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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 2 de noviembre de 2021

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1. Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, impugna el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid ante un claro defecto de forma

2. AMYTS en los medios: La letra pequeña de los presupuestos de Ayuso y la impugnación de los presupuestos de la Comunidad de Madrid por un defecto de forma

3. Nueva edición de la Revista Madrileña de Medicina. Vuelve a leer el ‘CON FIRMA’ de Javier Bermejo, del SUMMA 112. «El final del verano», por Javier Bermejo

4. ¡No te pierdas la contraportada de Mónica Lalanda dedicada a los directores de los centros de salud de Madrid!

5. ¿Cuánto tiempo tiene un médico para la consulta? Un médico estadounidense le ‘saca’ 10 minutos más de consulta al español

1. Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, impugna el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid ante un claro defecto de forma

El secretario general de AMYTS, Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, ha comunicado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que, habiendo tenido conocimiento de la aprobación del Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid para el año 2022 en el Consejo de Gobierno de fecha 27 de octubre de 2021, se comunica lo siguiente:

“En calidad de Vocal del Consejo de Administración del SERMAS. Les comunico que se ha dado instrucciones a la asesoría jurídica para que de forma inmediata se proceda a la impugnación, ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, del proyecto de presupuestos aprobado hoy, 27 de octubre de 2021, por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid”

El motivo es que, una vez más y como ya ocurrió en el año 2013 con la aprobación de los presupuestos para el 2014, se ha omitido el trámite preceptivo contemplado en el art. 74 d) de la Ley 12/2001, de 21 de septiembre, de Planificación Sanitaria de la Comunidad de Madrid. Este artículo establece que corresponde al Consejo de Administración “aprobar las propuestas de anteproyecto de presupuesto de ingresos y gastos anuales del Servicio Madrileño de Salud y elevarlo a la Consejería de Sanidad, para su incorporación al anteproyecto general de la misma para su tramitación”

Un claro defecto de forma en la tramitación que constata la incompetencia de quien preside el Consejo de Administración y del responsable de la gestión de este que, a buen seguro, será subsanado de forma inmediata. Hay que recordar que esto es aún más grave pues el pasado día 7 de octubre de 2021, se celebró un Consejo de Administración y en él se solicitó, y así consta en el acta lo siguiente:

“También pregunta, si en el próximo Consejo se dará traslado del anteproyecto de presupuesto del SERMAS. La Directora General de Recursos Humanos toma la palabra y afirma que lo planteado por el Secretario General de AMYTS, en relación con la historia clínica se va a tratar en la Comisión Central Técnica de Salud Laboral. Respecto al anteproyecto de presupuesto se dará traslado al Consejo.”

Esto pone de manifiesto la incompetencia de los responsables de esta Consejería, así como de los responsables de Hacienda, que en todo caso deberían tener la certeza de que toda la tramitación del anteproyecto de presupuesto se ha realizado de forma escrupulosa y respetando todos los requisitos formales.

Fuente: AMYTS

 

2. AMYTS en los medios: La letra pequeña de los presupuestos de Ayuso y la impugnación de los presupuestos de la Comunidad de Madrid por un defecto de forma

Los medios se hacen eco de que Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del SERMAS, ha impugnado el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid ante un claro defecto de forma.

ACTA SANITARIA: Impugnación de los presupuestos de la Comunidad de Madrid por un defecto de forma

El secretario general del sindicato médico AMYTS, Julián Ezquerra, en calidad de vocal del Consejo de Administración del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), ha comunicado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que, habiendo tenido conocimiento de la aprobación del Proyecto de Presupuestos de la Comunidad de Madrid para el año 2022 en el Consejo de Gobierno de fecha 27 de octubre de 2021, que ha dado instrucciones a la asesoría jurídica para que de forma inmediata se proceda a la impugnación, ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de tal proyecto.

