Cargando

Type to search

E-BOLETÍN

Boletín Diario Informativo de AMYTS del 2 de febrero de 2024

Share

1. AMYTS pide a la consejera de Sanidad de Madrid que impulse junto al Ministerio de Sanidad la reclasificación de los médicos

2. 2X04 CONOCE A TU DELEGADA | SUSANA CALVO (DELEGADA DE AP DE AMYTS)

3. AMYTS Informa. Atent@s este viernes que hay nueva tanda de listados definitivos del concurso de méritos derivado de la ley 20/2021 (OPE de estabilización)

4. V CONFERENCIA INTERNACIONAL DE SINDICATOS MÉDICOS. «El problema de las migraciones tiene tal impacto que la propia OMS ha elaborado un código de prácticas sobre el reclutamiento de médicos»

5. V CONFERENCIA INTERNACIONAL DE SINDICATOS MÉDICOS. «Es indudable la necesidad del uso de las medidas de presión para poder conseguir logros para los trabajadores»

1. AMYTS pide a la consejera de Sanidad de Madrid que impulse junto al Ministerio de Sanidad la reclasificación de los médicos

Todos los sindicatos médicos de España nos hemos unido para reclamar la reclasificación de los médicos en un grupo y escala del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) que reconozca la titulación y formación exigida para nuestro ejercicio profesional. Y desde AMYTS hemos reclamado a la Consejería de Sanidad de Madrid que se posicione a favor e impulse junto al Ministerio de Sanidad esta petición unánime.

En este sentido, tal y como se señaló en la rueda de prensa conjunta de CESM, Metges de Catalunya, el Sindicato de Médicos de Andalucía y el Sindicato de Médicos de Euskadi, reclamamos la creación del Grupo A Plus para nuestra profesión: “El reconocimiento del Grupo A Plus no sólo sería un reconocimiento a la labor y dedicación de los médicos, sino que también tendría un impacto positivo en la calidad de la atención sanitaria”.

Este reconocimiento podría ayudar a atraer y conservar a los mejores talentos en el campo de la Medicina, lo que a su vez beneficiaría a los pacientes y al sistema sanitario en general.

Esta petición formal ya se ha realizado al Ministerio de Sanidad y los sindicatos médicos autonómicos han ido haciendo extensiva la información a sus consejerías.

Por ello, desde AMYTS animamos a la Comunidad de Madrid a impulsar la reclasificación de los médicos en el Grupo A Plus al considerar que el acceso al actual Grupo A exige tener posesión del título universitario de Grado y para ejercer en Medicina implica 11 o 12 años de formación que corresponden a Grado + Máster + MIR.

CARTA ENVIADA POR ÁNGELA HERNÁNDEZ, SECRETARIA GENERAL DE AMYTS, A LA CONSEJERA FÁTIMA MATUTE

Fuente: AMYTS

 

2. 2X04 CONOCE A TU DELEGADA | SUSANA CALVO (DELEGADA DE AP DE AMYTS)

Fuente: AMYTS

 

 

3. AMYTS Informa. Atent@s este viernes que hay nueva tanda de listados definitivos del concurso de méritos derivado de la ley 20/2021 (OPE de estabilización)

La Consejería de Sanidad nos ha comunicado que este viernes 2 de febrero de 2024 está prevista la publicación en la página web el listado de calificaciones definitivas de las pruebas selectivas, por el turno libre, para el acceso a la condición de personal estatutario fijo del Servicio Madrileño de Salud en relación con el concurso de méritos derivado de la Ley 20/2021 de las siguientes categorías:

A1 SANITARIO

  • Facultativo Especialista en Análisis Clínicos
  • Facultativo Especialista en Bioquímica clínica
  • Facultativo Especialista en Inmunología
  • Facultativo Especialista en Microbiología y Parasitología
  • Facultativo Especialista en Medicina Nuclear
  • Facultativo Especialista en Neurofisiología Clínica
  • Facultativo Especialista en Neurocirugía
  • Facultativo Especialista en Radiofarmacia
  • Facultativo Especialista en Urología.
  • Médico de Urgencia Hospitalaria

Fuente: AMYTS

 

