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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 13 de octubre de 2021

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1. Más de 1.700 millones y 2.500 nuevos trabajadores, la ‘alternativa real’ de los sindicatos de la Mesa Sectorial para paliar las carencias de la AP madrileña

2. AMYTS en los medios: La Atención Primaria en Madrid no mejorará “a corto ni a medio plazo”, reconoce un documento interno de Sanidad (EL PAÍS)

3. Nuevo artículo de Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS, en Redacción Médica sobre el futuro del Sistema Nacional de Salud

4. La Comunidad apostará por sistemas de «captación directa» para aumentar el ritmo de vacunación

5. Madrid entra en “riesgo bajo” por transmisión de covid

1. Más de 1.700 millones y 2.500 nuevos trabajadores, la ‘alternativa real’ de los sindicatos de la Mesa Sectorial para paliar las carencias de la AP madrileña

Madrid, 13 de octubre. – Las cinco organizaciones sindicales presentes en la Mesa Sectorial de Sanidad (SATSE, CCOO, AMYTS, CSIT y UGT) han comunicado a Raquel Sampedro, directora general de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), mediante una respuesta común y consensuada, el rechazo frontal al “Plan de mejora de la Atención Primaria” presentado, por tercera vez, por parte de la consejería de Sanidad debido a la infradotación que sufre la Atención Primaria y la ausencia real de un Plan para reflotarla.

En este sentido, las cinco organizaciones sindicales, que representan a más de 83.000 trabajadores del SERMAS, recuerdan que la AP madrileña se encuentra infradotada ya que serían necesarios más de 1.175 millones de euros para alcanzar el 25% considerado como óptimo. La propuesta del Gobierno regional de 200 millones en dos años es “anecdótica y no real respecto a las necesidades de los centros de salud”.

Igualmente, recuerdan que “en la actualidad Madrid (CM) es una de las CCAA que menos invierte en AP y la propuesta de inversión es claramente insuficiente. A día de hoy, la CM ha recibido más 3.300 millones de euros del fondo Covid-19 del Gobierno central, está a la espera de recibir otra importante transferencia de fondos finalistas y, además, el Ministerio ha anunciado más de 1.000 millones de euros para reforzar la AP en el conjunto de las CCAA”.

De igual forma, consideran una burla que, para la construcción de nuevos Centros de Salud, la Consejería afirme que hay disponibles 30 millones de euros en ejecución y otros 62 millones en tramitación para contratación. La realidad, explican los sindicatos, es que la mayoría de los centros de salud en construcción, y una parte de los pendientes de contratación, llevan años e, incluso décadas, anunciados en planes previos, sin que hayan sido ejecutados.

Además, el Gobierno informa que presupuestan 8.652.791€ para mejora, remodelación y modernización de las infraestructuras en centros de salud en dos años. Esta cuantía es insuficiente para acometer el conjunto de las reformas urgentes y necesarias en muchos de ellos y no se contemplan los alquileres que se pagan, aunque muchos centros se encuentren en espacios insalubres”.

Respecto a las plantillas, los sindicatos de la Mesa Sectorial coinciden que es necesario, en uno o dos años, incrementar la plantilla actual en más de 2.500 profesionales de todas las categorías y otros 1.500 más en los próximos 3-5 años, para compensar los puestos de trabajos no repuestos, así como las jubilaciones. Por lo tanto, el incremento de presupuesto estimado para corregir el déficit de plantillas debe ser de, al menos, 200 millones de euros anuales.

Sobre las mejoras salariales, el Gobierno ha destinado algo menos de 35 millones para dos años que, en contra de lo afirmado, no significa un incremento salarial real. Además, la cuantía de estos pagos no va a suponer un atractivo real para que los profesionales quieran trabajar en la AP de Madrid, tal y como pretende la Consejería, pues los incrementos reales oscilan entre un 0,5 y un 2,5%.

Las OOSS queremos recordar que hay que retribuir adecuadamente a los centros y a las plazas sometidas a una mayor carga de trabajo o condiciones menos favorables y que la Consejería tiene la obligación de mejorar de forma inmediata estas deterioradas condiciones laborales y profesionales.


Por los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad: Teresa Galindo (SATSE), Mariano Martín-Maestro (CCOO), Julián Ezquerra (AMYTS), Rosa Vicente (CSIT UNIÓN PROFESIONAL), Julián Ordoñez (UGT).