El motivo es que, una vez más y como ya ocurrió en el año 2013 con la aprobación de los presupuestos para el 2014, se ha omitido el trámite preceptivo contemplado en el art. 74 d) de la Ley 12/2001, de 21 de septiembre, de Planificación Sanitaria de la Comunidad de Madrid. en donde se establece que corresponde al Consejo de Administración “aprobar las propuestas de anteproyecto de presupuesto de ingresos y gastos anuales del Servicio Madrileño de Salud y elevarlo a la Consejería de Sanidad, para su incorporación al anteproyecto general de la misma para su tramitación”.

Un claro defecto de forma en la tramitación que constata la incompetencia de quien preside el Consejo de Administración y del responsable de la gestión de este que, a buen seguro, será subsanado de forma inmediata.

A juicio del representante de AMYTS, esto pone de manifiesto la incompetencia de los responsables de esta Consejería, así como de los responsables de Hacienda, que en todo caso deberían tener la certeza de que toda la tramitación del anteproyecto de presupuesto se habría realizado de forma escrupulosa y respetando todos los requisitos formales.

 

ELDIARIO.ES: La letra pequeña de los presupuestos de Ayuso: menos inversión para Sanidad e impulso a la educación concertada

En la presentación de unos presupuestos, sean de la administración que sean, el encargado de comunicar sus partidas siempre ofrece los datos de modo que son todos buenas noticias. Cuando se analizan los grandes números en profundidad, la realidad puede ser otra. Pasó este miércoles con las cuentas de la Comunidad de Madrid para 2022, las primeras de Isabel Díaz Ayuso desde que es presidenta regional. Incapaz de aprobar unos presupuestos en los dos ejercicios anteriores, el Consejo de Gobierno aprobaba unas cuentas regionales marcadas por la pandemia, aún sin contar con el apoyo de sus socios Vox, que amenaza con poner difíciles las negociaciones.

Al rascar un poco en los datos grandilocuentes desgranados por el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, el optimismo se desvanece rápido para unas cuentas que ascienden a 23.000 millones de euros, 1.000 de ellos procedentes de los fondos europeos.

Las primeras críticas han llegado del sector sanitario, el más castigado por la crisis de la COVID-19, que denuncia una previsión de gasto baja respecto a años anteriores y la constatación del abandono de la Atención Primaria por parte del Gobierno regional. Tampoco hay nuevos fondos para salud mental, pese a la alerta de los expertos que pronostican que es y será la próxima gran pandemia como consecuencia de la crisis sanitaria.

Estos primeros presupuestos de Ayuso eran muy esperados no solo por la falta de cuentas públicas durante los dos últimos ejercicios, sino porque debían ser la respuesta a la crisis sanitaria de la COVID-19, que ha tenido importantes repercusiones económicas. En este contexto, y tras las denuncias de los sindicatos de profesionales sanitarios por las carencias del sistema de salud madrileño, todas las miradas estaban puestas en la inversión en esta partida, que la presidenta madrileña aseguró que se comía el 50% del presupuesto. Pero nada más lejos de la realidad: en estas nuevas cuentas, la inversión en Sanidad supondrá al 38,1% del gasto, el porcentaje más bajo de los últimos años.

El consejero de Hacienda lo justificaba argumentando que el porcentaje disminuye por los fondos europeos, que están destinados a otras áreas económicas. Pero descontado ese dinero, el porcentaje sigue sin superar al de otros años. «Por mucho marketing y publicidad que estén haciendo, la inversión en sanidad para este año 2022, es menor que el gasto real de 2019, año precovid en el que supuestamente teníamos una sanidad saneada», denuncia Julián Ezquerra, médico de familia y portavoz del sindicato Amyts. Ezquerra no esconde su indignación por unos presupuestos que «perpetúan la infrafinanciación pública madrileña». «Seguimos estando a la cola en inversión por PIB y siendo los penúltimos por gasto por habitante», lamenta. «Son todo medias verdades y mentiras», resume sobre las cuentas públicas presentadas este miércoles en la Puerta del Sol sin presencia de la presidenta madrileña, la gran ausente de la cita.