4. V CONFERENCIA INTERNACIONAL DE SINDICATOS MÉDICOS. «El problema de las migraciones tiene tal impacto que la propia OMS ha elaborado un código de prácticas sobre el reclutamiento de médicos»

La cuarta mesa de la V Conferencia Internacional de Sindicatos Médicos celebrada en Alicante los días 25 y 26 de enero organizada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) junto con CESM CV y el Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA) abordó la «Migración de profesionales: formación universal. Pérdida de oportunidad y fuga de conocimiento«. Moderada por Noel Carrilho, vicepresidente del Sindicato dos Médicos da Zona Centro de la FNAM portuguesa, contó con la participación de Javier García Tirado, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, Carlos Martínez Parra, anestesista de Ameusa, y Janice Painkow, del Sindicato Médico de Tocantins-FMB brasileño.

El primero en intervenir fue Javier García Tirado, quien hizo un repaso por el número de médicos y la formación necesaria para contar con profesionales en el Sistema Nacional de Salud. España se sitúa en el cuadrante de países donde la tasa de médicos se considera alta y la de Enfermería, baja, y el gasto se ha ido incrementando a nivel de inversiones en infraestructura, recursos sanitarios, etc., pero la remuneración del personal se ha reducido un 1,3% y si la cifra la focalizamos en la formación de residentes la disminución es del 5%, según datos del Ministerio de Sanidad.

Otro dato que se suele analizar es si se tienen muchas o pocas facultades de Medicina o si se forman muchos o pocos médicos. «Si se usa la frase de que no hay médicos, pues vamos a formar más», se piensa, según decía, pero «tenemos una tasa de pregraduados que está incluso un poquito por encima de la línea de la OCDE, ahora mismo no podemos decir ni mucho menos que nos falten médicos graduados«. Actualmente se están convocando 8.700 plazas para Formación Sanitaria Especializada, requisito para poder ejercer en el SNS además del título de graduado. «Antes no había numerus clausus y accedían muchos pero acababan muy pocos. Cuando se introduce ese concepto, se reduce el número. Entonces ¿debemos alterar o variar los numerus clausus? Las plazas MIR con el tiempo se han ido incrementando, ahora prácticamente el número de las que se convoca viene a ser el mismo que el de graduados que terminan. Esto es un espejismo, es una situación y cuestión multifactorial. Hay bolsas de profesionales en paro o situación precaria que está propiciando esos movimientos migratorios«, señalaba García Tirado.

Otro aspecto importante según su opinión es cuánto cuesta formar un médico al Estado, que son unos 60.000 euros. El MIR es poco menos de 200.000 euros, de manera que formar a un profesional para trabajar en el SNS supone entre 250.000 y 300.000 euros.

Por otro lado, España se sitúa en un nivel medio bajo en cuanto a la tasa de médicos extranjeros. «El término de ‘homologación’ debería ser del título de graduado, y el de ‘reconocimiento’ para el título de especialista, sin el cual podrían trabajar en la sanidad privada y sin embargo se están contratando profesionales sin el título reconocido para el SNS. Además están los certificados de idoneidad, que se solicitan para dejar constancia de que el colegiado tiene la titulación pertinente y está exento de algún tipo de falta deontológica. «Pedirlo no siempre quiere decir que sea para emigrar, porque tiene una validez de 3 meses. Se nos pide a los Colegios a través de la Organización Médica Colegial (OMC), pero en torno a 3.500 se solicitan anualmente. Unos 300 o 350 profesionales se marchan cada año de España a trabajar fuera, con Emiratos Árabes y Canadá como un polo de atención importante como destinos. Aproximadamente viene el doble de médicos extranjeros que los españoles que se marchan. De los que emigran, según una encuesta de la OMC, el 35,3% lo hacen por insatisfacción por su profesión, la carga de labor asistencial, la dificultad para conciliar la vida, y no hay programa de fidelización o atracción. El problema no es nuevo, sufre un aumento gradual a lo largo de los años y tiene tal impacto que la propia OMS ha elaborado un código de prácticas sobre el reclutamiento de médicos», admitía García Tirado.

El presidente zaragozano terminaba su exposición aprovechando una frase de Richard Branson, que decía «forma bien a la gente para que pueda marcharse. Trátales mejor para que no quieran hacerlo».

