, lo que supone 4,91 días menos que hace un año.

Un aumento del número de pacientes que engrosan las listas y de reducción de tiempos de espera que también se da si se compara con el primer mes del año. En este caso, hay 25.617 madrileños más en ellas sobre enero, es decir, un 2,7%.

Así, en el último mes la cantidad de personas en lista de espera para operarse aumenta un 1,48%, con 1.348 madrileños más que en enero, mientras que en el caso de consultas externas y pruebas diagnósticas el incremento es de un 3,03% (+20.019) y de un 2,16% (+4.250), respectivamente.

En cuanto a los tiempos de espera, la reducción respecto al primer mes del año es especialmente significativa en el caso de las consultas externas, que en febrero se anota una reducción de 6,71 días sobre enero. En el caso de la lista quirúrgica, la rebaja es de casi cinco días (4,98) y en el de pruebas diagnósticas, de 3,5 días.

LISTA DE ESPERA PARA OPERARSE

En detalle, la lista de espera quirúrgica en la Comunidad cerró febrero con 92.129 personas aguardando una intervención, con un aumento del 0,01% sobre 2023 (+15) y de un 1,58% sobre enero (+1.348).

El tiempo de demora medio se situó en 45,92 días, lo que supone 8,92 días menos con respecto al mes de febrero del pasado año y de 4,98 desde enero, según los datos de la Consejería de Sanidad consultados por Europa Press.

Del total, la lista de espera en la categoría denominada ‘estructural’, aquella cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles, tenía 77.085 pacientes a la espera de intervención (el 83,67%), mientras que otros 8.986 eran por rechazo de derivación (9,75%) y los 6.058 restantes correspondían a operaciones transitoriamente no programables (6,58%).

El 0,44% de los pacientes que se encontraban en la lista de espera quirúrgica estructural (342 personas) aguardaban al finalizar el segundo mes del año para una operación más de seis meses (más de 180 días), frente a las 1.485 que lo hacían en febrero de 2023 (el 1,9%).

Otro 17,16% aguardaba entre tres y seis meses (13.225 frente a las 17.322 de febrero de 2023), mientras que otro 11,53% lo hacía entre dos y tres meses (8.890 frente a las 8.764 del año previo).

Finalmente, un 23,26% esperaba entre uno y dos meses (17.929 por los 17.091 de 2023) y un 47,61% lo hacía de 0 a 30 días (36.699 por las 33.360 de un año antes).

En el caso del rechazo de derivación, la demora media era de 97,33 días naturales, 11,12 menos que hace un año. En este caso, había 46 personas (0,51%) que aguardaban más de 360 días (86 en febrero de 2023, el 0,91%), según los datos oficiales publicados por el Ejecutivo autonómico.

La Consejería de Sanidad tiene en marcha un plan de listas de espera para el periodo 2022-2024 con el objetivo de reducir a la mitad los tiempos máximos de atención, según prioridad clínica, con un presupuesto de 215 millones de euros. El plan tiene como finalidad que la asistencia programada no urgente para cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas se sitúe en un tiempo inferior a 45 días de demora media.

ESPERA PARA ESPECIALISTA Y PRUEBA DIAGNÓSTICA

En el caso de la lista de espera de consultas externas, acumulaba en febrero 680.186 personas, es decir, 93.504 más que hace un año (15,93%) y 20.019 sobre enero (+3,03%). En esta caso, la demora media era de 62,21 días, con una caída de 1,44 días respecto a los 60,77 que se registraban en el mismo mes de 2023 y de 6,71 sobre los 68,92 del primer mes del año.

Del total, 419.138 pacientes superaban los 90 días de demora; 79.395 tardaban entre 61 y 90 días; 120.215 entre 31 y 60 días; y 61.438, menos de un mes.

En el caso de la lista de espera estructural para primera atención en pruebas diagnósticas y terapéuticas, en febrero estaba formada por 200.328 madrileños, con 22.544 personas más que en el mismo periodo del pasado año (+12,68%) y un aumento de 4.250 sobre enero (+2,16).

Los tiempos de espera eran de 59,82 días, 4,19 días más sobre enero de 2023 y 4,35 respecto al mes anterior. Pese a ello, según la Consejería de Sanidad, «este mes se han realizado más de 1.000 pruebas más respecto a enero de 2023».

En este caso, el tiempo de demora medio era superior a 90 días para 93.095 personas; de entre 61-90 días para 18.737; de entre 31 y 60 para otros 34.048; y de menos de un mes, para 54.448.

Fuente: Europa Press

 

4. Así ha evolucionado la adjudicación de plazas MIR en los últimos veinte años

El Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada ha elaborado un informe en el que estudian la adjudicación de plazas MIR en los últimos 20 años, entre 2004 y 2023 por grupos de cinco años, por especialidad, con datos sobre el total de plazas adjudicadas, las que se adjudicaron entre los 1.000 primeros por número de orden, el total de cada grupo quinquenal y las diferencias entre el primer y último año del grupo. Al final, se trata de un resumen del total de los veinte años.