La partida para Sanidad ascenderá este año a 8.784 millones de euros, 693 millones más que lo presupuestado en 2019. Según estas cifras, el incremento supone el 8,6%, la partida que menos sube de todas las cuentas públicas cuya media se sitúa en el 15%, pese a la tensión provocada por la pandemia en el sistema público de salud. Si se bucea un poco más en detalle, se comprueba que el Gobierno regional ha presupuestado 178 millones menos que el gastado en esta partida en 2019, año previo a la pandemia, cuando la cifra ascendió a 8.962 millones, según adelantó este jueves El País y ha comprobado esta redacción.

Con este nuevo presupuesto, Sanidad vuelve a perder un año más peso en las cuentas madrileñas, una disminución que viene produciéndose desde 2015, cuando el gasto en sanidad ascendió al 45,16% de las cuentas. En 2016, cayó hasta el 44,13% y así sucesivamente. En los últimos, los de 2019, el porcentaje se situó en el 42,52% del total.

Atención Primaria: la gran olvidada

Otra de las partidas más esperadas en Sanidad era el gasto en Atención Primaria y las primeras reacciones han sido de «decepción» por parte de los profesionales. «El gasto es una absoluta burla, rondando el 11% de inversión, mientras la media de las comunidades autónomas se sitúa en el 14% y el objetivo marcado por los organismos internacionales es que debería ser de un 25%», lamenta el portavoz de Amyts. De nuevo, se ha presupuestado menos de lo gastado en 2019, año prepandémico. El debate de la infrafinanciación en este nivel asistencial ya era un clamor los años previos de la crisis sanitaria y se ha acentuado ahora con amenaza incluso de movilizaciones por el déficit estructural de plantillas y las malas condiciones de los profesionales.

Atención Primaria recibirá 2.055,8 millones de euros, 76,6 millones más que lo que se presupuestó 2019, pero menos de lo que se acabó gastando ese año realmente. Supone apenas un incremento del 3,9%, la partida que menos crece de todas las sanitarias, pese a las últimas promesas por parte del Gobierno de Ayuso de mejorar el sistema que es la primera barrera de entrada de los ciudadanos. «Sabemos cómo está la situación y a mí lo que me gusta es que no me engañen», dice Ezquerra. «Si han tomado una decisión política que es dejar morir la Atención Primaria que lo digan abiertamente, pero nos estamos cargando un buen modelo y no sabemos hacia dónde nos quieren llevar», lamenta.

Otro de los asuntos que ha indignado a los sindicatos es el anuncio a bombo y platillo de que aumenta el salario de los médicos en más de 700 euros y el de los enfermeros, en más de 400. Ante esta afirmación que hasta la propia Ayuso promocionó en sus redes sociales, los cinco sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad (SATSE, CCOO, AMYTS, CSIT Unión Profesional y UGT) han lanzado un comunicado conjunto en el que hablan de «falsedad». «Esta medida, que ya veremos si llega a aplicarse porque no sería la primera vez que algo se anuncia y luego no se posiciona el dinero, no llegará ni al 8% de los profesionales de Atención Primaria más allá de que no ataja las carencias que tienen los centros de salud», explican.

¿Por qué este anunciado aumento salarial se queda en un porcentaje tan corto? Porque la Consejería de Sanidad lo vincula a varios condicionantes: que afecte a aquellos profesionales de los centros rurales (32 centros), que tengan ausencias no cubiertas de forma muy prolongada y que atiendan a más del 85% de la población, explican los agentes sociales. «Un cúmulo de condiciones para conseguir este complemento salarial y que, además, retirarán en el momento en el que en esos centros la situación laboral mejore», añaden.

La salud mental se queda igual

Desde otros sectores de la salud también han criticado las cuentas regionales por insuficientes. Ha sido el caso de la Asociación Madrileña de Salud Mental. Lasquetty aseguró durante la presentación de las cuentas que la «prioridad» del Gobierno en salud mental es «la atención a niños y a adolescentes». Pero al comprobar las cifras, Marta Carmona, presidenta de la asociación, denuncia que la inversión adicional en este presupuesto será la misma que en el anterior, pese a que la demanda se ha disparado los últimos meses con la pandemia.

