Estamos en campaña electoral y en ella aparecen los clásicos de nuestra política. Medias verdades, promesas, ideas e ‘ideíllas’, incluso mentiras burdas, son la tónica general del discurso político de nuestros insignes dirigentes. Todo vale para ganar un voto. Decía Homero que “al que está necesitado no le conviene ser vergonzoso”; pues bien, nuestros políticos son fieles seguidores de Homero y aplican esta frase de forma concienzuda.