Entre el año 2004 y el año 2008 se han incrementado en 625 (11,1%) el número de plazas adjudicadas, con muchas diferencias por especialidad, con crecimientos de hasta el 108,7% y descensos que llegan hasta el 56,8%. Dentro de los 1.000 primeros MIR por número de orden, destacan Dermatología (adjudicó el 94,4%), Cardiología el 88,2% y Cirugía Plástica el 78,9%, mientras que Medicina de Educación Física, Hidrología Médica, Alergología, Neurofisiología Clínica, Farmacología Clínica y Oncología Radioterápica no adjudicaron ninguna de sus plazas. Medicina del Trabajo adjudicó el 0,1%, Microbiología y Parasitología el 0,4% y Medicina Familiar y Comunitaria el 0,4%.

Entre el año 2009 y el año 2013 han disminuido en 355 (5,3%) el número de plazas adjudicadas, se notan los recortes en las convocatorias 2010-2011 y 2011-2012 del Gobierno del presidente Zapatero, que continuaron en las convocatorias siguientes con el Gobierno del presidente Rajoy, que provocará la falta de nuevos especialistas. Para ocupar las plazas que en estos años quedan vacantes, por incremento de jubilaciones, sin embargo, hubo catorce especialidades que conservaron o incrementaron sus plazas, entre las que destacan Endocrinología y Nutrición con el 11,8%, Cirugía Ortopédica y Traumatología con el 6,6% y Pediatría con el 5,8%; el resto sufrieron recortes entre el 0,9% y el 75%. Dentro de los 1.000 primeros MIR por número de orden, destacan Cirugía Plástica (adjudicó el 98,2%), Dermatología el 97,2% y Cardiología el 73,5%, mientras que Bioquímica Clínica, Medicina del Trabajo, Medicina Nuclear, Inmunología, Alergología, Geriatría, Medicina de Educación Física, Hidrología Médica y Medicina Legal y Forense no adjudicaron ninguna de sus plazas y Oncología Radioterápica adjudicó solo una plaza (el 0,4%).

Entre el año 2014 y el año 2018 con el Gobierno del presidente Rajoy comienzan los incrementos desde la convocatoria 2014-2015. En estos años se han incrementado en 593 (10%) el número de plazas adjudicadas, con muchas diferencias por especialidad, con crecimientos de hasta el 70,8% y descensos que llegan hasta el 50,0%. Dentro de los 1.000 primeros MIR por número de orden, destacan Dermatología (adjudicó el 99,3%), Cirugía Plástica el 97,3% y Cardiología el 76,7%, mientras que Medicina Legal y Forense, Hidrología Médica, Bioquímica Clínica, Farmacología Clínica, Medicina del Trabajo, Alergología y Medicina Nuclear no adjudicaron ninguna de sus plazas, Medicina Física y Rehabilitación adjudicó el 0,4%, Geriatría el 0,7% y Medicina Familiar y Comunitaria el 0,7%.

Entre el año 2019 y el año 2023 se aceleran, por parte del Gobierno del presidente Sánchez, los incrementos, que han llegado muy tarde. En estos años se han incrementado 1.623 (23,9%) el número de plazas adjudicadas, con muchas diferencias por especialidad, con crecimientos de hasta el 78,5% y descensos que llegan hasta el 8,3%. Dentro de los 1.000 primeros MIR por número de orden, destacan Dermatología (adjudicó el 99,8%), Cirugía Plástica el 99,1% y Cardiología el 68,6%, mientras que Análisis Clínicos, Oncología Radioterápica, Alergología, Medicina Nuclear, Inmunología, Bioquímica Clínica y Medicina del Trabajo no adjudicaron ninguna de sus plazas, Microbiología y Parasitología adjudicó el 0,5%, Medicina Física y Rehabilitación el 0,5% y Medicina Familiar y Comunitaria el 0,7%.

Resumiendo, entre el año 2004 y el año 2023 se han incrementado en 2.808 (50%) el número de plazas adjudicadas, con muchas diferencias por especialidad, con crecimientos de hasta el 204,3% y descensos que llegan hasta el 61,5%. Dentro de los 1.000 primeros MIR por número de orden, destacan Dermatología adjudicó el 98,1%, Cirugía Plástica el 94,4% y Cardiología el 75,8%, mientras que Alergología no adjudicó ninguna de sus plazas, Medicina del Trabajo adjudicó el 0,1%, Medicina Nuclear el 0,2%, Oncología Radioterápica el 0,5%, Análisis Clínicos el 0,6%, Medicina Física y Rehabilitación el 0,6%, Medicina Familiar y Comunitaria el 0,6%, Farmacología Clínica el 0,8%, Bioquímica Clínica el 0,9% y la décima es Inmunología que adjudicó el 1,2% de las plazas adjudicadas.