El proyecto presupuestario planea una inversión de 33 millones de euros en tres años. «De confirmarse dicho dato, no aumenta la dotación en salud mental respecto al Plan de Salud Mental anterior 2018-2020 que fue exactamente idéntico», lamenta Carmona. «Según las cifras de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental y Adicciones se prevé un aumento del 30% de la demanda en salud mental en trastorno mental común y un 20% en trastorno mental grave que recibirán fundamentalmente los Centros de Salud Mental. Por tanto, estos presupuestos resultan a todas luces insuficientes para dar respuesta a la crisis de problemas de salud mental que estamos viviendo en nuestra región», añade.

Educación: más inversión a la concertada

En los primeros presupuestos de Isabel Díaz Ayuso, la educación concertada es la gran mimada, tras la defensa que ha hecho de esta enseñanza la presidenta regional hasta el punto de que ultima la aprobación en Pleno de una ley maestra para blindarla. Según reflejan las cuentas registradas este jueves en la Asamblea de Madrid, Ayuso destinará 1.321,6 millones de euros a los conciertos educativos, centros de titularidad privada sostenidos con fondos públicos. Esto supone 300 millones más con respecto a las cuentas de 2019. La inversión a la educación pública infantil –no obligatoria–, a la primaria y especial es de 1.101,7 millones de euros; para la red pública de enseñanza secundaria y FP, de 1.104 millones.

«Es un presupuesto muy opaco y muy engordado con fondos europeos y del ministerio. Aún así no es suficiente y se queda muy lejos de las necesidades que tiene el sistema por los déficit estructurales que arrastraba y que se incrementan tras la pandemia», valora Isabel Galvín, portavoz de enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO). «A pesar de que el Producto Interior Bruto madrileño ha bajado y eso hace que suba el porcentaje del PIB dedicado a educación, Madrid seguirá siendo la última en gasto educativo porque no va a llegar al 3% del PIB», lamenta.

Una de las partidas que aumenta significativamente en educación es la destinada a profesores de religión. El gasto presupuestado para esta categoría en la educación pública asciende a 46,27 millones, lo que supone un aumento del 23% respecto a 2019, 8,7 millones de euros más.

Investigación

La partida de desarrollo e innovación pasa de 148,32 millones a 172 , un aumento de un 15%, siendo el 0,74% del presupuesto total en plena crisis sanitaria. En 2019, Madrid era la cuarta comunidad autónoma por la cola que menos invertía per cápita, unos 22,26 euros, situándose en un 55% menos que la media nacional, y muy lejos de los 51 euros de la Comunidad Valenciana o los 163 del País Vasco. En el presupuesto actual, la inversión per cápita en I+D que dedica la «locomotora» de España y primera región económica del país se queda en 25,24 euros por persona.

Por último, proyecto de Presupuestos para 2022 recoge un aumento del 18% en el gasto para asesores del Gobierno regional en comparación con las cuentas de 2019, pese a que Ayuso ha asegurado que congelará los salarios de los altos cargos y después de que destacara en su investidura la reducción de consejerías de 13 a 9 tras las elecciones del 4 de mayo.

 

3. Nueva edición de la Revista Madrileña de Medicina. Vuelve a leer el ‘CON FIRMA’ de Javier Bermejo, del SUMMA 112. «El final del verano», por Javier Bermejo

¡Por fin ha llegado el mes de octubre! Ya sé que mucha gente, la mayoría de la población de hecho, estará todavía saboreando los momentos felices de las pasadas vacaciones de verano. Después de todo lo que ha ocurrido con la pandemia, el descanso era más que merecido. Este verano pasado, además, se ha podido disfrutar con algo más de normalidad, afortunadamente, dado el descenso de contagios por Covid-19, lo que ha hecho que las medidas de protección hayan sido menos estrictas. No obstante, aún queda mucho por hacer, y no hay que bajar la guardia.

