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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 14 de julio de 2022

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1. Ayuso anuncia una reforma «profunda» y «severa» de la sanidad madrileña. ¿Qué nos parece en AMYTS? Ángela Hernández responde

2. AMYTS en los medios: reportaje de El País con declaraciones nuestras sobre la situación de la sanidad en Madrid tras el anuncio de Ayuso

3. El Ministerio de Sanidad crea una Comisión de Trabajo para analizar el porqué de las plazas MIR desiertas

4. Informe de la OIT y la OMS: las mujeres que trabajan en el sector sanitario ganan un 24% menos que los hombres

5. España, con 2.447 casos, se convierte en el país más afectado por la viruela del mono; Madrid tiene más casos que todo EEUU

1. Ayuso anuncia una reforma «profunda» y «severa» de la sanidad madrileña. ¿Qué nos parece en AMYTS? Ángela Hernández responde

La sanidad madrileña se prepara para afrontar una reforma «severa» y «profunda» según ha señalado este miércoles la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien avanzó que el nuevo plan se presentará durante el próximo debate del estado de la región, ya en septiembre.

En este proyecto, se abordará de manera particular la reducción de las listas de espera y la reapertura de los 37 SUAP (Servicios de Urgencias de Atención Primaria) que dependen del SUMMA 112 y se encuentran fuera de servicio desde que estalló la pandemia por coronavirus lo que ha provocado numerosas protestas en los últimos meses de sindicatos, usuarios y asociaciones en defensa de la sanidad pública. Además, como ya había anunciado, la presidenta desveló que la comunidad apostará por la telemedicina en algunas especialidades.

En una entrevista concedida al programa Es Radio, la mandataria regional detalló que se anunciarán «unas reformas severas en el sistema sanitario, profundas, de aquí hacia adelante». Isabel Díaz Ayuso señaló que «el sistema ha de seguir siendo publico, pero tiene que ser efectivo, y tiene que además atender a las nuevas patologías que tenemos por el hecho de vivir tantos años».

El anuncio de la presidenta Ayuso sobre la reapertura de los SUAP no es nuevo. Ya hace días la dirigente madrileña avanzó que esos centros volverán a estar operativos cuanto tenga «la posibilidad». Un anuncio que se produce tras las movilizaciones para pedir la reapertura inmediata de estos servicios -un total de 37 que estaban operativos las noches y los fines de semana y evitaban colapsar los hospitales– que se suceden desde hace meses.

Y, lo más llamativo, una reapertura que no contemplaba la propia Consejería de Sanidad que, el pasado 20 de junio, presentaba un nuevo mapa de las urgencias extrahospitalarias en Madrid tras el verano que ese mismo día trasladaba a los representantes sindicales de la Mesa Sectorial que llevaban meses batallando porque esos centros volvieran a abrir sus puertas.

La reorganización, muy estudiada según la Consejería de Sanidad, se basa en la redistribución de los recursos según criterios de actividad, geográficos o de ausencia de un hospital cercano. Según lo que se expuso en ese momento se reabrirían sólo 17 de los 37 (SUAP) cerrados a raíz de la pandemia.

Las primeras reacciones a esas noticias, contradictorias, sobre la reapertura de esos centros no se han hecho esperar. «Es agotador escuchar a la Consejería de Sanidad y al Gobierno de la Comunidad de Madrid dar un titular tras otro y que no vayan acompañados de la adecuada gestión e inversión que requiere la sanidad madrileña. La Consejería presenta en mesa sectorial una reorganización de los servicios de urgencias de atención primaria y, a los pocos días, ante el rechazo a la medida la presidenta, dice que se abrirán todos cuando se pueda», critica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Ángela Hernández Puente, secretaria general del sindicato médico Amyts.

Para la representante sindical, «la impresión es que se gobierna y se gestiona la sanidad a bandazos. Se ha perdido mucho tiempo sin una planificación y apoyo claros a la sanidad madrileña. Los profesionales, pero sobre todo los pacientes, necesitan soluciones concretas mediante una gestión eficaz. La presidenta no menciona ni una vez la situación de la Atención Primaria y de la Urgencias hospitalarias y extrahospitalarias. ¿A severo y profundo se refiere a que van a sobrecargar aún mas a los profesionales que ya están al límite o lo han sobrepasado y lo han dejado? ¿O a un cambio del tipo de gestión?», se pregunta la dirigente de AMYTS.

