Este nuevo episodio de colaboración con la privada levanta las viejas ampollas de siempre entre los colectivos profesionales que piden reforzar la Atención Primaria. Se suma que estos sanitarios demandan más protagonismo en el plan de vacunación mientras ven cómo los centros de salud quedan relegados por detrás de los vacunódromos y los hospitales. «El problema no es que vacunen en la privada, porque toda vacuna puesta es bienvenida, sino el ninguneo a los profesionales de la Atención Primaria que se enteran de todos estos cambios a golpe de tuit y de prensa», dice Ángela Hernández, vicepresidenta de AMYTS, el sindicato madrileño de AP.