Para datos más detallados por especialidad, por años, número de plazas ver el informe completo y las tablas correspondientes.

Recordemos que, formar a un médico especialista supone once o doce años (seis de facultad, uno preparando el MIR y cuatro o cinco de formación especializada) y que para ejercer como médico especialista en el SNS es necesario tener el título correspondiente. Resumiendo, necesitamos de forma urgente, una planificación responsable a medio y largo plazo, con datos actualizados por especialidad y edad, plazas vacantes y necesidades de incremento de plantilla, que evite problemas como los actuales, ahora faltan médicos de algunas especialidades y cuando pasen diez o doce años, podemos volver a tener miles de Médicos Especialistas parados, para trabajar dos meses al año u obligados a emigrar.

Es necesario y urgente mejorar la estabilidad y las condiciones laborales, profesionales, retributivas y cargas de trabajo para hacer atractivo ejercer de médico en Españacon una actuación prioritaria, urgente y decidida en Atención Primaria y en los centros de difícil cobertura y aislamiento de la España vaciada.

Puedes acceder aquí al informe completo de Vicente Matas.

Fuente: CESM

 

5. REDACCIÓN MÉDICA. La nueva jornada médica de 17 horas aumentaría el pago de guardias un 175%

Mientras aguarda los detalles del plan del Ministerio de Sanidad para recortar el tiempo de las guardias hasta las 17 horas, el colectivo médico hace cábalas sobre el impacto que esta reforma pueda tener en su trabajo… y en su bolsillo. Sobre todo, si el gabinete de Mónica García se decanta finalmente por convertir las horas complementarias en extraordinarias, una fórmula que ha cobrado fuerza en los últimos días y que serviría para reducir la jornada laboral de los facultativos sin que merme su sueldo. La idea es ambiciosa, aunque Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (Simeg), advierte de que son las comunidades autónomas las que habrán de absorber ese plus económico: “La hora extraordinaria se paga un 175 por ciento más alta, y además haría falta más personal”, asume.

En declaraciones a Redacción Médica, el facultativo retirado pone en valor el hecho de que las guardias ‘maratonianas’ (y obligatorias) a las que se enfrenta buena parte del colectivo médico vuelva a estar en el centro del debate político. “No es humano tener a una persona 24 horas trabajando”, sostiene Matas, voz de autoridad con largo recorrido en el sindicalismo médico y destacado divulgador de información laboral sanitaria.

Por ello recibe con cierto optimismo el anuncio del Gobierno de limitar, primero hasta las 17 horas, después hasta las 12, el tiempo máximo que un médico puede trabajar de forma ininterrumpida. Pero el camino hacia este nuevo modelo de guardias se presume espinoso, pues Ministerio de Sanidad, comunidades autónomas y agentes sociales tendrán que consensuar primero la manera de hacer frente a una reforma que requerirá aumentar las plantillas y realizar ajustes económicos.

Impacto salarial de las guardias médicas extraordinarias

En este sentido, Matas destaca que la idea de convertir las horas de guardia en extraordinarias, tal y como sopesa el Ministerio de Sanidad, las encarecería hasta en un 175 por ciento. Teniendo en cuenta que el salario de un facultativo ronda los 30 euros la hora, esta ascendería otros 50 euros, aproximadamente. Pero además, este especialista en el entorno laboral médico subraya que la hora de guardia se paga en muchas zonas por debajo de la ordinaria, por lo que el incremento sería aún más significativo.

Tal y como informó Redacción Médica, desde el gabinete de Mónica García inciden en que no se trata de un asunto meramente económico. “De lo que se está hablando es de la salud mental de estos trabajadores”, resumían fuentes del Ministerio. No obstante, el coordinador del Centro de Estudios del Simeg apunta a que Sanidad solo puede maniobrar directamente Ceuta y Melilla, por lo que deberá ser capaz de “convencer” a las comunidades autónomas.

Refuerzo de plantillas de médicos para guardias de 17 horas

Cualquier retoque en el sistema de guardias del Sistema Nacional de Salud (SNS) conllevaría también una reestructuración de las plantillas. Harán falta más facultativos que puedan cubrir los espacios que a día de hoy asumen quienes prolongan sus turnos durante 24 horas consecutivas.

Matas aventura que, para reducir las guardias médicas hasta las 17 horas sin comprometer la calidad de la asistencia, sería necesario incorporar el equivalente a un tercio de la actual plantilla. No obstante, matiza que es difícil de calcular una cifra exacta, dado que ni todos los centros tienen las mismas necesidades ni las características laborales son iguales en cada especialidad. Los MIR, recuerda, pueden llegar a trabajar durante 31 horas si no libran al día siguiente de la guardia.

“La ministra debería aplicarlo donde tiene competencias (Ceuta y Melilla) y después, convencer a las comunidades autónomas”, sentencia Matas. El desenlace está aún por escribir.

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