Este mismo martes, los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad en Madrid (SATSE, CCOO, AMYTS, CSIT-UP Y UGT) presentes en el grupo de trabajo de mediación en riesgos psicosociales de atención primaria, conseguían llegar a un acuerdo con la Gerencia de Atención Primaria para establecer en las agendas, límites de tiempo en las consultas. Se ha fijado la última semana de julio, como fecha límite, para la firma del acuerdo por todas las partes.

En cuanto a la implantación de la telemedicina dentro de esa reforma prevista en la sanidad madrileña, hay que recordar que la propia Isabel Díaz Ayuso ya avanzó a finales del año pasado que ese sistema de atención telemática iba a comenzar a implantarse en algunos centros sobre todo, para citas como, por ejemplo, detalló entonces, la dermatología, «porque es una forma muy segura de seguir controlando a los pacientes y atendiéndoles. Esto va a reducir muchísimo el tiempo de espera«.

La dirigente regional comentó en aquel momento que se trataba una experiencia piloto que se vería «qué tal funciona» para después llevarlo a otras disciplinas médicas y patologías si con dermatología ha funcionado bien». Las consultas telemáticas, según Ayuso, servirán «para incitar a que muchos pacientes quieran ponerse en manos de los médicos porque, en algunas ocasiones, por falta de tiempo, porque nos descuidamos, lo vamos dejando. De esta manera, queremos incentivar que todo el mundo esté mucho más cuidado y respaldado a los médicos, a los que se les agiliza la atención».

Fuente: EPE

 

2. AMYTS en los medios: reportaje de El País con declaraciones nuestras sobre la situación de la sanidad en Madrid tras el anuncio de Ayuso

REPORTAJE DE EL PAÍS CON DECLARACIONES DE AMYTS

No es una empresa menor. La región madrileña cuenta con una población de 6,7 millones de habitantes y 82 centros hospitalarios, el 59% de ellos privados, además de 424 puntos físicos de atención primaria. Y tras una pandemia que ha roto casi todas las costuras, la radiografía de la situación sanitaria muestra una profesión médica extenuada, ciudadanos que empiezan a salir a la calle por el deteriro de la sanidad y que explican que la falta de sanitarios se ha convertido en una de sus mayores preocupaciones. Esta es la tela por cortar:

Los datos publicados por el Ministerio de Sanidad sitúan a Madrid como la segunda comunidad mejor posicionada en espera quirúrgica, tras el País Vasco. Es decir, la segunda región donde menos se espera para entrar en quirófano. Pero el gran problema de la sanidad madrileña son las consultas con especialista: la espera media en días (53) coloca a Madrid en la mitad de la tabla y el porcentaje de quienes esperan más de 60 días sitúa a la región en antepenúltimo lugar, solo superada por La Rioja y Canarias: el 70% de los 500.107 madrileños que aguardaban a final del año pasado para ver a un especialista debían soportar tiempos superiores a 60 días. Es más, las demoras totales para el diagnóstico y tratamiento de un problema de salud se sitúan por encima de los ocho y los diez meses.

También hay una gran desigualdad en la región, ya que las esperas se acumulan en algunas especialidades y algunos territorios. Por ejemplo, la cita con el neumólogo en el hospital de la Paz es para 90 días de media, mientras que en el Rey Juan Carlos de Móstoles es de 0,75 días, según los datos de abril publicados en su web por la Comunidad. En abril, según datos de la Comunidad, esa lista para ver a especialistas se había engrosado hasta sumar 569.962 madrileños. Si se suman todos los madrileños en los tres tipos de listas de espera (quirúrgica, consultas y pruebas diagnósticas), en diciembre había 746.759 pacientes y, en abril, últimos datos publicados por la Comunidad, el número había crecido a 835.103 personas. Con el sistema de área única de salud, los ciudadanos pueden intentar acortar las demoras cambiando de hospital. Pacientes y sindicatos denuncian que existe una clara discriminación para quienes se niegan a ser derivados a un centro privado.

Es el primer muro de contención de la sanidad y lleva años al borde del derrumbe. Durante el 2020, cuando explotó la pandemia, se cerraron más de 90 Centros de Salud en la región madrileña, de un total 424 puntos físicos, y aún hoy uno de cada seis permanecen con las persianas bajadas. Las quejas se multiplican, tanto por los usurarios como por los profesionales, que denuncian que asumen cada vez más pacientes y sufren al ver cómo la calidad de la sanidad pública cae en picado con más listas de espera (dos o tres semanas para una consulta normal) y menos tiempo para atender (siete minutos de media por paciente). Aunque los centros de salud madrileños estaban ya desbordados antes de la explosión del virus, el Observatorio Madrileño de Salud (conformado por organizaciones sociales, profesionales, sindicales y ayuntamientos) había denunciado ya el terrible deterioro a través de un manifiesto con treinta medidas para intentar salvarla.

Mientras la población de Madrid crece, las plantillas han ido disminuyendo con menos de un profesional médico o enfermería por cada 1.000 habitantes. Aunque no es la única región con este problema. La tasa del número de estos profesionales en equipos de Atención Primaria en el Sistema Nacional de Salud se sitúa en 0,8, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (SNS) de 2020-2021 publicado recientemente. Tan solo Castilla y León registra una tasa superior a 1. Aragón y Extremadura son las otras dos comunidades autónomas que cuentan con una tasa por encima de la media, 0,9 en ambas. La tasa de médicos en labores asistenciales en equipos de Atención Primaria está por debajo de la media nacional (0,8 médicos por 1.000 habitantes) en Canarias, la Comunidad de Madrid y Murcia. CC OO estima que en Madrid existe un déficit de 2.000 profesionales de enfermería y medicina de familia.

Los SUAP llevan dos años cerrados y la intención del Gobierno de Ayuso, que anunció el 20 de junio, era abrir 17 (siete de ellos sin médico, solo con enfermera) y mantener cerradas el resto. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha rectificado tras la movilización ciudadana y de la oposición de izquierdas (Más Madrid, PSOE y Podemos). Eso sí, todavía no ha contado ni cuándo ni cómo lo va a hacer, lo que crea recelos en los profesionales y los sindicatos, que creen que es una manera de frenar la polémica suscitada por el colapso en los hospitales. El cierre de este servicio que utilizaban ciudadanos con dolencias menores y que requerían una cura inmediata ha provocado en algunas semanas de este verano casi el colapso de las urgencias hospitalarias.

Los urgenciólogos del Hospital Infanta Sofía se encontraban este mismo miércoles al borde de la paralización. O de la renuncia. Algunos creen que el servicio no llega vivo hasta septiembre y se verán obligados a cerrar. El 12 de julio escribieron al juez de guardia para comunicar que el turno de trabajo de ese mismo día lo realizaban con cinco facultativos menos de lo normal y uno solo de guardia para hacer frente a toda la demanda asistencial del área. Mandaron el escrito al juez, explicaban en su carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, porque ya habían avisado al jefe del hospital y a la dirección médica del centro, sin haber sido escuchados. Mientras, las bajas en el servicio caen, día a día, como una gota malaya, algunos médicos con ansiedad, otros por estrés, otros por depresión, a lo que se suma los huecos que dejan los que se han ido de vacaciones.

Las urgencias del Infanta Sofía representan el caso más extremo de la Comunidad de Madrid, según explica el sindicato de médicos Amyts. Pero no es el único. Jesús Vázquez, director general Asistencia Sanitaria de Madrid, reconoció en mayo un aumento de la asistencia a las urgencias hospitalarias entre un 10% a 19% a lo largo de este año. Amyts asegura que esa asistencia se ha incrementado en los últimos meses y ha alcanzado picos de entre un 38% y un 50% más de asistencia ciudadana, dependiendo del hospital, algo que se ha debido a varios factores: en verano se cierran camas todos los años, comienzan los turnos de vacaciones de los sanitarios, el repunte de contagios por covid en la séptima ola o el colapso generado por pacientes que antes acudían a su SUAP de referencia.

“Si en 2019 se atendió a 700.000 personas en las urgencias de atención primaria y ahora están cerradas, ¿dónde van ahora?”, preguntaba entonces Ángela Hernández, portavoz de Amyts. Un mes después de aquellas colas, de las imágenes de personas esperando entre seis y siete horas de media y médicos sin levantar la vista del suelo, completamente superados, la situación no ha mejorado.