DESCARGA LA NOTA DE PRENSA CONJUNTA

DESCARGA EL ESCRITO ENVIADO A LA CONSEJERÍA DE SANIDAD

Fuente: AMYTS

 

2. AMYTS en los medios: La Atención Primaria en Madrid no mejorará “a corto ni a medio plazo”, reconoce un documento interno de Sanidad (EL PAÍS)

ARTÍCULO DE EL PAÍS CON DECLARACIONES DE JULIÁN EZQUERRA, SECRETARIO GENERAL DE AMYTS

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, presentó el pasado miércoles el plan para la atención primaria en Madrid. En una reunión telemática con los directores de los centros, hizo el anuncio: 200 millones de euros en los dos próximos años, para, entre otras cuestiones, la creación de 1.222 plazas de distintas categorías. La buena noticia tiene una letra pequeña que no se contó ni se recogió en la nota de prensa que envió la Comunidad, pero que sí está en dos documentos internos a los que ha tenido acceso este periódico: los 200 millones no cubren el agujero de personal que actualmente tienen los centros de salud.

En uno de esos archivos, entregado a las direcciones asistenciales, la Consejería de Sanidad es explícita: “¿Cuál es nuestro punto crítico? La falta de profesionales (MF)/ (PED) [médicos de familia / pediatras], que no mejorará a corto ni a medio plazo: condiciona la prestación del servicio y la accesibilidad y, por tanto, el modelo asistencial”. Es decir, la situación no mejorará con esa inversión. En el otro, con la marca de agua “confidencial, documento de trabajo interno”, se desglosa el reparto de las plazas de nueva creación: 264 médicos de familia, 84 pediatras, 264 enfermeras y 314 auxiliares de Administración, entre otros.

¿El problema? Que las cifras no dan de sí. Madrid cuenta con 4.036 especialistas de primaria, según los últimos datos de la Comunidad, de agosto. Solo para llegar a la media española —7,6 por cada 10.000 habitantes, con datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia—, faltan 1.096 facultativos. Además de unas 748 plazas entre esos profesionales y los de Pediatría sin cubrir, según los cálculos de la Asociación de Médicos y Titulados de Madrid (AMYTS); y, en los próximos cinco años se jubilarán, o estarán en edad de hacerlo, alrededor de 1.250. Y no solo son médicos, Marciano Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Publica, añade “la necesidad de 2.000 enfermeras y 800 auxiliares de Administración más. Y mientras que sí hay problemas para encontrar médicos, no hay ninguno para encontrar administrativos, por ejemplo”.

El consejero, en declaraciones tras la presentación, en el centro de salud Canal de Panamá, fue rotundo al afirmar que la reforma de la atención primaria era “fundamental” y “una necesidad a nivel de todo el sistema de salud”. Sobre todo después de la pandemia. “Pretendemos que sea un plan vivo y dinámico que nos permita estar en contacto permanente con nuestra atención primaria para seguir mejorándolo”, dijo. Hasta ahora lo ha sido. Las líneas que presentó Ruiz Escudero el miércoles fueron las que Isabel Díaz Ayuso anunció en septiembre de 2020.

Entonces, en la Asamblea, aseguró que el plan arrancaría antes de que acabase el año. Prometió 80 millones para mejorar las condiciones de los centros de salud, y, en principio, esa cantidad iba a ser destinada solo a cubrir la falta de personal en Medicina de Familia y Pediatría. Ya en mayo de 2021, los números eran otros: 73 millones para cubrir el déficit de todos los profesionales de ese primer escalón del sistema, no solo facultativos de Familia y Pediatría.

Cuando en verano se volvieron a reunir sindicatos y portavoces de la Consejería de Sanidad, Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS, explicó que no habían llegado a ningún acuerdo, que se aplazaba a septiembre y que la Comunidad era consciente de que no iba a haber solución.

“Ha admitido [la Consejería] que no llegará ninguna mejora en los centros de salud”, dijo entonces Ezquerra. Tras una última reunión, el pasado martes, y sin acuerdo —todos los sindicatos alegan que el presupuesto y las medidas son “insuficientes”—, la Consejería ultimó esta versión del plan. Y los números han seguido bajando. La cifra para “adecuación de plantilla, plazas de nueva creación” es de 42.788.920 euros (20.611.471 en 2022 y 22.177.449 en 2023). En total, para recursos humanos, 73.688.067 euros.