A continuación intervino Carlos Martínez Parra, anestesista en el Yuma Regional Center de Estados Unidos y de la Asociación Ameusa, que explicó cómo funciona el sistema americano por si alguien tenía la idea de emigrar, aunque tener una plaza en EEUU depende de la especialidad, ya que unas tienen más posibilidades que otras. «Las opciones de ‘match’ con la especialidad en EEUU son del 58,6% mientras que en España es del 63,32%. El resultado de obtener una plaza de residente es muy competitivo, siempre dan mucha más prioridad a los que se han graduado en Estados Unidos, y si quieres hacer la especialidad allí puedes hacer un fellowship o empezar de nuevo la carrera. Comparado con el MIR en España aquí estamos en unos 9.000, hacemos exámenes cada año durante la residencia y al final de año hay uno para ser board certified», decía añadiendo muchos datos sobre cómo es el recorrido allí.

En cuanto a salarios, Parra comentaba que de residente esto dependía del Estado, por lo que hay que valorar el nivel de vida también, ya que «si te ofrecen 60.000 euros al año, para vivir en Nueva York no te da para nada», por ejemplo. «Yo quería hacer ortopedia y al ver los números, que es la más demandada, decidí cambiar de especialidad. Aquí cada médico trabaja por dos», añadía.

Como explicaba, el salario viene del Gobierno federal y no todos los hospitales pueden tener una residencia, pero luego es cada hospital el que complementa el sueldo fijo. Del mismo modo se ponen las bases a nivel estatal de cómo deben ser las habitaciones donde se hacen las guardias, privadas, a nivel individual, etc.

«En cuando a la Seguridad Social, aquí te van a dar 800 dólares al mes y no tienes para nada, pero puede hacer aportaciones aparte. Cada día de trabajo el seguro son 300 dólares, y aparte de eso tienes que tener otros planes de pensión privados», señalaba.

Preguntado por si, en el caso de que en España fueran mejores las condiciones, se plantearía volver, Parra admitía estar ya asentado allí, donde la calidad que ha conseguido no la tendría en España, pero sí conoce españoles en el grupo de la asociación que sí quieren volverse, por diferentes razones, y ahora se están encontrando con un problema, que es que sí es diferente la homologación y el reconocimiento del título.

Las proyecciones en Brasil

Por último intervino Janice Painkow para explicar cómo funciona el sistema en Brasil, con 353 escuelas médicas de las que el 34,3% son públicas, en 220 municipios (el 71,7% están en el interior y solo el 28,3% en capitales).  En la evaluación CFM, los criterios mínimos para que el proceso de enseñanza se desarrolle sin problemas son la provisión de 5 camas de hospital público para cada estudiante en el municipio donde se desarrolla el curso; seguimiento de cada equipo de la Estrategia de Salud de la Familia (ESF) por un máximo de 3 estudiantes de pregrado y la presencia de un hospital con más de cien camas exclusivamente para el curso.

En este sentido, 19.284 nuevas camas serían necesarias para cubrir el déficit en 22 estados, el 41,2% de los municipios tienen más de 3 alumnos por equipo de ESF y el 56,5% de las escuelas médicas están en municipios sin ningún hospital universitario cerca. Solo el 19,9% de las escuelas médicas (70) están presentes en ciudades donde se cumplen todos los parámetros.

Según Painkow, en poco más de dos décadas, desde el año 2000, cuando Brasil tenía 219.896 médicos, el número de profesionales se duplicó, mientras que en el mismo periodo la población general del país creció alrededor del 27%. En 20190 había 1,63 médicos por mil habitantes y en 2023 hay 2,60.

En 2021 fueron acreditados en Brasil 4.950 programas de Residencia Médica (RM) autorizados para formar médicos en 55 especialidades y 59 áreas de actividad reconocidos por la Comisión Mixta de Especialidades (CME), compuesta por representantes del CNRM, el Consejo Federal de Medicina (CFM) y la Asociación Médica Brasileña (AMB). Los 41.853 médicos que estudiaron RM en 2021 representaron alrededor del 8% del total de médicos que trabajan en el país. Respecto a las migraciones, casi el 70% cursan la residencia en ciudades diferentes a donde se graduaron.

