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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 7 de diciembre de 2022

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1. AMYTS explica por qué continúa la huelga de Atención Primaria: «La Consejería no dice a dónde irán los pacientes sin atender si se limita la agenda a 34»

2. «La vocación no paga hipotecas»: AMYTS pone en marcha un fondo para médicos en huelga en situación vulnerable

3. ¡Mira la emocionante viñeta de Mónica Lalanda sobre la unión médica en la huelga de Atención Primaria de Madrid!

4. Por si te lo perdiste: el espectacular artículo de Ana Giménez sobre la huelga de médicos de Familia y pediatras

5. Nuevo artículo brillante de Julián Ezquerra en Redacción Médica: «Aceptar las limitaciones. A propósito de un caso»

1. AMYTS explica por qué continúa la huelga de Atención Primaria: «La Consejería no dice a dónde irán los pacientes sin atender si se limita la agenda a 34»

 

2. «La vocación no paga hipotecas»: AMYTS pone en marcha un fondo para médicos en huelga en situación vulnerable

Al encarar la tercera semana de la huelga de médicos y pediatras de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, muchos profesionales están viendo cómo día a día, jornada a jornada, su nómina disminuye. «Por cada día de huelga, los médicos pierden de media unos 200 euros, porque al salario de la jornada se suma la parte prorrateada de vacaciones, días libres…», explica Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, el sindicato convocante del paro.

Exceptuando los días en que realizan servicios mínimos, algunos profesionales llevan dos semanas sin trabajar y sin cobrar. Y aunque hay médicos que pueden permitirse esta huelga, muchos otros no. Para ellos, para ayudar a los facultativos que se encuentren en una situación vulnerable, el sindicato ha creado una ‘caja de resistencia’.

Es un fondo -en el que ahora mismo hay unos 10.000 euros-, que ya se ha puesto en marcha en paros anteriores, y que pretende cubrir parte del salario que los profesionales pierden por hacer la huelga. Pretende evitar que los médicos que tengan una situación más precaria no renuncien a su derecho a parar obligados por su economía. «La vocación no paga hipotecas -dice la secretaria general de AMYTS-. Hay médicos con familia, hipotecas, alquileres… que no llegan». Una situación que afecta de manera especial, a los médicos interinos.

«Los médicos que no estamos llamados a la huelga, como los de los hospitales, o la población general, pueden donar lo que quieran en un número de cuenta para luego ayudar a los médicos que paran», explica Ángela Hernández. «Se hace de manera proporcional: quien ha hecho más días de huelga recibe más que quien ha hecho menos días de huelga».

Después de que la reunión del viernes por la tarde terminara sin acuerdo, no hay nuevos encuentros previstos para tratar de solventar las diferencias que ahora mismo hacen cada vez más amplio el abismo entre Sanidad y el sindicato convocante. Desde AMYTS, creen además que alargar el conflicto se está convirtiendo también en una estrategia de la Consejería de Sanidad con la que llegar a su objetivo.

Una estrategia de desgaste de lo médicos que, además de su rendición, también persigue, según empiezan a pensar en el sindicato, un cambio de modelo sanitario. «Lo están alargando a propósito. No les conviene, aunque parezca increíble, mejorar la situación de la Atención Primaria», explica Hernández.

Sin embargo, a pesar del desinterés, a pesar de la desconfianza y la pérdida de salario, los médicos son conscientes del punto de no retorno al que se está llegando y, por ahora, no parecen dispuestos a dar marcha atrás.

FUENTE: Cadena SER; AMYTS

 

3. ¡Mira la emocionante viñeta de Mónica Lalanda sobre la unión médica en la huelga de Atención Primaria de Madrid!

Mónica Lalanda, médica y una de las viñetistas de AMYTS, nos ha traído una nueva viñeta con el tema central de las últimas semanas: la huelga de Atención Primaria de médicos de Familia y pediatras de Madrid. Una huelga que está poniendo encima de la mesa los problemas de la Atención Primaria y que está siendo un ejemplo espectacular de unión médica, tal y como se ha demostrado en las numerosas concentraciones y como nos muestra Mónica Lalanda en esta emocionante viñeta.

FUENTE: AMYTS

 

4. Por si te lo perdiste: el espectacular artículo de Ana Giménez sobre la huelga de médicos de Familia y pediatras

La Atención Primaria está en crisis en todo el territorio nacional. La mayoría de las Comunidades autónomas han dado la voz de alarma: faltan médicos para trabajar en estos niveles asistenciales.

La Atención Primaria española se diseñó en una época en la que, por falta de una adecuada planificación de recursos humanos sanitarios, había un enorme exceso de médicos disponibles para trabajar. Y en ese contexto se hizo un diseño de una estructura asistencial que necesitaba de la existencia de este exceso de trabajadores –los suplentes- para dar a la población la asistencia necesaria.

Pero esos tiempos hace mucho que pasaron. Hace lustros. Y no se ha hecho NADA para modificar una estructura que ya no puede contar con ellos.

Las malas condiciones laborales que se arrastran desde hace tiempo en este nivel asistencial, en terrible combinación con la venta política de la sanidad, han ocasionado que los médicos que cada año se forman no estén dispuestos a trabajar en este nivel y, por tanto, se ha producido una crisis de falta de recursos humanos disponibles, de la que ahora los políticos quieren culpabilizar a los profesionales de la salud, en especial a los facultativos. Pero…¿quién es el culpable de la falta de médicos para la Atención Primaria?

Gobierno central y comunidades autónomas (CCAA) se echan la culpa mutuamente. Y si bien no podemos poner en duda que el proceso de transferencias sanitarias a las comunidades autónomas finalizó a principios del s XXI (con excepción de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla), no todas han tomado las mismas decisiones. Y tampoco podemos olvidar que hay muchos aspectos que dependen del Ministerio de Sanidad del gobierno central de turno.

Es competencia del estado el modelo retributivo de la mayoría del personal sanitario, el personal estatutario (estatutarios porque nos regimos por el Estatuto Marco de las profesiones Sanitarias), y ese modelo marca el salario base, los trienios, el precio por tarjeta sanitaria y varios complementos de la nómina. Luego SÍ TIENE RESPONSABILIDADES EL GOBIERNO CENTRAL.

Pero hace más de 20 años que se completaron las transferencias sanitarias a las CCAA, y NO TODAS LO HAN HECHO IGUAL. No todas las CCAA tienen los mismos complementos retributivos en las nóminas, ni pagan lo mismo por las horas de guardia, ni tienen los mismos horarios de las jornadas laborales. De hecho, hay CCAA que han cuidado algo más a sus profesionales. De todo ello tenemos larga experiencia en Madrid, donde hemos vivido el éxodo de profesionales del primer nivel asistencial con cada OPE o concurso de traslados «foráneo», por ejemplo de Castilla La Mancha.

Lo que de forma unánime sí han hecho las CCAA es hacer VENTA POLÍTICA DE LA SANIDAD en todas y cada una de las contiendas electorales, haciendo promesas populistas a la población que no se basan en las necesidades en salud, sino en la venta comercial de ventajas de consumo que han tenido como resultado la banalización de la asistencia sanitaria en la que nos vemos inmersos. Una venta político-comercial sin base científica de ninguna índole, con argumentos populistas del “derecho” a ser atendido dónde y cuándo el ciudadano–cliente considerase oportuno, sin, por supuesto, dotar al sistema sanitario de los medios necesarios para dar respuesta a ese sinsentido insostenible.

España pertenece a la Unión Europea y, gracias a los múltiples tratados, existe libre circulación de trabajadores entre los países miembros de la Unión. Además, también en virtud a dichos acuerdos, los estudiantes españoles han conocido la realidad de otros sistemas sanitarios europeos. Y saben que otras condiciones laborales, otros salarios, una atención con TIEMPO y bien reconocida, es posible. Cada año son más los colegiados –sobre todo los jóvenes- que solicitan el certificado de idoneidad para trabajar en la UE. Y muchos de los que lo solicitan se van.

Es necesario MEJORAR LAS CONDICIONES LABORALES (con todo lo que ello supone: salarios, horarios, reconocimiento y, sobre todo, TIEMPO) para evitar el éxodo de médicos. Las comunidades autónomas deben ser capaces de retener a sus facultativos si quieren dar cumplimiento a la asistencia sanitaria debida a la población.

¿Están los políticos dispuestos a las mejoras que hacen falta? Y los ciudadanos ¿entienden que es responsabilidad de todos las sostenibilidad del sistema?

#SOSAtenciónPrimaria

#HuelgaDeMedicosDeAtenciónPrimaria

#APproblemadeEstado

Ana Mª Giménez Vázquez
Médico de familia, doctora en Medicina. Tesorera de AMYTS. Secretaria Técnica CESM de AP

FUENTE: AMYTS

 

5. Nuevo artículo brillante de Julián Ezquerra en Redacción Médica: «Aceptar las limitaciones. A propósito de un caso»

El actor, músico y bailarín Lucas Grabeel, decía: “Soy competitivo conmigo mismo, pero no con otras personas. Me puse metas. Realmente no me importa ganar o perder siempre que haga lo mejor que pueda”. Esta frase me da pie para comentar un caso que he vivido muy de cerca.

Los médicos son profesionales de indudable cualificación y preparación, tienen unas grandes capacidades y asumen responsabilidades del máximo nivel. Toman decisiones a diario que son comprometidas, que implican un pensamiento científico y que pueden tener consecuencias para los pacientes. Eso es admirable y hace que sean reconocidos por la sociedad como de su máxima confianza.

También hay que saber que no todos los médicos ejercen en las mismas condiciones, con la misma accesibilidad a ciertas tecnologías y otros profesionales de especialidades que se requieren. No podemos olvidar nunca que un médico de hospital no puede trabajar solo, que necesita acceso a servicios complementarios, tales como pruebas de imagen, laboratorio, interconsultas con otros especialistas, etc.

Cada hospital es un mundo, cada hospital debe dedicarse a lo posible y olvidarse de tratar pacientes que en ese centro se escapan de sus posibilidades. Eso no cuestiona para nada la valía de los profesionales, solo limita hasta dónde pueden llegar en determinados casos. También es importante considerar dónde está situado el centro, la posibilidad de acceso cercano y con fácil trasporte a centros de nivel mayor. No es lo mismo estar en un hospital del grupo 3 que del grupo 2 o del grupo 1, como no es lo mismo estar en una provincia alejada de capitales con el gran hospital del grupo 3 cerca o a demasiada distancia, que una gran capital con varios hospitales de máximo nivel y fácil acceso.

Vamos al caso. Se trata de un paciente que, tras peregrinar de urgencia en urgencia, de someterse a pruebas sin una “dirección” adecuada por parte de quien debería ser siempre su referente, el médico de familia, no por que este lo hiciera de forma incorrecta, ni mucho menos, es que el paciente “picoteaba” sin acudir a su médico de familia, lo hacía como mejor entendía y sobre todo por la vía de la urgencia. Por fin, por indicación correcta, acude a su médico de familia, este integra toda la información y, ante la presencia de un síndrome constitucional rápidamente progresivo, sin una causa conocida que lo justificara, contacta con Medicina Interna del hospital de referencia y a la vista de la situación valora al día siguiente al paciente y le ingresa de urgencia.

Hasta aquí todo parece más que correcto. En el hospital se le van haciendo pruebas, le valoran otros especialistas, no se termina por diagnosticar lo que sucede al paciente, no se encuentra el origen de su cuadro, el paciente empeora de forma rápida, se complica, precisa de pruebas y especialidades que no tiene ese hospital y que para hacérselas se precisa que otro hospital del grupo 3 le haga hueco y además que se pueda trasladar y no siempre es fácil adecuar el traslado con la hora para hacer la prueba. Por ello, en una primera ocasión, la ambulancia no se presentó y no se puedo realizar. Mientras, todo empeora y progresa rápidamente el deterioro, el paciente requiere ingreso en UCI. Y aquí un nuevo problema. Se necesitan nuevas pruebas y técnicas quirúrgicas de las que no dispone el hospital.

Es en este momento cuando de nuevo se aplica un dicho que acuño con cierta frecuencia y que dice: “al amigo la excepción y, al corriente, la legislación vigente”. Parece que el traslado, solicitado por parte del intensivista, no se hace con celeridad, aparecen los habituales, “no tengo quirófano”, “estamos a tope”, “la UCI no tiene cama”, etc. Entonces es cuando se tira de contactos y se aplica lo antes mencionado, “al amigo…”. Por fin se traslada a un hospital del grupo 3, dónde ingresa y se puede realizar alguna intervención que alivia al paciente, aunque su viabilidad parece que ya no es factible. Todo conducirá al final catastrófico que posiblemente y, en cualquier caso, hubiera sido inevitable. Pero siempre quedará la duda de si hubiese cambiado algo si desde el principio se hubiera ingresado en otro hospital.

De todo esto saco algunas conclusiones:

1.- La importancia de tener un médico de familia accesible, que conozca a sus pacientes, que proporcione eso tan importante que llamamos longitudinalidad y que ha demostrado asociarse a una mayor expectativa de vida y mejor salud.

2.- Entender que los profesionales, nadie cuestiona su nivel ni preparación, deben entender en que tipo de hospital trabajan y las limitaciones que pudiera tener. Derivar un paciente no es un fracaso, es un saber reconocer los límites, insisto, no los personales, pero si los del propio hospital en el que se presta servicio.

3.- Posiblemente deberíamos valorar si es buena idea tener áreas concretas de referencia en las que todos los pacientes deben pasar siempre por su hospital de área.

4.- Puede que sea necesario abrir un debate sobre la organización de nuestro modelo asistencial y valorar hasta qué punto los hospitales de grupo 3 deben tener unos potenciales pacientes bien delimitados, también dónde los pacientes de sus áreas que precisen atención no de tan alta complejidad pueden ser atendidos por los mismos profesionales de este gran hospital. Hospitales de apoyo, hospitales de menor complejidad en los que los médicos sean “rotantes” de su hospital nodriza, dónde los residentes se formen en la alta complejidad, pero también en la patología básica general de sus especialidades, etc. Muchas ideas para valorar, mucho trabajo para los expertos en planificación, para las propias comisiones nacionales de las especialidades, etc.

Podría seguir, pero llegado a este punto, solo quiero decir que, en este caso posiblemente nada hubiera cambiado, y trasladar este consuelo a la familia de quién ha sido objeto e inspiración para escribir este artículo. Y volviendo al inicio, tomo esta parte de la frase de Lucas Grabeel: “…Realmente no me importa ganar o perder siempre que haga lo mejor que pueda” y digo que estoy seguro de que todos, absolutamente todos los profesionales que han participado en este caso lo han hecho lo mejor que han podido. Como siempre, gracias a los compañeros, a todos los profesionales; otra cosa es constatar que la estructura organizativa y las condiciones de habitabilidad, humanización, instalaciones, son manifiestamente mejorables. Va por ti, Jesús.

FUENTE: Redacción Médica

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