La situación de la atención primaria, aunque más aguda en Madrid, no ocurre solo en Madrid. Hace dos semanas, Ruiz Escudero se sentó con sus homólogos del resto de autonomías y el Ministerio de Sanidad para tratar este tema en lo que ya parece la recta final de la pandemia. La conclusión fue unánime: acordaron aprobar un plan antes de que acabe 2021 para apuntalar los centros de salud, pero lo hicieron sin medidas ni gasto concreto.

Desde hace años, este ámbito, a nivel nacional, reclama más financiación: el 25% del presupuesto de Sanidad. Ninguna autonomía llega a ese porcentaje. Por delante, Andalucía, con el 18% de su partida sanitaria. Por detrás, Madrid, con un 11,2%, según los últimos datos, de 2019, del Ministerio de Sanidad. Aunque en general, para todo el territorio, la inversión en los centros de salud ha descendido levemente —pasó de 10.415 millones de euros en 2009, el 14,9% del total de gasto sanitario, a 9.874 millones (el 14,2%) en 2019—, es la Comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso la que lleva años siendo la que invierte menos en Sanidad y menos en primaria.

“La inacción de las autoridades sanitarias es generalizada”, dice Sánchez Bayle, que cifra en 500 millones de euros lo que la región debería dedicar a Sanidad “para estar en la media de gasto en España”. Además, suma, “esta es una comunidad que sigue creciendo en población y eso significa que también deberían ir creciendo en su sistema público, pero no ocurre”.

Sí lo ha hecho respecto al privado. En los últimos 20 años, desde 2002, el porcentaje de gasto público dedicado a conciertos ha crecido más del 300%: de 224,9 millones (el 5,3% del presupuesto de 2002), a 947,4 en 2019 (10,5%), último año con datos de la Estadística de Gasto Sanitario Público del Ministerio.

Ahora, aún con puntos sin terminar de cerrar —como el de las mejoras salariales de los profesionales, por el desacuerdo con las organizaciones sindicales—, el consejero definió el plan como “un compromiso real” de la Comunidad de Madrid “con la atención primaria”, “y con los profesionales”. “Para ellos, y para que los pacientes tengan una atención de mayor calidad y más accesible, hemos planteado un conjunto de medidas concretas y con financiación”, tuiteó el consejero el miércoles.

Uno de esos dos documentos, el que llegó a las direcciones asistenciales, incluye en su página cinco el dibujo de la serpiente y el elefante de El Principito —”mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante”, decía el personaje en el libro de Antoine de Saint-Exupéry—, y una especie de lema: “Pensamiento divergente, soluciones diferentes”. Entre los grupos de WhatsApp de los médicos de esta especialidad, corre otra especie de lema: “Si me quieres, dímelo en los presupuestos”.

Fuente: EL PAÍS

 

3. Nuevo artículo de Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS, en Redacción Médica sobre el futuro del Sistema Nacional de Salud

ARTÍCULO DE REDACCIÓN MÉDICA

Por un nuevo Sistema Nacional de Salud, rompamos las reglas

Dice el poeta Marvin Bell: “Aprende las reglas, rompe las reglas, inventa nuevas reglas, rompe las nuevas reglas”. Una bonita forma de expresar lo que hoy quiero intentar decir en este nuevo artículo de la serie un nuevo Sistema Nacional de Salud. Nada es inamovible, todo es reformable, nada deber permanecer sin cambios. Las Leyes, Decretos, Normas, se pueden discutir y, cuando es necesario, se deben cambiar.

Voy a entrar en un terreno resbaladizo, un sistema organizativo que quiero cuestionar. La “gran estructura”, “las joyas de la corona”, lo que deslumbra, esos lugares mitificados, los que se llevan casi todo el presupuesto de Sanidad, los que miman políticos y gestores, esos Hospitales que se rigen por el famoso y conocido Real Decreto 521/87 de 15 de abril que aprueba el Reglamento de Estructura, Organización y Funcionamiento de los Hospitales gestionados por el Instituto Nacional de la Salud. Seguimos funcionando con un modelo de hace 34 años.

Ha evolucionado la organización del Sistema Sanitario, se ha descentralizado, se han traspasado las competencias a las diferentes CCAA, pero el modelo de funcionamiento de los hospitales no ha cambiado, sigue anclado y encorsetado bajo lo que dicta el 521/87.

Los hospitales de los años 1980-1990 han cambiado. Los nuevos hospitales tienen una estructura diferente. La “ambulatorización”, la “consulta de alta resolución”, la cirugía ambulatoria, el hospital de día, el desplazamiento del hospital desde “la planta, la cama”, hacia ese concepto más actual genera unos flujos de actividad, una organización, unas necesidades diferentes. Incluso la arquitectura de los nuevos hospitales se va pareciendo cada día menos a los tradicionales de aquellos años. Pero seguimos atados al 521/87.

La actual estructura contempla la Gerencia, División Médica, División de Enfermería y División de Gestión y Servicios Generales, estas últimas bajo dependencia orgánica y funcional de la Gerencia. Hay una estructura piramidal en la que el vértice lo ocupa la Gerencia y bajo su mando hay tres divisiones con el mismo rango. Tres columnas paralelas en las que dependiendo de la respectiva dirección cuelgan los diferentes servicios médicos, personal de enfermería y gestión.

La realidad es que en el día a día las tres divisiones trabajan entrelazadas, conectadas, son interdependientes. El personal sabe muy bien de quien depende orgánicamente, aunque funcionalmente está bajo la dirección del responsable del servicio en el que presta su trabajo.

Este modelo hizo algo que en su tiempo parecía adecuado, equiparar a nivel de jerarquía las tres Divisiones, aunque de forma clara y administrativamente no lo hacía. Solo hay que ver los complementos de destino de las diferentes direcciones. Este complemento es el que marca la mayor o menor “categoría y reconocimiento” de un funcionario y, por un “copia/pega”, de un estatutario.

Este es el modelo que tenemos. Que funcione bien o mal es subjetivo y posiblemente depende más de las características personales y estilo de dirección de quienes están al frente de las mismas. Direcciones más participativas, más de delegar, más o menos celosas de “sus competencias”, direcciones con mayor o menor ansia de poder y aspiraciones, etc. He vivido varios casos y estilos diferentes. Es decir, bajo una misma estructura organizativa, he visto funcionamientos muy dispares, sobre todo relacionados con el mayor o menor peso personal de quien era el respectivo director.

Voy a ser un poco “políticamente incorrecto” y atreverme a plantear otras formas de organización, sabiendo que tendrá réplica y posiblemente genere algún malestar entre ciertos profesionales. Pero el miedo paraliza y evita realizar cambios que posibilitan que las organizaciones avancen y se adapten a las necesidades de cada momento.

No voy a cuestionar la figura del Gerente, lo he sido y comparto esta figura, eso sí, entendiéndola como lo que yo denomino “el conseguidor”, el que pelea y consigue recursos, logra que las direcciones sean colaboradoras y no contrarias, etc.

Incluso las tres Divisiones y sus respectivos directores también lo comparto, aunque discutiría si deben estar al mismo nivel. Otra cosa es qué profesionales tiene cada uno bajo su responsabilidad. De eso podríamos hablar y proponer algunos cambios, aunque no es el momento. Pero estas tres Divisiones serían de índole orgánico y no tanto funcional. La dependencia orgánica sería una y, en muchos casos, la dependencia funcional sería otra.

Vamos a la propuesta, al objeto del cambio, la polémica. ¿Cómo organizamos los servicios? Actualmente se organizan bajo un triunvirato que replica la estructura de Divisiones. Hay una Jefatura de Servicios médicos, una Supervisión de Enfermería y personal Administrativo y de servicios, todos trabajando en equipo, en teoría, todos realizando sus funciones de forma coordinada, en teoría, todos con dependencias orgánicas y funcionales claras, en teoría. La realidad es que la dependencia y organización del Servicio también depende del estilo de jefatura, del mayor o menor peso de esta o de la supervisión de enfermería. La de veces que he visto al personal recurrir al jefe de servicio cuando su mando directo no le concede lo que pide, es decir, los cauces de poder alternativos utilizados como herramienta para alcanzar determinados objetivos.

Una organización por Servicios médicos, bajo la coordinación y dirección de la Jefatura de Servicio, dónde todo el personal, con independencia de quién sea su director de División, depende funcionalmente de ella. Un único mando responsable, un verdadera “Dirección del Servicio” con responsabilidad asistencial y organizativa. Y en esto no tengo ninguna duda, la responsabilidad de esta Jefatura sería siempre de un médico/Facultativo. Por lo tanto, la actividad y organización del Hospital se basaría en los diferentes Servicios, sus lógicas interrelaciones e interdependencias, incluso en muchas ocasiones habría que reinventar el Departamento, estructura en la que pueden entrar varios Servicios. A modo de ejemplo de esto último, Departamento de Patología Neurológica, con los Servicios de Neurología, Neurocirugía, Neurofisiología, Neuroradiología (neuroimagen e intervencionista), Rehabilitación, etc. Se podría hacer el mismo ejercicio para Cardiología, por ejemplo. De alguna forma, esto sería dar forma a los Institutos de Cardiología, Neurología, etc., que se crearon con esta idea y que no se han desarrollado en su totalidad.

La División de Enfermería también debería hacer una transformación profunda. Estos profesionales deben pensar en una organización que se adapte a sus nuevas funciones y responsabilidades. Ya no son “ayudantes” técnicos sanitarios, son graduados en enfermería, expertos en cuidados. Tienen que pensar en un modelo organizativo más acorde con sus tiempos y formación, desarrollar una estructura organizativa que permita explotar todos sus conocimientos y habilidades. No tengo claro si esto se puede lograr anclados en el Decreto 521/87. Esta trasformación deberían liderarla ellos, no me atrevo a proponer grandes cosas desde el desconocimiento, aunque si quiero decir que cualquier cambio debe ser respetuoso con las competencias de cada una de las profesiones que trabajan en un centro hospitalario. A título de ejemplo, seguimos con una polémica de años de evolución en lo referente a las competencias de enfermería y técnicos superiores especialistas, unas competencias que si parecen estar claras y no del todo respetadas.

Lógicamente, habría de entrar de lleno en la estructura y organización de las Comisiones, “Junta Facultativa” (que hay que retomar), Comisión Mixta, Junta Técnico Asistencial, órganos colegiados de participación, etc. Y, por supuesto, realizar un profundo cambio en todo lo que se refiere a la política de acceso a las plazas de dirección y jefaturas, donde la trasparencia, el mérito y la capacidad sean determinantes. “Democratizar” la estructura sanitaria, hacerla más participativa y profesionalizada, olvidar el control político de los nombramientos, hacer que el peso para obtener un “cargo” sea el mérito y no el “carné o el conocido” de turno. Muchas cosas para tan poco espacio. Solo abro el debate y lo dejo ahí. Continuará, …o no.

Fuente: Redacción Médica

4. La Comunidad apostará por sistemas de «captación directa» para aumentar el ritmo de vacunación

La Comunidad de Madrid pondrá en marcha sistemas de «captación directa» mediante unidades móviles para tratar de incrementar el ritmo de vacunación en la región y llegar al máximo de personas posible en busca del objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño que ha fijado en el 90% de la población.

Para ello, el Gobierno regional ha anunciado que busca un cambio de modelo de vacunación encaminado a poner las máximas facilidades para animar a la población a vacunarse. En concreto, la Consejería de Sanidad ha planteado impulsar «medidas de captación directa» a la vez que mantiene unos puntos estables de vacunación sin cita previa para recibir cualquiera de las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen, tanto para primeras como para segundas dosis.

La Comunidad ya activó un sistema de vacunación cercana en septiembre para incrementar el ritmo de administración de dosis entre los más jóvenes. Así, a los puntos estables de vacunación sumó el pasado mes 18 equipos móviles de Cruz Roja instalados en los campus de las universidades públicas y privadas madrileñas para vacunar a los jóvenes estudiantes. «Fue un éxito, aunque las cifras es verdad que nos hubiera gustado que fueran mejores», reconoció recientemente el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La Comunidad se había fijado la tercera o cuarta semana de septiembre como plazo para alcanzar el objetivo de lograr el 90% de población diana con la pauta completa, es decir, 5,3 millones de los 5,9 con más de 12 años que viven en la región, una meta que todavía no ha podido cumplirse. Así, según los últimos datos facilitados por la Consejería de Sanidad, en términos generales en la región el 88% de la población diana cuenta con la pauta completa y el 90,2% tiene al menos una dosis de las vacunas.

Todo ello derivado de una ralentización en el ritmo de vacunación en los últimos meses, con una caída en la administración de dosis desde la media de 400.000 semanales previas al periodo estival –con un récord de casi 110.000 dosis administradas en 24 horas logrado en julio– a unas 70.000 inoculadas en los últimos siete días.

En concreto, la Comunidad ha administrado 9.801.903 (5.070.382  primeras dosis, 4.458.699 segundas dosis,  234.989 unidosis de Janssen y 37.833  terceras dosis). «El 30% de lo que ponemos al día siguen siendo primeras dosis, aunque pueda resultar sorprendente», resaltó el pasado viernes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, admitiendo sentirse sorprendido de que «haya madrileños que haya que ponerles el recurso tan cerca» para lograr que se vacunen.

En este sentido, la Comunidad quiere llegar a 600.000 madrileños mayores de 12 años que faltarían por vacunar para llegar al objetivo del 90% de inmunizados a partir del cual se puede hablar de inmunidad de grupo y seguir creciendo en vacunación.

«Nuestra misión es que se vacunen, que sigamos creciendo. Ojalá subamos de ese 90%, que sería una buenísima noticia para todos. El 90% es una cifra importante pero desde luego que nuestra misión es seguir vacunando y seguir informando y seguir en esa línea de concienciación, de prudencia, responsabilidad y vacunación. En eso vamos a seguir trabajando», insistió el consejero.

En cualquier caso, la región ha entrado este lunes en riesgo bajo de contagio de Covid-19, por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes, niveles de baja contagiosidad que no se alcanzaban desde julio del pasado año. En concreto, la incidencia acumulada a 14 días se ha situado en 48,4 casos por cada 100.000 habitantes.

Fuente: Europa Press

 

5. Madrid entra en “riesgo bajo” por transmisión de covid

Un año, dos meses y una semana. Eso es lo que ha tardado Madrid en volver a estar en riesgo bajo por covid en cuanto a la incidencia acumulada (IA) según el semáforo del Ministerio de Sanidad, es decir, menos de 50 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Este lunes registra 48, la mejor cifra desde julio del pasado año. Entonces, con los coletazos del fin de la primera ola, llegó a 8 de IA. Fue el 16 de julio. Para cuando acabó aquel mes, la curva había subido hasta los 44; y el 4 de agosto ya había vuelto al riesgo medio (50-150), con 66. Llegó la segunda ola, antes de lo que nadie esperaba, y enlazó casi sin descanso con la tercera, la cuarta y la quinta.

El pasado jueves fue la media del territorio nacional la que entró en riesgo bajo, también con la mejor cifra desde julio del pasado año. Ahora, junto a Madrid, otras 12 regiones están en el escalón más bajo de peligro y la media nacional es de 46 de incidencia acumulada.

Entre las cifras positivas, el menguante número de nuevas infecciones que se notifican: 34 en las últimas 24 horas. Y también el de fallecidos, cada vez más reducido: un muerto en los hospitales madrileños en el último día. También el de vacunados. Este lunes, según el boletín diario de la Consejería de Sanidad, hay un 88,1% de la población diana (5,9 millones de habitantes) con la pauta completa y un 90,2% con un pinchazo.

Es en la ocupación de camas donde aún queda un último tramo por recorrer. Madrid es la segunda comunidad en la que más enfermos han necesitado un ingreso en las últimas 24 horas, 30; por detrás de Andalucía, con 33. También la que registra más pacientes totales hospitalizados por covid, con 475. Y la que más críticos tiene en las unidades de cuidados intensivos: de esos 475, 123 son enfermos graves, es decir, que alrededor de una de cada cuatro camas de UCI sigue aún ocupada por enfermos de coronavirus. Y serán las que más tarden en quedarse vacías, por la propia evolución de la enfermedad, que provoca ingresos de una media de dos semanas.

En el acumulado, Madrid es la segunda autonomía con más casos notificados desde el comienzo de la pandemia. Fue la primera durante la mayor parte de la crisis sanitaria, hasta que Cataluña superó sus cifras. Ahora, la Comunidad tiene 893.471 infectados notificados totales; Cataluña alcanza los 921.841.

Y es en la estadística de fallecimientos donde siempre ha estado por encima del resto del territorio. Según los datos del Ministerio de Sanidad, son 16.145, lo que la coloca como la séptima con mayor tasa de letalidad (1,8%), ligeramente por encima de la media española, 1,7%. Sin embargo, los datos de la Consejería de Sanidad elevan ese número hasta los 25.367; lo que también haría crecer esa tasa de letalidad hasta el 2,8%, y quedaría solo por detrás de Asturias, con un 2,9%.

Fuentes: El País

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