Painkow señalaba que en 2023 se aprobó por ley la Estrategia Nacional de Formación de Especialistas para Salud dentro del Programa Más Médicos. Con esto se pretende crear nuevos incentivos y normas para que, al cierre de 2023, hubiera 28.000 profesionales radicados en todo el país, principalmente en zonas de extrema pobreza.

Según la estrategia y proyección a 2035, plantea 3 escenarios:

  • A: considera un supuesto congelamiento en la apertura de carreras de pregrado y vacantes médicas, es decir, entre 2023 y 2029 no se sumarían nuevos médicos adicionales a los provenientes de las nuevas vacantes pregrado autorizadas hasta 2022.
  • B; presupone el comportamiento y efecto de la legislación vigente en 2022, según la cual se regula la apertura de cursos y vacantes, pero no se interrumpiría en los años siguientes. Basado en la expansión de la oferta en años anteriores, el escenario B consideró un aumento de 1.000 vacantes médicas de pregrado entre 2023 y 2029.
  • C; Más de un millón de médicos trabajarán en Brasil en 2035. Además de numerosa, la población de médicos será más femenina, más joven y, probablemente, distribuidos de manera más desigual en el país.

Fuente: CESM

 

5. V CONFERENCIA INTERNACIONAL DE SINDICATOS MÉDICOS. «Es indudable la necesidad del uso de las medidas de presión para poder conseguir logros para los trabajadores»

La V Conferencia Internacional de Sindicatos Médicos celebrada en Alicante los días 25 y 26 de enero organizada con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) junto con CESM CV y el Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA) programó una mesa redonda en la que se abordaron las acciones gremiales y medidas de presión en conflictos. Moderada por Alejandro Calvente, presidente de CESM CV, contó con la participación de Pablo Maciel, de la CICOP argentina, José Minarrieta, del Sindicato Médico del Uruguay y Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico Balear (Simebal).

En primer lugar intervino Pablo Maciel para explicar que las acciones gremiales en su país son todavía realmente bastante jóvenes para una profesión precapitalismo, aunque sí tuvieron una huelga de hospitales reciente. Los objetivos de los métodos de presión son la mejora de la calidad de asistencia, mejoras en las condiciones de trabajo y mejoras de los salarios. «Es indudable la necesidad del uso de las medidas de presión para poder conseguir logros para los trabajadores en los espacios de negociación pública y privada. Contamos con múltiples instrumentos de presión entre los que podemos encontrar herramientas clásicas de la actividad sindical y otras propias de nuestro sector laboral», señalaba.

Entre las herramientas de presión mencionaba el paro y la movilización, la retención de tareas asistenciales (exceptuando la guardia médica), el trabajo a reglamento y la afectación de las tareas administrativas (no firmar los bonos de consulta). Esto tiene un impacto en la opinión pública, redes sociales y medios de comunicación. «Esto es muy importante profesionalizarlo, porque a veces caemos en el ‘amateurismo’ pero todo llega mejor si hay una estrategia de comunicación», admitía.

Maciel también expresaba que todo funciona mejor cuando hay un consenso y una acumulación de fuerzas, utilizando asambleas, plenarios o congresos, y destacaba la importancia de la construcción de alianzas y la articulación gremial; de las organizaciones médicas a nivel nacional, regional e internacional; dentro del equipo de salud y con otros sectores del mundo del trabajo. «Nosotros tenemos experiencia muy positiva de acciones conjuntas con sindicatos de Enfermería. Le damos mucha importancia también a la alianza entre organizaciones médicas», concluía.

Por su parte, José Minarrieta, del Sindicato Médico del Uruguay, admitía cierta tibieza propia al «escuchar a los colegas», ya que no recordaba hacía cuánto que no convocaban una huelga. Para él, las medidas de presión requieren introducir cuestiones de contexto local, y focalizaba en que la herramienta principal es la organización sindical, su imagen pública, su desarrollo organizativo, su historia, sus mecanismos democráticos internos, etc. Esto hace la fuerza de las medidas», exponía.

Minarrieta explicaba que en torno al trabajo surgen organizaciones representativas que defienden intereses y derechos de sus asociados, y la sociedad contemporánea ordena y resuelve los conflictos en clave de convivencia democrática. En Uruguay hay sindicatos y colegios, y otras de menor volumen y jerarquía, que a su vez ejercen funciones y actividades de distinto orden. El sindicato es una organización libre, voluntaria, cuyo fin principal es la defensa de los derechos de sus asociados y por extensión los de toda la actividad o profesión. En este sentido, «la política y la tarea sindical no deben cruzarse, y la injerencia debe rechazarse enfáticamente porque complica la percepción de lucha que tenemos». Por este motivo en Uruguay se financia el sindicato con una cuota médica social, y «rechazaríamos cualquier financiación ni de política ni de industria ni nada, porque si alguien te financia busca influir en tus decisiones».

Por otro lado está el Colegio médico, una organización panestatal de integración obligatoria para poder ejercer la profesión, que tiene prohibida toda la acción gremial por ley y sus cometidos van más hacia la regulación de la profesión desde el punto de vista ético y del desarrollo profesional médico continuo. También existen sociedades científicas, generalmente vinculadas a una especialidad. Las más vinculadas a lo anestésico quirúrgico han constituido un sindicato aparte del Sindicato Médico del Uruguay.

Según explicaba, la corporación médica no necesariamente son estructuras definidas. Su pensamiento y acción defienden los intereses de sectores de profesionales por encima de cualquier otro, incluso por encima de la calidad de la asistencia de la población, y esto es lo contrario a su percepción sindical y es tarea continua evitar esa actitud corporativa.

Conocer la sociedad y los recursos disponibles

En su opinión, condiciones de trabajo y calidad asistencial van de la mano, y «nuestra vocación profesional y los fines de la Medicina ponen a la par las reivindicaciones laborales con la calidad asistencial», y el sindicato debe tener claro un mapa sobre la sociedad en la que actúa, respecto a la opinión pública, análisis político de la coyuntura y generar equipos de trabajo con asesoramiento.

Entre los recursos gremiales necesarios para tomar medidas sindicales, Minarrieta señalaba el conocimiento (asesoramientos técnicos), los recursos económicos y los recursos técnicos, y dividía los conflictos en micro conflictos (individual o grupos reducidos), intermedios que afectan a un prestador o a parte de un prestador y generales, que pueden ser en el sector público, privado, o en ambos. Cada tipo de conflicto contaba con sus recursos disponibles.

«En Uruguay existe la negociación colectiva, hay consejos de salarios (instancias tripartitas con participación del Gobierno, los empleados y las organizaciones gremiales que representamos), también tenemos participación cuando se elabora el presupuesto nacional y sucesivas rendiciones de cuentas (donde se participa como consultores de legisladores o en ministerio específicos). Para cada una de estas instancia puede requerirse o planificarse medidas de presión cuando la negociación se estanca, no avanza o fracasa. Podemos, así, tener situaciones conflictivas de diverso grado y tipo», decía.

Estas medidas de presión pueden ser variadas y dirigidas a distintos actores según la situación. Hay medidas de fuerza (paralización de actividades, la movilización callejera y aquellas destinadas a influir en la opinión pública, que no son muy propensos a ellas). La opinión pública adquiere un valor fundamental y la contribución sindical al debate público es clave, ya que un discurso con los voceros adecuados puede hacer más fuerza. Pero también advertía de la importancia de establecer límites, puesto que es muy importante por sus consecuencias directas sobre la asistencia y porque lo demanda el profesionalismo.

Además, existen barreras éticas en los conflictos, como que jamás pueden impedir la atención de urgencia o emergencia donde peligre la vida, se deben tomar las medidas necesarias para que los pacientes crónicos no vean agravada su enfermedad y nunca se puede suspender un acto médico en curso por una acción gremial, concluía.

La importancia de la ‘tralla mediática’

Por último intervino Miguel Lázaro, quien además de recordar que la pandemia por COVID puso encima de la mesa 150 lápidas de compañeros médicos, admitía que si las Administraciones no fueran perversas los sindicatos no tendrían que existir, y diferenciaba entre el diálogo y la confrontación antes de señalar que las medidas de presión sindical son las movilizaciones (concentraciones, manifestaciones, asambleas), la judicialización y la ‘tralla mediática’, porque «todo lo que no sale en medios o en redes no existe».

Lázaro dividía los conflictos en tres fases; una primera con la existencia de necesidades no satisfechas, una segunda en la que aparece el problema y por tanto las disputas, y una tercera en la que explota la crisis. En la primera y segunda es donde se puede realizar el trabajo de prevención y en la tercera los niveles de violencia impiden otro tipo de relación entre las partes. Entre las medidas de presión social situaba las movilizaciones, concentraciones y manifestaciones, asambleas, judicializaciones, denuncias a la Inspección de Trabajo y la mencionada tralla mediática.

Respecto a la huelga médica, el presidente de Simebal señalaba que es un derecho de los trabajadores y que los sindicatos tienen un gran papel, aunque como condicionantes mencionaba que es necesario agotar los procedimientos de conciliación o mediación antes de decretar una huelga, realizar una votación sobre la huelga y obtener apoyo mayoritario antes de declararla y un periodo de notificación previo a la declaración.

Tras un repaso por las recientes huelgas no solo nacionales sino también de médicos alemanes, eslovenos o ingleses, y mencionando las regionales especialmente en Atención Primaria durante 2023 y la de CESM que permanece suspendida, Lázaro hizo especial mención a los médicos de Ceuta y Melilla, que 10 meses después seguían sin una solución por parte de Ingesa, dependiente del Ministerio de Sanidad.

En este sentido, y ante la pregunta de cuándo hacer una huelga, el presidente de Simebal proponía los periodos electorales, con el máximo grado de cabreo del colectivo médico, en un contexto de huelgas generalizadas, tras un ‘calentamiento previo a través de la tralla mediática’, con un relato pedagógico para usuarios y médicos y en un contexto de sinergias y complicidades que integre, si es posible, a todos los profesionales. Además, es importante el apoyo de las organizaciones de pacientes.

Sin embargo, Lázaro admitía que había cuestiones por las que a los médicos no les gusta hacer huelga, como son las cuestiones económicas, éticas y deontológicas, personales (insolidaridad, egoísmo, quejorrea, síndrome del esquirol, narcicismo con ausencia de empatía, burn out), relacionadas con el sesgo ideológico del médico y del sindicato, relacionadas con la motivación de la huelga por el sindicato (imagen del sindicato y clave el relato), psicológicas (síndrome de Estocolmo), por un gregarismo manifiestamente mejorable o por la mala imagen social. Además mencionaba la indefensión aprendida del colectivo médico, por la que las situaciones de maltrato mantenido hace que los médicos se vuelvan pasivos y disminuya su motivación para responder y para tener confianza en que es posible cambiar la situación.

Otro punto a tener en cuenta para Lázaro es la importancia del relato, y mencionaba que debe ser un relato único para un solo portavoz, con el objetivo prioritario de informar a la población y conseguir su apoyo, que justifique la conducta médica en lugar de denigrar a la Administración, que muestre disposición al diálogo en busca de una causa justa, con declaraciones racionales y sinceras y un lenguaje apropiado y comunicación sin altanería. Así, las claves del relato son la seguridad de los pacientes, la calidad asistencial y la dignidad del profesional, siempre con el imperativo ético y legal de preservar la seguridad de los pacientes.

Tras esta intervención, Gustavo Noya, secretario gremial de la Asociación de Médicos Municipales de la ciudad de Buenos Aires, y Pablo Maciel, aprovecharon para leer un comunicado por la situación de extrema gravedad que vive Argentina, «porque están poniendo en entredicho el derecho a la huelga y a la actividad sindical. Denunciamos que los ajustes los va a pagar el pueblo. La Ley Ómnibus prácticamente pasa por encima de la separación de poderes, va a desmantelar los servicios públicos, quita subsidios a servicios públicos, incluye desmantelamiento de normas medioambientales. Este plan no cierra sin represión, avanza sobre los sindicatos, la libertad sindical y los derechos laborales de los trabajadores. Es nuestra obligación denunciar la situación de los equipos médicos y la atención a los pacientes, la calidad de los servicios de salud. Planteamos que la patria no se vende. Gracias», concluían.

Fuente: CESM

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *