Cargando

Type to search

E-BOLETÍN

Boletín Diario Informativo de AMYTS del 11 de julio de 2022

Share

1. No te pierdas el estupendo editorial «La mala política mató a la Sanidad» de Ana Giménez, médico de familia y tesorera de AMYTS

2. Este domingo se publicó una nueva entrega de la Revista Madrileña de Medicina con la presencia de un artículo de opinión de Miguel Ángel García. ¡No te lo pierdas!

3. Ángel Bayo, delegado de AMYTS y médico SAR, describe en un artículo de opinión la situación en la que se encuentran los Servicios de Atención Rural

4. La contratación de médicos europeos se hundió un 42% en España en 2021

5. El ECDC alerta de que el aumento de trasmisión del Covid-19 está provocando mayores tasas de enfermedad grave

1. No te pierdas el estupendo editorial «La mala política mató a la Sanidad» de Ana Giménez, médico de familia y tesorera de AMYTS

Nos enfrentamos a un problema gravísimo de sostenibilidad del sistema sanitario a nivel de todo el Estado español que, si bien tiene un origen multifactorial (cambio en la mentalidad de sociedad, empeoramiento progresivo de las condiciones laborales, aumento de la oferta laboral para los sanitarios en nuestro entorno europeo, y la puntilla: la pandemia Covid), tiene unos factores precipitadores que podíamos definir claramente como políticos: tenemos a políticos haciendo gestión sanitaria para la obtención de un rédito político.

La gestión sanitaria no debería diseñarse -como de hecho lo es y lo ha sido desde hace muchos años- como artículo de venta política (pero política de la mala, que piensa en los propios políticos y en sus partidos y no en los ciudadanos) bajo ningún concepto.

La gestión sanitaria (la buena) debe enfocarse para obtener resultados en salud, y toda la oferta de servicios debe estar enfocada hacia la protección y mejora de la salud de los ciudadanos.

Hace ya muchos años, más de los que yo quisiera, cuando empecé a formarme en Medicina de Familia, me explicaron con claridad que a una población había que ofertarle unos servicios una vez realizado un diagnóstico de salud. En función del resultado del diagnóstico de salud de la población, habría que poner en marcha aquellas medidas de cuidado, prevención y promoción de la salud encaminadas a mejorar los aspectos sanitarios más deficientes o con más problemas patológicos. Todo eso parece haberse olvidado hace ya muchos años y nos encontramos con una política sanitaria en la que los políticos ofertan la sanidad como si se tratase de un bien de consumo, sin otro objetivo que intentar contentar al ciudadano-votante: el ciudadano pide y el político, que no quiere perder votos, no dice que no a nada de lo que piden sus votantes, no les dice que no es posible, no pone en marcha medidas de uso racional del sistema sanitario, y además presenta dichos servicios como si fuera una dádiva que ellos conceden a la población.

Uno de los problemas más graves al que nos enfrentamos en la actualidad es la demanda desbordada. La falta de control -mediante un filtro sanitario- en el acceso a los recursos del sistema de salud, la demanda basada en la exigencia del ciudadano (que por ello se ha convertido en una demanda sin límites, en una demanda infinita) y no en el criterio profesional, ha supuesto un auténtico desastre para el sistema sanitario, que se está desmoronando, comenzando por sus puntos más débiles: la atención primaria y las urgencias. Pero esto es como un castillo de naipes y acabará cayendo todo el sistema.

  • La sanidad no puede ser un objeto de venta política porque al gestionarse para conseguir votos y no para cuidar la salud de los ciudadanos, tiene como resultado exactamente lo que tenemos ahora.
  • La sanidad pública debe estar encaminada a conseguir un buen estado de salud de la población y no a conseguir un rédito político.
  • La sanidad pública no puede convertirse en n producto de consumo en el que al  ciudadano (recuerdo el recelo que nos produjo la primera vez que nuestros políticos decidieron llamarlo “cliente” en lugar de “paciente”) se le hacen promesas populistas que no se acompañan ni de planificación ni de dotación presupuestaria, ni por tanto de realismo.

 

Hay que despolitizar con carácter urgente la gestión de la sanidad. Que los políticos aparten sus manos de nuestro preciado y maltrecho sistema sanitario.

Ana Giménez Vázquez

Médico de familia

C.S Paracuellos de Jarama, consultorio de Daganzo de Arriba

Tesorera de AMYTS

 

2. Este domingo se publicó una nueva entrega de la Revista Madrileña de Medicina con la presencia de un artículo de opinión de Miguel Ángel García. ¡No te lo pierdas!

El pasado 4 de julio, los consejeros de Sanidad de Galicia y el País Vasco presentaron el documento titulado “Manifiesto de consejeros de Sanidad para la toma de medidas estatales urgentes en materia de Atención Primaria”, al que se han sumado otros consejeros autonómicos (Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Murcia y Madrid), proponiendo una serie de soluciones urgentes para “el gran problema que afronta la sanidad pública en estos momentos: el grave déficit de médicos/as especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria que padece nuestra Atención Primaria”. Se trata de un breve documento bien estructurado y fundamentado, pero que se queda en un enfoque de “gestión de la masa”, en lugar de apuntar a un enfoque de gestión de las personas que atienda a la realidad personal que es la base del ejercicio profesional de la Medicina.

Es de agradecer, desde luego, que los consejeros entiendan como grave problema la actual situación de déficit de médicos de familia en Atención Primaria, aunque este tipo de conciencia es mejor que esté presente en todo momento de la gestión de los consejeros, y no sólo en los momentos de crisis. El problema viene siendo serio desde hace lustros, sin que frente a él haya sido eficaz la gestión de las diferentes Administraciones sanitarias, y finalmente se ha agravado con la pandemia y la postpandemia, manifestándose en lo que era esperable: en el cansancio, agotamiento y desaparición de los profesionales más comprometidos con este nivel asistencial. Es de agradecer, también, que se asuma (al menos parcialmente) el planteamiento profesional de una elección MIR en tiempo real, que se viene reclamando desde que, en plena pandemia, se dio el salto a la elección telemática. Y, finalmente, es de agradecer que los consejeros afirmen el rol del médico de familia como “eje vertebrador de la mejor atención integral a los ciudadanos”; en muchas ocasiones parecen ignorar, e incluso trabajar en contra de, este papel fundamental de los médicos de familia.

Pero sobre el trasfondo del “Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023”, aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 15 de diciembre, desarrollan una serie de propuestas urgentes para mejorar la disponibilidad de médicos de familia que tan sólo se fijan en su dimensión numérica. Es decir, consolidando la opinión de que el bienestar y la satisfacción de los profesionales no importa nada para gestionar su disponibilidad, siendo la razón principal de lo que está pasando en este momento. Es decir, viniendo a reafirmar que ellos, los consejeros, las Administraciones sanitarias, son los únicos agentes que importan en la gestión de la Sanidad, porque el resto son meros recursos a mover, poner y quitar según demande la situación mediática de cada momento. No hay personas en su modelo de gestión de la Sanidad, y mucho menos profesionales; sólo piezas de recambio.

Es curioso que amputen de esta triste manera el objetivo 2 del Plan que intentan acelerar con sus medidas urgentes: “Incrementar el número de profesionales, garantizar su disponibilidad y mejorar las condiciones laborales de manera que se posibilite la accesibilidad, la longitudinalidad, estabilidad, atracción del talento y en consecuencia se reduzca la temporalidad por debajo del 8%”. De las condiciones de trabajo, y del estado psicológico y moral actual de los profesionales, nada de nada… cuando además tenemos evidencia suficiente de que no ha sido foco de actuación de las consejerías en los últimos años. Y sí tiene mucho que ver con su responsabilidad, mucho más que con la del Ministerio de Sanidad, al que ahora tratan de derivar el problema. Cierto que es un problema compartido, pero con muchas responsabilidades también de la parte de las consejerías.

En fin, que vemos de nuevo el triste papel que, en la asistencia sanitaria, se quiere que jueguen los profesionales. Un papel de relleno, de “bulto en la portería”, al que no se apoya realmente más que con grandes declaraciones. Eso sí, vuelvo a reconocer públicamente, y a agradecer, que después de tanto varapalo al papel del médico de familia, se le reconozca explícitamente como “eje vertebrador de la mejor atención integral a los ciudadanos” y se opte por la mejora de su perfil competencial y los recursos más necesarios para ello, como son, en concreto, el tiempo y el espacio. Me gustaría ver esta opción claramente dibujada en la actuación de los consejeros y consejeras de Sanidad a diario, opción que, por cierto, no es incompatible con el reconocimiento de otros roles protagonistas, pero siempre dentro de su ámbito de actuación, y no en competencia con, cuando no clara invasión de, el papel reconocido a los médicos de familia. Con esto de por medio, y con la opción clara por el cuidado de los profesionales, las medidas “de masa”, centradas en la dimensión numérica, sí que podrían tener un papel importante en la resolución de la situación actual más urgente.

Ya tan sólo me queda apelar al conjunto de los ciudadanos para que revisen el tipo de gestión sanitaria con el que convivimos y que, consecuentemente, estamos consintiendo en desarrollar: una gestión de cara a la galería, de cara al éxito mediático, pero en nada comprometida realmente con las personas, sus necesidades reales y quienes, de verdad, pueden resolver los problemas relacionados con la enfermedad. Estos son los profesionales sanitarios: son los médicos, las enfermeras, los técnicos, los auxiliares… que día a día se encuentran con los pacientes en cada una de las instalaciones sanitarias. El centro de la gestión debería ser ese encuentro interpersonal entre profesionales y pacientes, que es donde se produce el “milagro” de la atención sanitaria, y no el paciente aislado, como si toda una maquinaria asistencial pudiera, de forma totalmente impersonal, resolver sus problemas de salud.

 

3. Ángel Bayo, delegado de AMYTS y médico SAR, describe en un artículo de opinión la situación en la que se encuentran los Servicios de Atención Rural

El plan de contingencia de una empresa es un conjunto de medidas de carácter organizativo, técnico y humano que tiene como principal finalidad establecer cómo actuar ante situaciones extraordinarias y/o inesperadas.

Cuando el acontecimiento extraordinario deja de serlo y pasa a ser rutinario, la empresa ha de retirar esta situación de su plan de contingencia para estructurar una norma y/o disposición concreta para ese caso. Y eso es lo que procede con el traslado de médicos SAR a otros dispositivos, medida a la que se recurre como única alternativa y que desde hace más de un año ha dejado de ser algo extraordinario. Facultativos cuyos CIAS están adscritos a un dispositivo SAR concreto son movilizados durante su jornada laboral, sin comunicación previa, a otros dispositivos en los que se produce una ausencia de médico de manera fortuita o previamente conocida.

Ya conocemos los recursos asistenciales análogos a los SAR que llevan años cerrados, esos 37 SUAP para los que la pandemia por COVID dio a la Consejería la deseada oportunidad de terminar con ellos. También conocemos el plan de esta misma consejería para la “reapertura” de 17 “SUAP” (PAC), por el cual 7 de ellos se abrirán sin médico. Sin embargo, un dispositivo SAR ha de mantenerse abierto con médico a toda costa.

Coste, esfuerzo y perjuicio que recae sistemáticamente en el mismo profesional: en el médico que ha de quedarse solo en su puesto asistencial, dimensionado para dos facultativos y asumiendo la carga de trabajo; en el médico que apresuradamente ha de trasladarse a un dispositivo desconocido, con usuarios y profesionales inquietos por la coyuntura; en los médicos que en cada jornada laboral se enfrentan a esta incertidumbre con expectativa aprensiva, desasosiego, angustia…

Profesionales comprometidos, entre otros aspectos, con la autocobertura de ausencias en sus dispositivos y que, aun prestándose responsable y voluntariamente a hacer jornadas laborales extraordinarias para no dejar al compañero solo, son requeridos por el jefe de guardia de su dirección asistencial para trasladarse a otro dispositivo, asumiendo la orden y renegando la hora de haberse prestado a una jornada extraordinaria envenenada, penada y, por supuesto, sin ningún tipo de reconocimiento.

Es preciso resolver esta situación, y entiendo que una medida oportuna sería, entre otras, la instauración de módulos de guardias localizadas para cubrir estas ausencias

Somos cada vez más los que consideramos que a la gerencia no le parecen suficientemente pésimas las condiciones laborales de los médicos de la Atención Primaria madrileña, condiciones por las que estos profesionales huyen de Madrid y espantan a los que quisieran venir, y de ahí que añadan más penalidades para facilitar esta decisión de abandonar el puesto de trabajo en esta Comunidad. Y un ejemplo de ello lo tenemos en la irresponsable decisión de la gerencia de Atención Primaria de abandonar a los SAR y no dar solución a sus problemas, ya que han dejado claro que, al haber un proyecto de reestructuración de la urgencia y emergencia, que no se sabe cuándo verá la luz, no va a atender los obstáculos existentes para el normal funcionamiento de estos dispositivos, ni va a considerar las inadecuadas condiciones laborales de sus profesionales.

“Lo que está muerto no puede morir, sino que se alza de nuevo, más duro, más fuerte” (Juego de tronos. Choque de reyes – Canción de hielo y fuego II, George R.R. Martin-). Todos deseamos que así suceda con nuestra Atención Primaria, pues la alternativa, desaparecer, da pavor. Sin embargo, la inversión económica en AP y  SUMMA112, y/o la racionalización de la oferta de servicios, o/y el control responsable de la demanda serian medidas necesarias y valientes que dudo se lleven a efecto, pues a pesar de facilitar la salida de la crisis por la que pasan estos sectores, y que ya ha alcanzado a la urgencia hospitalaria, tendrían un coste político que no están dispuestos a asumir.

Ángel Bayo Acero 

Médico SAR Arganda del Rey

Delegado AMYTS. Grupo SAR

 

4. La contratación de médicos europeos se hundió un 42% en España en 2021

España ha cerrado el 2021 con un aluvión de incorporaciones de médicos procedentes del extranjero al Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo esta tendencia muestra dos caras. Mientras que la fuga de talento procedente de Latinoamérica se ha acelerado, cada vez hay menos facultativos de la Unión Europea que hacen sus maletas rumbo al país. En el último año, la llegada de comunitarios se ha desplomado un 42 por ciento.

Los datos difundidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que el conjunto de países de la Unión Europea ha aportado un total de 257 médicos en el último ejercicio, frente a los 443 que se trasladaron al país a lo largo del 2020 en un contexto marcado por la crisis sanitaria del Covid-19 que elevó la demanda de profesionales.

Esta evolución negativa se ha sentido con fuerza en puntos como Italia que ha sido históricamente el mayor polo de envío de médicos a España. En apenas un año, la cifra ha caído desde los 173 hasta los 90, lo que representa un recorte del 48 por ciento. Prácticamente ahora apuestan por el SNS la mitad de los facultativos italianos que en la pandemia.

Este desplome es prácticamente unánime entre las grandes potencias del bloque comunitario. Alemania (24 médicos), Francia (12), Países Bajos (5) o Portugal (3) son algunos de los puntos de origen que mayor descenso han protagonizado.  Las cifras solo quedan maquilladas por ligeros aumentos en Rumanía (23), Bélgica (7), Finlandia (5) Austria (5) o Grecia (4) que no han causado un gran impacto en la tendencia general.

Esta realidad también se ha extendido a otros países del entorno que no forman parte de la Unión Europea como Reino Unido. En el primer año post Brexit, la llegada de facultativos británicos prácticamente se ha reducido a la mitad, pasando de 14 a 8.

Este fenómeno choca con la realidad al otro lado del Océano Atlántico. El gran auge de países como Argentina que han contribuido con 564 médicos al Sistema Nacional de Salud (SNS) y el crecimiento de Colombia (664) o Ecuador (363) han sido claves para que en 2021 se haya alcanzado un récord total de 4.293 facultativos del extranjero, la segunda cifra más alta de la última década.

Enfermería modera su pérdida de comunitarios

La base de datos de la OCDE también ha revelado una tendencia negativa en la llegada de profesionales de Enfermería de la Unión Europea, aunque con un recorte mucho más moderado. En el último año, se ha pasado de recibir a 377 personas del bloque comunitario a 311, lo que supone un 7,7 por ciento menos

Esta evolución está marcada especialmente por la caída del mercado italiano que ha enviado 30 enfermeras menos a España en 2021 hasta situarse en 58. Un fenómeno que también se repite en Portugal que ha pasado de 130 a 112. La situación se ha compensado ligeramente gracias a las mejoras de Rumanía (62), Francia (25), Alemania (14) o Bélgica (9) que sí que han elevado sus números.

Al igual que en el caso de los médicos, la entrada en escena del Brexit ha provocado un colapso de la incorporación de enfermeras británicas al Sistema Nacional de Salud (SNS). Si en 2020 un total de 99 apostaron por encontrar trabajo en España durante la pandemia, en el último ejercicio apenas han venido 13.

FUENTE: REDACCIÓNMÉDICA

 

5. El ECDC alerta de que el aumento de trasmisión del Covid-19 está provocando mayores tasas de enfermedad grave

La transmisión cada vez mayor de Covid-19 entre los grupos de mayor edad está comenzando a traducirse en un aumento de las tasas de enfermedad grave, ha alertado el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) que pronostica un aumento en las dos próximas semanas de casos, ingresos hospitalarios y muertes para la UE/EEE.

En su último informe, publicado la tarde de este jueves, advierte de que, al final de la semana 26 de 2022 (semana que finaliza el 3 de julio), las tasas de casos entre personas de 65 años o más aumentaron en 22 de los 24 países que informaron estos datos, lo que corresponde a un aumento del 32% en comparación con la semana anterior en la UE/EEE nivel, alcanzando el 62,8% del máximo pandémico, informa Europa Press.

De 33 países con datos sobre ingresos y ocupación en hospitales o UCI hasta la semana 26, 18 informaron una tendencia creciente en al menos uno de estos indicadores en comparación con la semana anterior. La tasa de mortalidad por Covid-19 de 14 días ha estado disminuyendo durante una semana (5,9 muertes por millón de habitantes, en comparación con las 7,0 muertes por millón de habitantes, de la semana anterior). Aunque observaron tendencias crecientes en siete países en la tasa de mortalidad por Covid-19.

Los pronósticos de casos, ingresos hospitalarios y muertes del European Covid-19 Forecast Hub brindan predicciones para las semanas 27 y 28. En comparación con la semana anterior, se pronostican tendencias crecientes en los casos, tendencias crecientes en los ingresos hospitalarios y tendencias crecientes en las muertes para el UE/EEE en general para el final de la semana 28.

Las previsiones para países individuales pueden diferir de las de la UE/EEE en su conjunto. «Cabe señalar que las previsiones de casos se consideran cada vez menos fiables debido a los cambios en los criterios de prueba y los procedimientos de notificación. Todos los pronósticos actuales, en particular los pronósticos de casos, deben tratarse con cautela», advierte en su informe.

La aceptación acumulada del ciclo primario de vacunación contra el Covid-19 en la UE/EEE fue del 83,4% entre adultos mayores de 18 años y del 72,7% en el población total. La aceptación acumulada de un primer refuerzo fue del 63,6% (entre los adultos mayores de 18 años y del 52, % en la población total.

Entre los 15 países con un volumen de secuenciación adecuado para las semanas 24 y 25 (del 13 al 26 de junio de 2022), la distribución estimada de variantes preocupantes (VOC) o de interés (VOI) fue del 72,1% para BA.4/BA.5, 24,4% para BA.2; 9,2% para BA.2+L452X, 0,1%para BA.1 y 0,0 % para B.1.617.2.

FUENTE: ISANIDAD

Tags:

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *