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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 4 de octubre de 2022

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1. EDITORIAL. «Inestabilidad otoñal y jornada laboral», por Daniel Bernabéu

2. Jornadas Hispanolusas de CESM: «No faltan médicos ni en España ni en Portugal»

3. AMYTS en los medios: Sheila Justo, vicepresidenta de AMYTS, sobre las guardias médicas

4. Artículo de opinión de Julián Ezquerra, ex secretario general de AMYTS, en Redacción Médica. ¡No te lo pierdas!

5. El 90 por ciento de los vacunados mantiene la inmunidad celular tras 10 meses de la última dosis

1. EDITORIAL. «Inestabilidad otoñal y jornada laboral», por Daniel Bernabéu

El Otoño llega cargado de novedades a la sanidad madrileña. Algunas novedades son positivas, por cuanto desde la Consejería asumen y acatan toda una serie de resoluciones judiciales peleadas largamente por AMYTS, para reconocer el derecho de los médicos temporales, en cualquiera de sus modalidades contractuales, a ser evaluados y a percibir los honorarios asociados a la carrera profesional.  Los trámites para la convocatoria de los procesos selectivos de estabilización, en los términos pactados en la salida de huelga del pasado mayo, se desarrollan con lentitud, aunque todavía dentro del calendario previsto.

Hasta aquí lo positivo. Extrema preocupación e incertidumbre es la que nos ha generado el último bandazo realizado por la Consejería de Sanidad en la reorganización de las urgencias extrahospitalarias. Primero por la absoluta falta de información y comunicación sobre el nuevo modelo planteado, sin haber sido consultados en el proceso de elaboración, ni informados si quiera de su gestación. Movimientos orquestales en la oscuridad, improvisación y experimento “con gaseosa” son los mapas mentales que surgen inmediatamente tras haber conocido la propuesta: desaparición de SAR y SUAP, que se unifican bajo una nueva denominación de PAC (Punto de Atención Continuada); dependencia orgánica de la gerencia de AP; y cobertura asistencial bajo un sistema similar al de los hospitales, con jornada ordinaria y complementaria para las guardias (atención continuada). Es una propuesta rompe con todo lo trabajado y acordado previamente con la Consejería, y desde luego dice poco y mal de cómo se toman las decisiones en la parte política de la Comunidad, y en la fiabilidad y confianza con la que pueden abordarse grupos o mesas de trabajo en la Consejería. Un auténtico torpedo a la línea de flotación de la confianza, el trabajo cooperativo y la buena voluntad en el seno de la sanidad de Madrid.

La jornada complementaria es una trampa laboral que solo sufríamos hasta ahora los médicos, surgida de las mentes diabólicas que elaboraron y aprobaron en 2003 el Estatuto Marco del personal sanitario. Es un tiempo de trabajo adicional a la jornada ordinaria que permite cubrir la asistencia 24h en los hospitales, pero con unas condiciones muy desventajosas respecto al resto de colectivos que trabajan en áreas asistenciales que necesitan cobertura 24×365, como bomberos, policía, controladores aéreos, enfermería, etc… Sí, la jornada complementaria nos permite aumentar nuestros magros ingresos a base de echarle muchas horas en el hospital. Eso suena bien cuando eres joven, ganas poco y disfrutas viviendo en el hospital.  Pero…. Primero tienes que cumplir la jornada ordinaria de 1655h anuales sí o sí. Aunque hayas trabajado 48 o más horas semanales, si no has cumplido tus 37,5h de jornada ordinaria semanal tendrás que recuperar esas horas, y los descansos tras las guardias (un derecho) no computan a efectos de cumplir jornada.  Se abre todo un mundo de tardes, las que hagan falta, para que recuperes esas horas que, pese a llevar ya 54h trabajadas (ordinaria+complementaria) en la semana, todavía les debes. Que termines hecho una piltrafa o con imposibilidad de conciliación familiar es algo que a nadie le importa, tal cual. Qué para eso te llevas un sobresueldo por esas horas extras.