El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso presupuestó 8.784 millones de euros para 2022 en Sanidad, un 8,6% más respecto a 2019, justo antes de la pandemia. Sin embargo, aunque se anunció como una buena noticia para la sanidad, esa cantidad en realidad refleja 178 millones menos que el gasto consolidado de hace dos años (8.962 millones de euros, según la Estadística de Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad). Esa diferencia entre lo presupuestado y lo gastado resume que Madrid está en los últimos puestos de la tabla en cuanto a gasto sanitario por PIB, en el penúltimo en cuanto a gasto total por habitante y año y lejos del 14% de la media española en inversión en atención primaria respecto al total del presupuesto sanitario. Dicho de otro modo: El gasto en la sanidad madrileña roza el 4% del PIB, cuando la media del gasto sanitario de las comunidades autónomas se sitúa entre el 5% y el 6%.

La Consejería de Sanidad defiende que cuenta, “como todos los veranos”, con planes de contingencia para poner en marcha medidas organizativas ajustadas a las particularidades de cada Zona Básica de Salud, “de manera que quede garantizada la asistencia sanitaria”. En este sentido, “los refuerzos asistenciales previstos para atender las posibles contingencias estivales en Atención Primaria son un mínimo de 100 profesionales, 46 de ellos médicos de familia y 37 enfermeras que ya están operativos como refuerzo extra de las plantillas estructurales, y a los que se irán incorporando más en función de las necesidades”.

Según el Portal Estadístico de personal del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), en enero de 2020 (último mes prepandémico), había 74.095 profesionales; a 31 de octubre, 83.717 ―9.622 más de todas las categorías, sanitarias y no sanitarias―. Ahora hay 76.967 repartidos en 37 hospitales, cinco de ellos de gestión privada (Torrejón, Valdemoro, Collado Villalba, Rey Juan Carlos y la Fundación Jiménez Díaz). La Consejería de Sanidad defiende que el Sermas cuenta en estos momentos con casi 5.000 efectivos más que antes de la pandemia, 4.100 dentro de las plantillas estructurales y más de 600 como personal para sustituciones. Unos datos que contrastan con los de los sindicatos, que aseguran que esa plantilla estructural en realidad es “eventual” y que la región madrileña todavía se está recuperando de los tijeretazos realizados entre 2009 y 2014, con 5.850 trabajadores menos. De cara al verano, la Consejería de Sanidad asegura que ha autorizado más de 6.400 contratos de refuerzo “en distintas categorías y en todos los escalones asistenciales con una inversión de casi 48 millones de euros”. Sin embargo, aunque se hayan autorizado esas contrataciones hay problemas para materializarlas.

La Comunidad de Madrid ofrece asistencia sanitaria a los ciudadanos en 82 centros hospitalarios. El peso de la sanidad privada en esta Comunidad autónoma resulta relevante ya que cuenta con el 59% (48) de los hospitales y el 33% (6.867) de las camas existentes. Si se analiza el número de hospitales que posee el sector privado en la Comunidad de Madrid en función de la finalidad asistencial de cada centro, el 65% (31) son hospitales generales y médico-quirúrgicos, mientras que el 31% (15) de ellos son hospitales psiquiátricos, de larga estancia, de traumatología y rehabilitación, oncológicos, materno-infantiles y monográficos. Respecto a la distribución de las camas por finalidad asistencial, el 66% (4.509) se encuentran en hospitales generales y psiquiátricos. En la red pública del Sermas, se cuentan 37 hospitales, cinco de ellos de gestión privada (Torrejón, Valdemoro, Collado Villalba, Rey Juan Carlos y la Fundación Jiménez Díaz). A esto se le añade que Madrid es la región con más seguros privados (el 35% de la población tenía uno en 2021, según la patronal de las aseguradoras).

Fuente: El País

 

3. El Ministerio de Sanidad crea una Comisión de Trabajo para analizar el porqué de las plazas MIR desiertas

El Ministerio de Sanidad está dando los primeros pasos para luchar contra la desertización de plazas MIR que se han producido en esta convocatoria y para ello ha creado una Comisión de Trabajo, donde se analizará el porqué de esta situación y las recetas que se pueden aplicar ante este problema.

Fuentes del Ejecutivo señalan a Redacción Médica que el Ministerio de Sanidad ha activado ya dicha Comisión, donde están representadas todas las comunidades autónomas. El objetivo de este órgano, aclaran estas fuentes, es identificar aquellas plazas que han quedado desiertas para analizar en profundidad porqué en esta convocatoria no se han terminado de asignar, cuando en años anteriores sí se terminaron cubriendo.

Mediante un grupo de expertos, que aún no ha sido designado, se intentará buscar soluciones específicas a cómo hacer atractivas las plazas MIR desiertas que se han generado este año y que el Sistema Nacional de Salud ha dejado de formar.

Pese a ello, fuentes autonómicas confirman a este diario que hasta la fecha “no tienen noticias de que el ministerio les haya citado para ninguna comisión donde analizar el problema de plazas MIR que se han quedado sin cubrir este año”.

Otras fuentes reconocen directamente que desde que se confirmó que quedaban 93 plazas MIR sin cubrir este año, tras ampliar el cupo de asignación para extracomunitarios, “el ministerio no ha movido ficha para dar solución a este problema”.

Aun así, sobre la mesa del Ministerio de Sanidad ya han llegado varias propuestas para que se recojan en la próxima convocatoria y evitar que se vuelvan a quedar plazas MIR desiertas. Una de ellas, tal y como avanzó este periódico, es la de eliminar la nota de corte del examen MIR permitiendo que el número de aspirantes a una plaza de especialista crezca considerablemente entre los miles de médicos que se presentan a la prueba.

Últimos detalles para la oferta MIR de 2023

Otras de las propuestas que comienzan a sonar con fuerza en el seno de la Comisión de Recursos Humanos es plantear una convocatoria extraordinaria de plazas MIR para dar salida a las 93 plazas que se quedaron sin cubrir, a las que se sumarían otra tanda de plazas de Medicina de Familia acreditadas durante las últimas fechas. Sin embargo, las autonomías reconocen la dificultad de preparar esta propuesta “al no poder localizar aspirantes con derecho a plaza y llegando incluso al caso de que se puedan duplicar plazas convocadas entre la oferta extraordinaria y la ordinaria”.

Pese a ello, lo que está claro es que a finales de este mes de julio el Ministerio de Sanidad tendrá que dejar cerrada la oferta de plazas MIR de cara a la convocatoria de 2023 y esta ya se prevé que volverá a ser de récord, convocando casi el cien por cien de las unidades docentes acreditadas. A pesar de todo, las autonomías expresan su temor ante una oferta MIR tan numerosa en la que se puedan volver a quedar el mismo número de plazas sin cubrir sino aumenta la demanda y el atractivo de las mismas.

Propuesta autonómica para refundar el sistema MIR

En este contexto de falta de especialistas, desde Galicia y País Vasco ha nacido un documento, al que se han sumado otras regiones como como Cataluña, Andalucía, Castilla y León o Murcia, en el que demandan al Gobierno de Pedro Sánchez medidas “urgentes” para reformar el sistema de formación y capacitación de médicos de Familia e incrementar las convocatorias de MIR con al menos 1.000 plazas ante el “grave déficit” de personal en atención primaria, entre otras propuestas.

Las peticiones, recogidas en un manifiesto de tres folios y seis puntos, pasan por no dejar plazas desiertas MIR, por la creación de otras especialidades para evitar el desplazamiento de profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria, por la ampliación del número de plazas de formación especializada, por un plan extraordinario de formación o por una planificación rigurosa de futuro o la vuelta de la elección presencial de plazas MIR.

Precisamente, el anuncio de esta Comisión de Trabajo nace en torno al Debate del Estado de la Nación, donde Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular (PP), acusó a Sánchez, de “dar la espalda a los problemas reales” de la sanidad española como “el déficit de especialistas” por las “debilidades” del sistema MIR. Algo a lo que el líder del Ejecutivo respondió asegurando que se está trabajando, de la mano de las Comunidades Autónomas de todos los colores políticos, para acabar con la problemática de las plazas desiertas en Medicina Familiar y Comunitaria.

Fuente: Redacción Médica

 

4. Informe de la OIT y la OMS: las mujeres que trabajan en el sector sanitario ganan un 24% menos que los hombres

Las mujeres que trabajan en el sector sanitario ganan un 24 por ciento menos que los hombres, según ha puesto de manifiesto un nuevo informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Organización Mundial de la Salud (OMS).