Sin embargo, para el sector sanitario el periodo estival ha supuesto otro esfuerzo más, otro periodo de tensión, por si llevábamos pocos durante este mar de fondo que ha supuesto la pandemia que nos azota, tensionando un sistema sanitario ya muy deteriorado desde antes de que se iniciara. Principalmente, en los centros de salud de Atención Primaria han sufrido los que han quedado trabajando durante el verano, cubriendo a los compañeros que se iban de vacaciones y con ausencia casi total de suplentes, con sobrecargas de trabajo casi inhumanas: ¡qué  se puede contar al respecto que no se haya publicado ya en los medios de comunicación! Así que los médicos de Atención Primaria han llegado exhaustos a sus vacaciones, y tras disfrutar de ellas se han encontrado con tal panorama que cualquier descanso que hubieran alcanzado en las vacaciones se esfumó al segundo día de volver al trabajo.

De lo que menos se habla en los medios de comunicación es de la situación que se vive en el SUMMA 112. Aquí también falta personal, especialmente médico, y desde hace mucho, mucho tiempo. De hecho, los problemas de falta de personal en el SUMMA 112 provienen de mucho antes del inicio de la pandemia; tradicionalmente, el verano traía consigo el caos a la empresa. Este año y el anterior no han sido diferentes: durante el verano la ausencia total de suplentes, sumado al  volumen de médicos en situación de IT, así como el volumen de trabajo disparado por el hecho de mantener los SUAP cerrados, ha, hecho el periodo estival especialmente duro. Así que… ¡bienvenido sea octubre! Al menos, ya estamos trabajando todos los que quedamos en nuestros puestos,  ya  que hemos agotado las vacaciones.

Podemos decir además que, debido a esta situación de falta crónica de personal, el nivel de estrés, agotamiento y burnout en esta empresa es bastante alto entre los profesionales. Por desgracia la empresa, que sabe de las dificultades por la que se está pasando, intenta tomar decisiones que no ayudan en nada, más bien al contrario, implanta dinámicas perniciosas que lo que generan es más estrés y más malestar general.

Debido a la falta de personal, la Dirección General del SERMAS (no la del SUMMA 112, esta orden viene de arriba) decidió que los cursos online no iban a servir para acreditar horas de formación; solo iban a servir esos cursos que ellos llaman síncronos, como si eso les hiciese tener un plus de calidad. El caso es que, además, por orden de la Dirección -esta vez sí la del SUMMA 112- se prohibió coger horas de formación durante el periodo estival.

Muchos profesionales aprovechan esas horas  para poder estar con sus familias, haciendo las horas de formación en los momentos que pueden, pues no se pueden coger horas de forma síncrona dado que la jornada laboral no siempre lo permite, al ser el trabajo principalmente nocturno, en fines de semana  y en días festivos. En el SUMMA muchos solemos hacer cursos online para reciclarnos; y no sólo hacemos cursos impartidos por la empresa, al igual que en el resto de estamentos (Atención  Primaria y Atención Hospitalaria). Para mas información, diré que muchos cursos impartidos por el SUMMA no sirven para acreditar el título de Transporte Sanitario necesario para poder trabajar en una UVI móvil, así que eso obliga a los profesionales a realizar cursos en otros ámbitos que sí están acreditados para tal fin.

El caso es que ya se ha avisado que cuando lleguen las Navidades sucederá lo mismo, no se darán días de permiso de ningún tipo más allá de los que legalmente estén obligados a conceder. Así que ya estamos temiendo la llegada de esos días que no se reconocen como de especial penosidad, en los que volverá a haber carencia de profesionales, dado que su falta es ya crónica. Esto lleva a la situación de que los trabajadores van progresivamente perdiendo derechos  por la falta de personal, lo que al final se traduce en que haya menos gente interesada en trabajar en este servicio. Es un circulo vicioso tan grave que al final genera  lo que podríamos llamar “efecto centrifugadora”: no solo no hay quien quiera venir a trabajar al servicio, sino que además “escupe” a los profesionales que tiene dentro.

La carestía de médicos ha hecho que, durante todo el verano, muchas UVI hayan ido sin medico a los avisos, situación que, en más de una ocasión, ha comprometido la correcta atención de los ciudadanos. La figura de SVAE (Soporte Vital Avanzado con Enfermería) está siendo promocionada de forma intensa, y parece que se vislumbra como un futuro cercano en el SUMMA 112: el que la mayoría de las UVI sean SVAE. La atención será realizada por técnicos y enfermeros, con el apoyo desde el Centro Coordinador, desde donde contactan de forma telefónica con el equipo para dar instrucciones sobre la forma de actuar. Se asegura que esta forma de atención tiene la misma calidad que si hubiese medico en la UVI, pero la realidad es bien distinta.

Respecto a las UAD (Unidades de Atención Domiciliaria) la situación ha sido similar, agravada si cabe por el hecho de que cuando falta el médico (si la ausencia es del técnico se cubre fácilmente, puesto que no hay déficit de los mismos) se queda la UAD inactiva, dejando amplias zonas de la Comunidad de Madrid cubiertas solo por las UAD cercanas a la que está inactiva, sobrecargándolas al tener que hacer, además de sus propios avisos los de la UAD que falta. Así ha ocurrido todo el verano. En las UAD de Madrid ciudad este efecto se nota menos, pero en las periféricas obliga a realizar grandes desplazamientos entre los diferentes avisos, con la demora (y riesgo para el paciente) que eso supone.

Recientemente y durante el verano, en relación a la falta de médicos en el servicio, la Dirección del SUMMA 112 ha optado por montar algunos días un servicio de ambulancia urgente con dos técnicos. Cuando faltaban varios médicos, se ponía a trabajar a dos técnicos dentro de una ambulancia realizando traslados. Esto es lógico hacerlo, dado que no se puede tener trabajadores sin hacer nada, pero desde luego la dirección se ha visto obligada a ello como una forma de salir del paso.

Así son las cosas en este servicio que se supone es de los mejor valorados por los madrileños. Un servicio donde cada vez hay menos médicos trabajando, y cuya situación empeorará en los próximos años mucho más.

Desde AMYTS se han realizado propuestas para paliar esta situación: pago de los días especiales de Navidad a semejanza de como se pagan en Atención Hospitalaria, traslado voluntario de personal mayor de 55 años a Atención Primaria u otras especialidades (dado que en el SUMMA 112 hay médicos con diferentes especialidades) para que estos trabajadores puedan dejar de hacer guardias (cierto que así los perdería el SUMMA 112, pero los ganaría Atención Primaria, por ejemplo, paliando parcialmente su situación precaria), retirada de los retenes sustituyéndolos por otros tipos de servicios. Sin embargo, desde el Servicio Madrileño se han rechazado y no se ha planteado ninguna solución alternativa.

A día de hoy la realidad es que los SUAP (Servicios de Urgencia extrahospitalaria dependientes del SUMMA 112) se mantienen cerrados, sin poder atender a la población, y existe un déficit muy importante de personal médico, lo que se traduce en que haya UVIs sin médicoUAD inoperativas muchos días, sobrecarga laboral del personal que queda trabajando, etc.

Además, habrá pérdidas importantes de profesionales en los próximos años debido a las jubilaciones, porque la edad media de los trabajadores es muy elevada (sin olvidar también las “prejubilaciones” a causa de enfermedad, de las cuales no se habla, pero existen).

Sabemos que desde la Dirección del SUMMA se han solicitado ciertas mejoras para los trabajadores que, de momento, no han obtenido respuesta por parte de la Dirección Asistencial del SERMAS, o bien no han tenido el efecto deseado de atraer trabajadores. La excusa más habitual es que faltan médicos en toda España y por eso no encuentran; me pregunto qué ha hecho el Servicio Madrileño de Salud para retener entre sus filas a los 224  residentes que acabaron la Especialidad de Medicina de Familia en la Comunidad de Madrid, cuando ninguno ha ido a trabajar al SUMMA).

Recordemos las condiciones: mes de vacaciones obligatorias impuesto por la empresa, negativa a conceder permisos durante periodos cada vez más largos, horas de formación online que no sirven para solicitar permisos de formación, ausencia de CIAS en las plazas (por lo que el trabajador dispone de plaza en el Servicio pero no de plaza en un puesto concreto, pudiendo ser movido al antojo de la Dirección), ausencia de incentivos adecuados durante los días especiales de Navidad… La pregunta es: ¿Pero alguien quiere trabajar en estas condiciones?

Francisco Javier Bermejo Yagüe.

Médico de Urgencia Extrahospitalaria. Delegado AMYTS del SUMMA 112.

Fuente: AMYTS

 

4. ¡No te pierdas la contraportada de Mónica Lalanda dedicada a los directores de los centros de salud de Madrid!

Mónica Lalanda, una de nuestras viñetistas, nos trae la contraportada del mes de octubre centrándose en la maravillosa rebelión de los directores de los centros de salud de Madrid contra el último maltrato de la Consejería de Sanidad.

 

5. ¿Cuánto tiempo tiene un médico para la consulta? Un médico estadounidense le ‘saca’ 10 minutos más de consulta al español

En España la agenda de pacientes óptima se sitúa en torno a 25 o 30 pacientes, con una atención de 10 minutos como mínimo. Una realidad que pocas veces se cumple – en Madrid la cifra de pacientes al día se sitúa en los 50 – pero que contrasta de lleno con la atención que destinan en Estados Unidos.

Según el informe de compensación para médicos jóvenes de Medscape 2021 el 62 por ciento de los médicos dedica 16 minutos o menos a cada uno de sus pacientes. Mientras, en España, la dedicación de un facultativo a cada paciente ronda los cinco a seis minutos, lo que supone una difrencia de casi 10 minutos menos que sus homólogos estadounidenses.

De esta forma, según el informe Medscape 2021, más de la mitad de los médicos estadounidenses dedica entre 30 y 45 horas semanales a la atención de los pacientes. Un tiempo que, a la hora de repartirse, supone que cada sanitario no puede dedicar más de 15 minutos a cada paciente en su jornada laboral.

A la atención directa, los profesionales sanitarios deben sumar el trabajo burocrático. Es en estas tareas donde el informe expone que las tres cuartas partes de los médicos dedican 10 horas o más a la semana a atender el trabajo administrativo y de gestión.

La vuelta a la presencialidad a la Atención Primaria en España pone sobre la mesa la comparativa con EEUU, situando a España en desventaja en cuanto al tiempo dedicado a cada paciente. Según los datos recogidos por Redacción Médica, un sanitario español dedica de media cinco minutos a cada paciente. Si seguimos el informe elaborado por la la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), ya en 2011, se ponía el foco en la necesidad de dedicar a las Especialidades entre 60 y 90 minutos de consulta, mientras que las revisiones deberían estar en torno a los 15-20 minutos, cifras muy lejanas al tiempo que realmente se dedica.

Cabe mencionar que los tiempos de consulta se recogen en la Carta Europea de los Derechos del Paciente, donde se estipula que “l​os médicos deben dedicar un tiempo adecuado a sus pacientes, incluyendo el tiempo dedicado a proporcionar información”. Un derecho doble, el de pacientes y el de profesionales, que difícilmente puede otorgarse con la actual congestión que presenta el sistema sanitario.

Diferencias salariales

nivel salarial, este informe mide las compensaciones que han obtenido los casi 2.500 médicos estadounidenses consultados en 2020, un año en el que pese a la pandemia el estudio recoge que “terminó con un ingreso general similar al año anterior”. En concreto, los salarios estadounidenses se sitúan en torno a los 242.000 dólares anuales (unos 208.000 euros)  para la Atención Primaria y los 344.000 dólares anuales (unos 296.000 euros) en las Especialidades.

Este informe también destaca cómo, en promedio, los médicos varones continúan ganando más que sus compañeras femeninas, tanto en Atención Primaria como en las Especialidades. Una realidad que se acentúa más entre los profesionales de 35 a 54 años.

Si ponemos el foco en los datos salariales españoles, la distancia con los sueldos estadounidenses se acentúa. Así, en este punto cabría mencionar la propuesta de la a Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) de aumentar anualmente el presupuesto de Sanidad que se destina a Primaria en un 2,5 por ciento hasta llegar al 25 por ciento del total, con vistas a aumentar las remuneraciones. Una cantidad basada en las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Foro de Médicos de Atención Primaria y la Unión Europea de Médicos Generales (UEMO).

Fuente: REDACCIÓN MÉDICA

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