¿Horas extras la jornada complementaria? Pues tampoco lo son. Son extras en sentido literal, porque son añadidas a tu jornada ordinaria; pero no lo son en el sentido laboral que marca el Estatuto de los Trabajadores (que a nosotros no se nos aplica), y no se nos paga como tales (doble de la jornada ordinaria). No, la hora de jornada complementaria, la que haces además de tu jornada normal, la que haces prescindiendo de tu ocio, o de otras actividades más gratificantes, se paga a 19,8€/h. Por una intervención a corazón abierto, por poner una prótesis de cadera, por liberar el coágulo en una arteria cerebral que ha provocado un infarto,… fuera de tu horario normal. Por si fuera poco, Madrid, la comunidad más rica de España, es la que peor paga la jornada complementaria, junto con Ceuta y Melilla.

Aquí no acaba el problema. Puedes estar trabajando hasta 70 horas semanales (sí, el EM lo permite) y solo cotizan por ti, para una pensión futura, como si trabajases 37,5h. ¿Quién se queda la diferencia? Además, para aumentar los agravios, para nosotros no existen los pluses de nocturnidad, de penosidad o de peligrosidad asociados a la actividad nocturna o de estrés de otras categorías o estamentos. Y finalmente, la frase mágica #PorNecesidadesDelServicio doblegará cualquier intento de protesta ante un abuso en la sobrecarga, para cualquier cambio o petición de días libres, vacaciones o formación.

Si la solución a los problemas de plantilla en AP, SAR, SUAP y SUMMA pasa por implantar el modelo de las guardias en hospitales, nos enfrentamos a un problema serio de sobrecarga laboral y de conciliación. Resulta atractiva para el gestor porque le permite la cobertura de un número mayor de centros y franjas horarias con menos personal y muy barato. Una trampa legal bajo el paraguas del Estatuto Marco que terminará ahuyentando a profesionales que necesitan tiempo para conciliar, que esperan un mayor reconocimiento a su trabajo, y que aspiran a un mejor salario sin necesidad de vivir en su centro de trabajo.

Nubes borrascosas también en la jornada laboral de 37,5h que se aplica en la Comunidad de Madrid. ¡Estamos hartos! Se penaliza a todos los facultativos que realizan guardias o jornadas de compensación con la detracción de 222€/mes para supuestamente compensar que solo hacemos 35h semanales de jornada “ordinaria” (aunque con las guardias hagamos 40h o más). AMYTS ha lanzado la campaña en redes “222” solicitando firmas para que se vuelva a la jornada de 35h para todos, lo que implicaría acabar con el castigo a que estamos siendo sometidos; o para que se nos permita realizar la jornada de 37,5h en similares condiciones al resto de categorías sanitarias. Hay mucho enfado y mucha ira acumulada con este tema. Esperemos que la Comunidad sea inteligente para volver a las 35h de jornada.

Finalmente, que en una corta legislatura de 1,5 años que llevamos en la comunidad hayamos visto 3 remodelaciones consecutivas en el organigrama de la Consejería de Sanidad no aporta ni tranquilidad, ni visión de futuro; por no hablar del baile de consejeros en estos últimos 10 años. La Sanidad en Madrid no puede permitirse parecer más preocupada por las ambiciones políticas de sus gestores, que por responder de forma ágil, razonable, dialogante y transparente a los muchos problemas que nos acucian. Y dialogante no es reunirse muchas veces. Es trazar un proyecto consensuado y técnico que permita futuro y seguridad a los profesionales sanitarios, y respuesta y calidad a las necesidades sanitarias de los ciudadanos. La “humanización” de las listas de espera no es mandar flores a los pacientes, ni adornar los pasillos de los centros sanitarios; es solucionándoles sus problemas de forma ágil y adecuada. El espectáculo del “traje del emperador”, al que asistimos cuando se vehiculizan los problemas asistenciales de abajo arriba, resulta patético y desolador. Y la respuesta, en forma de decisiones políticas y gestoras, es reflejo de dicho espectáculo: improvisación, soberbia, y oportunismo.

Desconfianza hacia los gestores de la Sanidad de Madrid, y enorme malestar con muchas de sus actuaciones. Que ahora vayan a pagar la Carrera Profesional a los temporales, tras más de 10 años de litigio en los tribunales, nos alivia. Pero no, no es alegría, es justicia.

Daniel Bernabéu

Presidente de AMYTS

Fuente: AMYTS

 

2. Jornadas Hispanolusas de CESM: «No faltan médicos ni en España ni en Portugal»

Las primeras jornadas hispanolusas organizadas por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) a través de su Sindicato de Extremadura (SIMEX) han comenzado este lunes con la intervención del presidente del Colegio Oficial de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo, quien además de dar la bienvenida a los presentes ha aprovechado para recordar que colegios y sindicatos no son enemigos y que el arma básica de un médico es el tiempo, dejando aparte las decisiones políticas.

Por su parte Noel Garrido, presidente de la Federación de Médicos Portugueses, ha señalado que hace años no podían imaginar que España y Portugal estarían tan hermanados en lo que a la precariedad de los médicos se refiere. «El servicio nacional de salud está siendo desmembrado, no están haciendo nada por velar por el principal propósito del médico, que es dar asistencia sanitaria a los pacientes. Por eso tantos médicos están abandonando actualmente su profesión, y es muy triste q nuestra denuncia no sea suficiente para que los gobernantes no tomen la decisión de poner soluciones».

Al igual que en España Garrido afirmaba que el problema no es que no haya médicos, sino que las condiciones de trabajo no son atractivas como para que los profesionales decidan quedarse. «Tenemos algunas propuestas pero queremos oír también las vuestras», decía antes de agradecer a la organización su participación en las jornadas.

Por último, Tomás Toranzo, presidente de CESM, ha declarado que hay zonas en las que incluso España está peor que Portugal, lo que se evidencia con la marcha de profesionales al país vecino. Además, ha recordado que CESM es un «sindicato médico profesional, y estamos orgullosos de estar en un colegio de médicos, ya que es obligatoria la colegiación. La simbiosis que representa la colegiación y la parte que defiende los legítimos intereses de los profesionales, como es el sindicatopermite defender el mejor sistema sanitario, con calidad para los ciudadanos, que es lo que en el fondo justifica nuestra profesión», sentenciaba Toranzo.

Fuente: CESM

 

3. AMYTS en los medios: Sheila Justo, vicepresidenta de AMYTS, sobre las guardias médicas

 

 

4. Artículo de opinión de Julián Ezquerra, ex secretario general de AMYTS, en Redacción Médica. ¡No te lo pierdas!

Voy a ser valiente. Los facultativos necesitamos un estatuto propio

Decía Nelson Mandela: “Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo”. En varios artículos previos en esta misma tribuna he reclamado la necesidad de valorar un cambio que nos lleve a un nuevo estatuto para el médico y facultativos; lo hacía siempre recordando que ya lo tuvimos, que sería bueno pensar en ello, que los problemas podrían solucionarse si se dan pasos en este sentido. Hoy me inspira esta frase de Nelson Mandela, supero el miedo y propongo abiertamente un nuevo estatuto propio para los médicos y facultativos del Sistema Nacional de Salud.

Si alguien se pregunta el por qué ese miedo, lo aclaro. Los facultativos, los médicos, llevamos mucho tiempo envueltos en esa especie de buenismo que hace que nos consideremos como uno más del entramado del Sistema Sanitario, y es cierto que somos uno más entre los muchos profesionales que conforman este Sistema. Pero uno más que tiene unas características muy particulares y que deben ser reconocidas. ¿Cómo se pueden reconocer?, pues admitiendo que deben ser contempladas en un modelo de relación específico entre la Administración Sanitaria y estos profesionales. Nada nuevo, ya lo tuvimos, solo hay que recordar aquel “Estatuto Jurídico del personal médico de la Seguridad Social” (Decreto 3160/1966, de 23 de diciembre).

¿Quiere esto decir que otros profesionales no deben tener estatuto propio? No, que cada cual reclame el suyo si lo estima oportuno, lo argumente, lo defienda y lo pelee. Pero ha llegado el momento de dar un paso al frente, hacer un lobby profesional que nos una y haga la presión necesaria para lograrlo. El germen está inventado hace años, tiene estructura y organización. Se llama “Foro de la Profesión” y en él están presentes todas las estructuras representativas de la profesión: sindicato profesional, colegios profesionales, universidad, sociedades científicas y estudiantes. Lo que es necesario ahora es que se crean que son un lobby, ejercer su fuerza y presión, tener un objetivo claro y apostar sin miedo por ello.

Para reclamar un estatuto propio debemos tener claro y estar convencidos de que somos una profesión especial que lo requiere, que lo necesita, que realmente somos especiales, ni mejores ni peores que otros, simplemente especiales y con unas características propias que nos hacen reconocibles. Suena a corporativismo, a cierta “chulería”, a sentimiento de pertenencia, pero no es nada de eso, simplemente es reconocer lo que somos, lo que hacemos y cómo lo hacemos. Veamos a que me refiero.

Estudiar medicina (voy a ceñirme a esta profesión, pero es válido para los demás facultativos) no es un camino sencillo. Los estudiantes que quieren ser médicos saben desde el bachillerato que deben esforzarse, tener un expediente académico excelente, enfrentarse a una selectividad exigente, competir por una plaza que requiere las notas más altas. Eso significa esfuerzo, estudio, constancia, competencia y méritos.

Después, una vez que has logrado acceder a una plaza para estudiar medicina, vienen los 6 duros años de carrera, y repito, “los 6 años” de carrera, con una carga lectiva que ninguna otra precisa. Yo me quedé en que te licenciabas, ahora dicen que te “gradúas”, aunque en los conceptos de ahora, en realidad terminas con la consideración de “máster”. Resumo: carrera dura, la más larga en tiempo y créditos y máster.

Una vez finalizas la carrera, tienes que hacer frente a un año de largos días de estudio, días de horas frente a los libros, preparación de un exigente examen que te dará acceso… o no, a la formación especializada en aquello que deseas… o no. Una necesidad ineludible, un requisito sin el que no podrás ser médico. Ya se que también hay posibles trabajos para quien no se especialice, pero son residuales, testimoniales y muy escasos. Quien estudia medicina lo que quiere es ser y trabajar de médico.

Tras 4 o 5 años de residencia, un periodo de formación duro y exigente, con largas jornadas de trabajo, muchas guardias, estudio, investigación, escasa retribución y, en ocasiones, un trato francamente mejorable, logras el ansiado título de médico especialista, un título que te faculta para ejercer una determinada especialidad.

Por si esto no fuera suficiente, ahora llega el peregrinar y deambular por un sistema que te maltrata, te exige todo y no te reconoce nada, te hace someterte a un modelo de “esclavitud” y sumisión al Sistema, un adoctrinamiento que termina por hacerte sentir el clásico “síndrome de Estocolmo” y hacerte creer que lo que sufres es normal y hasta lo entiendes. Años y años de abuso en la contratación, siempre con el miedo a si me renuevan el contrato de guardias o eventual, aspirando a que en algún momento pueda ser interino, una suerte de seguridad relativa en la que puedes estar años y años hasta que puedas acceder a consolidar la plaza mediante la correspondiente oposición.

Una vez descrita la situación y el recorrido de un médico, viene la necesidad de rebelarse, decir basta ya, exigir respeto y un trato digno a unos profesionales que lo merecen, que son sacrificados, que han demostrado siempre su compromiso con un Sistema Sanitario que es envidia de muchos. ¿Y cómo se hace esto? Desde luego no con el modelo actual, no estando encorsetados en un Estatuto Marco que nos comprime y no reconoce. Son muchas las profesiones que trabajan y configuran el Sistema Sanitario, todas ellas necesarias e imprescindibles, pero todas ellas especiales y diferentes entre sí. Por ello, entiendo necesario que se diferencien, que se doten de marcos regulatorios específicos, que se doten de estatutos propios.

Los facultativos necesitamos este estatuto, un reconocimiento a lo que somos, a que necesitamos una organización y posible jerarquización diferente, unos horarios racionales y razonables, terminar con esas jornadas de 24 y hasta 31 horas de trabajo continuado, reconocimiento de todo el tiempo de trabajo a efectos de cómputo de tiempo para la jubilación, reconocimiento de posibilidad de jubilación anticipada voluntaria, una retribución acorde nuestra responsabilidad, un modelo de acceso propio al sistema, etc.

Sé que lo que digo generará cierto rechazo en muchos profesionales, no digo ya en otras categorías, eso lo doy por sentado, lo digo por quienes solo quieren ver el modelo actual como posible y prefieren eso de “más vale malo conocido que bueno por conocer”, pero como decía Nelson Mandela: “El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo”, y yo siento miedo, pero quiero conquistarlo.

Fuente: Redacción Médica

 

5. El 90 por ciento de los vacunados mantiene la inmunidad celular tras 10 meses de la última dosis

Un estudio pionero de la Comunidad de Madrid demuestra que el 90 por ciento de los vacunados mantiene la inmunidad celular al Covid-19 tras 10 meses de la última dosis.

Fuente: Diario Médico

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