El trabajo, que es el más completo del mundo sobre las desigualdades salariales de género en la salud, ha evidenciado una brecha salarial de género de aproximadamente 20 puntos porcentuales, lo que muestra las mujeres están mal pagadas en comparación con los hombres.

El informe también encuentra que los salarios en el sector de la salud y la atención tienden a ser más bajos en general, en comparación con otros sectores económicos. Esto es consistente con el hallazgo de que los salarios a menudo son más bajos en los sectores económicos donde predominan las mujeres.

El estudio ha mostrado una amplia variación en las brechas salariales de género en diferentes países, lo que sugiere que las brechas salariales en el sector «no son inevitables y que se puede hacer más para cerrarlas».

«Las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores en el sector sanitario, pero en demasiados países los sesgos sistémicos están dando como resultado sanciones salariales perniciosas en su contra. La evidencia y el análisis de este informe deben servir a los gobiernos, empleadores y trabajadores para tomar medidas efectivas. Es alentador que las historias de éxito en varios países muestren el camino, incluidos los aumentos salariales y el compromiso político con la equidad salarial», ha dicho el director de Personal de Salud de la OMS, Jim Campbell.

Asimismo, las madres que trabajan en el sector de la salud y el cuidado parecen sufrir más, dado que durante los años reproductivos de una mujer, las brechas salariales de empleo y de género en el sector aumentan de manera significativa y persisten durante el resto de la vida laboral de la mujer.

El análisis también analiza los factores que están impulsando las brechas salariales de género en el sector. Las diferencias de edad, educación, tiempo de trabajo y la diferencia en la participación de hombres y mujeres en los sectores público o privado solo abordan una parte del problema.

«El sector sanitario tiene salarios bajos en general, brechas salariales de género obstinadamente grandes y condiciones laborales muy exigentes. La pandemia de COVID-19 expuso claramente esta situación al tiempo que demostró cuán vitales son el sector y sus trabajadores para mantener en marcha a las familias, las sociedades y las economías. No habrá una recuperación inclusiva, resiliente y sostenible sin un sector sanitario y asistencial más fuerte», ha dicho la directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la Organización Internacional del Trabajo, Manuela Tomei.

Fuente: InfoSalus (Europa Press)

 

5. España, con 2.447 casos, se convierte en el país más afectado por la viruela del mono; Madrid tiene más casos que todo EEUU

A tres meses del estallido del brote internacional de viruela del mono, España, según los últimos datos publicados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave), a fecha 12 de julio, registra 2.447 casos confirmados de viruela del mono o monkeypoxconvirtiéndose en el país con más afectados por este virus tanto en la Unión Europea como en el resto del mundo. Aunque en el recuento dado a conocer por el Centro de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC), el lunes, la cifra recogida para España refleja unos guarismos algo inferiores con 2.034 afectados (se debe al desequilibrio en la notificación de casos desde los distintos países de la UE), nuestro país sigue liderando el ránking mundial de casos.

Los casos notificados, según la información que recoge el Ministerio, ofrecidos por 16 comunidades autónomas, sitúan a Madrid como el territorio más afectado con 1.211 casos diagnosticados. Le sigue Cataluña, con 681 y Andalucía, que suma 231 positivos en monkeypox.

El resto de territorios no exceden de las dos cifras: Canarias, 77; Comunidad Valencia, 66; Baleares, 43; País Vasco, 34; Aragón, 29; Asturias, 18; Galicia, 16; Castilla-La Mancha, 12; Castilla y León, 8; Extremadura, 6; Navarra, 6; Murcia, 5; y Cantabria, 4, siempre según los últimos datos de Sanidad.

Después de que el mes pasado se recibieran las primeras dosis de la vacuna para hacer frente a la viruela del mono con la idea de vacunar a quienes hayan tenido una «postexposición en contactos estrechos de casos confirmados o probables», la Comunidad de Madrid, siendo el territorio con más casos de España, solicitó la vacunación de aquellos grupos de especial riesgoaun cuando no hayan estado expuestos a la infección por contacto conocido con algún caso declarado. Es decir, la vacunación prexposición de personas con prácticas sexuales de riesgo en grupo con desconocidos y múltiples parejas en el último año. Una petición que, finalmente ha sido acordada y aprobada en la última reunión de la Comisión de Salud Pública.

Fuente: Diario Médico

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