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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 21 de enero de 2021

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1. «Salvar la cara tratando como vasallos a los profesionales», por Miguel Ángel García

2. AMYTS en los medios: entrevistas a Julián Ezquerra y Raquel Rodríguez Merlo…

3. La Consejería de Sanidad reorganiza la vacunación de los profesionales de AP por «la falta de vacunas»

4. El Gobierno de Ayuso busca voluntarios entre los MIR para suplir la falta de médicos en el Zendal

5. Datos del Covid: España registra 41.576 nuevos casos y 464 fallecidos; Madrid suma 5.578 positivos y 53 muertes en las últimas 24 horas

1. «Salvar la cara tratando como vasallos a los profesionales», por Miguel Ángel García

ARTÍCULO DE MIGUEL ÁNGEL GARCÍA, RESPONSABLE DE FORMACIÓN DE AMYTS Y DIRECTOR MÉDICO DE LA REVISTA MADRILEÑA DE MEDICINA:

Hace un par de meses publicaba, en la web de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) un artículo titulado “Una gobernanza sanitaria nada participativa”. En él hacía una crítica a la forma de gobierno que mostraba la publicación, por parte del Gobierno de España, y sin diálogo previo con las organizaciones profesionales, del Real Decreto Ley 29/2020, de 29 de septiembre, de medidas urgentes en materia de teletrabajo en las Administraciones Públicas y de recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19,. Se trata del decreto que aún permite el acceso temporal a la práctica profesional de médicos sin la titulación correspondiente, y facilita la movilización de profesionales sin la exigencia de una serie de requisitos mínimos que limiten dicha facultad dentro del contexto de la crisis. Hablaba entonces de falta de diálogo y de una actitud de “comité central” o “comité de expertos” que, de forma prácticamente “autista”, creía estar en posesión de la verdad sobre la mejor forma de gobernar el sistema sanitario. Hoy se puede decir lo mismo ante la evolución de la situación del hospital de pandemias Isabel Zendal, de la Comunidad de Madrid, y ejemplificar con ello las derivas en que puede llegar a incurrir ese estilo de gobernanza.

Pero antes de pasar a analizarla detenidamente, me gustaría dejar claro desde el principio que lo que sigue no es un análisis ideológico, en absoluto, o “político” (de parte, entiendo), como se suele calificar desde las instancias de poder cuando no reciben una valoración positiva de su gestión. Reitero lo que ya he dicho en algún otro lugartan defendible me parecen la idea de libertad e iniciativa personal y los derechos individuales como la idea de responsabilidad y bien común junto a la protección de los denominados derechos sociales. Es más, creo que la convivencia social se basa en el equilibrio entre ambos, lo que requiere del máximo respeto hacia las diversas posiciones (actitud que, por desgracia, no es la dominante entre nuestros políticos). Desde ese máximo respeto, lo que sigue es tan sólo una crítica a determinado modelo de gestión, de gobernanza no participativa, que por desgracia vemos a uno y otro lado del espectro político. Quien espere otra cosa puede perfectamente abandonar aquí la lectura, pues lo que sigue le va a defraudar absolutamente.

Lo aprendido (y no aplicado) en la primera oleada

Cuando en marzo del pasado año nos encontrábamos inmersos en la primera oleada de la pandemia, se hizo necesario “improvisar” un espacio hospitalario para tratar de evitar el desbordamiento hospitalario que se estaba produciendo. En un par de semanas estaba disponible un amplio espacio de IFEMA que, afortunadamente, no llegó a ser necesario en su totalidad porque su apertura coincidió prácticamente con el pico de la ola, y en pocos días comenzó a reducirse la presión sobre los hospitales. Muchos profesionales se presentaron voluntarios para dotar ese hospital, pero lo que también se hizo muy visible fue la debilidad del sistema sanitario en cuanto a disponibilidad de dichos profesionales, que de alguna manera fueron “hurtados” sobre todo de los niveles de Atención Primaria y Urgencia Extrahospitalaria, dejándolos en absoluta precariedad.

No es de extrañar, por tanto, que nuestra posición al final de esa primera oleada fuera clara: el sistema sanitario necesitaba hacer una apuesta contundente por el refuerzo de los profesionales, aprovechando entre otras cosas la disponibilidad que estaba a punto de producirse con la finalización del período formativo MIR de muchos facultativos a finales del mes de mayo, tratando de mejorar las condiciones laborales dentro del sistema y ofreciendo contratos estables, para tratar de frenar la huida de médicos a otros países. Sorprendentemente, la Comunidad de Madrid dejó escapar a muchos de esos profesionales debido a la cicatería de su oferta de contratación.

Simultáneamente, el gobierno de la Comunidad de Madrid iba cambiando su planteamiento en torno al hospital de IFEMA de momento en momento: en un primer momento, se habló de prolongar su funcionamiento varios meses para garantizar la transición hospitalaria hacia un modelo de atención compartida COVID-no COVID que permitiera la atención al resto de necesidades de salud de la población; posteriormente, nos sorprendió la noticia del cierre precoz de las instalaciones sanitarias en IFEMA, al parecer por exigencia de la dirección del recinto ferial; y poco después, la presidenta de la Comunidad de Madrid nos cambiaba el paso a todos los ciudadanos (y posiblemente a algunos miembros de su gobierno) anunciando la construcción de un hospital específico para pandemias, para el que no tenemos conciencia de que hubiera existido un debate previo y bien fundamentado. Y mientras tanto no se dotaba al sistema sanitario madrileño de los más que necesarios “rastreadores” y de los adecuados refuerzos para la Atención Primaria.

Incremento de camas sin incremento de profesionales

De ahí que la crítica de las organizaciones profesionales y laborales no se hiciera esperar. El horizonte de la pandemia necesitaba prioritariamente de profesionales, mientras que el tema del espacio para posibles olas posteriores podía volver a gestionarse con los recintos de IFEMA, que, en caso de pico pandémico, vería muy limitada su utilización como recinto ferial;  o, como se ha planteado posteriormente, con la disponibilidad de espacios que ya existen en el parque inmueble sanitario de la Comunidad (como es el caso del viejo Puerta de Hierro o de las camas no utilizadas en los hospitales madrileños, que en número superan con creces la capacidad final del ahora ya abierto hospital Isabel Zendal). Y lo que sí teníamos claro es que la inversión derivada a la construcción del nuevo hospital restaría presupuesto para la contratación de los profesionales que ya en aquel momento se necesitaban. De hecho, habría que preguntarse si la falta de contratación de profesionales y el parón del Plan Integral de Atención Primaria anunciado a bombo y platillo en septiembre por la propia Presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y del que no se ha llevado a la práctica ninguno de sus contenidos, no se pueda deber al agujero presupuestario dejado por el incremento de coste del citado hospital.

Y lo que estamos viendo ahora confirma la previsión profesional: que la inversión en el nuevo hospital ha dificultado la contratación de nuevos profesionales, que se ha mantenido la precariedad de muchos de dichos profesionales con contratos COVID, y que ahora la Administración madrileña se encuentra con un colectivo con la motivación muy dañada tras la primera ola y la mala gestión percibida de las siguientes, viéndose obligada a forzar a muchos compañeros a que pasen a cubrir sus servicios en el Hospital Isabel Zendal, gracias a la posibilidad abierta por el Real Decreto del gobierno central mencionado más arriba (al que precisamente por ello se opusieron con encono tanto AMYTS como el conjunto de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos). Y lo hacen, además, con amenaza incluida (probablemente en abuso ilegal de autoridad) de no volver a contratar a quienes renuncien a sus contratos ante la movilización forzosa a esas instalaciones.

Esta actitud “rastrera” muestra las consecuencias de una forma de gobierno, como decíamos al principio, escasamente participativa, y muy centrada en las iluminaciones de un “comité central” más o menos reducido en torno a la presidenta, que parece actuar mirando más a la repercusión mediática de sus acciones de gobierno que a la eficacia real de las mismas. Nadie duda de la bondad del incremento de capacidad hospitalaria, pero lo que sí queda totalmente en entredicho es la apuesta por dicho incremento sin un incremento paralelo en los recursos humanos que deben atender ese aumento de camas.

Gestionar positivamente desde la idea de calidad total

Salvo lo referido en último lugar en torno a la actitud de la Administración forzando el desplazamiento de profesionales, el resto es ya “toro pasado” y, desgraciadamente, no podemos cambiarlo. Por ello, lo mejor que se puede hacer es aprovechar lo que ya hay y lo que ya está invertido, y utilizarlo adecuadamente, en un contexto justo y provechoso para todos. Por eso estamos en absoluto desacuerdo (y nos parece una actitud totalmente reprobable e impresentable) la de utilizar los traslados forzosos, en unos colectivos profesionales (y en concreto el de los médicos) que se ha comprometido al máximo en la respuesta a la pandemia. Eso da imagen de una absoluta incapacidad para la gestión de un capital humano tan valioso. Y proponemos que, desde una gestión humana y de calidad, la alternativa sea ofrecer el traslado incentivado al hospital Isabel Zendal, que habría de ser reconocido, por su temporalidad, su habitabilidad y su especial dedicación, como centro de difícil cobertura, con especial penosidad y merecedor de un elevado nivel de reconocimiento del compromiso con la institución sanitaria (y con la salud de la población).

En definitiva, no somos los profesionales quienes, siendo meros peones en manos de la Administración,  debamos pagar el pato de decisiones tomadas con una coherencia cuestionable, sino que debe haber, de una vez por todas, una apuesta clara por una gestión de capital humano motivadora y de calidad, que sea capaz de recuperar la ilusión y la motivación de los profesionales para hacer frente a una situación difícil, y que de una vez por todas haga que, de verdad, la opción por el hospital Isabel Zendal acabe siendo una opción de calidad total, y no sólo un escaparate de acción política que hay que salvar a toda costa. No es nada que no se enseñe y no se promueva desde cualquier escuela de gestión.

Fuente: AMYTS

 

2. AMYTS en los medios: entrevistas a Julián Ezquerra y Raquel Rodríguez Merlo…

Hoy en los medios os dejamos dos entrevistas en televisión a miembros de AMYTS.

  • Intervención de Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS, en ‘120 Minutos’

  • Intervención de Raquel Rodriguez (delegada AMYTS en el SUMMA 112) en ‘Más Vale Tarde’

 

3. La Consejería de Sanidad reorganiza la vacunación de los profesionales de AP por «la falta de vacunas»

La Consejería de Sanidad ha trasladado la siguiente orden reorganizando la vacunación de los profesionales de Atención Primaria. Desde AMYTS hemos exigido una replanificación al conocer inmediatamente que se cancelaba esta acción en la Dirección Asistencial Noroeste y que luego se ha hecho extensible al resto de centros de salud.

Debido a falta de suministro de vacunas comunicado en la tarde del día 19 de enero, el SPRL de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria se ha visto obligado a reprogramar la vacunación frente a la covid-19 prevista para mañana jueves y este viernes en los 80 centros de Atención Primaria que se habían planificado la semana anterior, con relación a los recursos disponibles. disponible en:

https://saludamas.salud.madrid.org/atencionprimaria/Paginas/vacunacion_covid_profesionales.aspx

Por este motivo, a partir de mañana nos vemos obligados a reprogramar las vacunaciones frente a Covid entre profesionales sanitarios, hasta la reposición de suministros, en espera de instrucciones al respecto de la Dirección General de Salud Pública, momento en el que se reorganizará de nuevo la actividad de los equipos de vacunas en los centros pendientes. Y la reprogramación de las agendas de los SPRL ubicados en cada DA para vacunar a los profesionales sanitarios de primera línea que por su situación administrativa hubiera quedado pendiente.

El objetivo de la vacunación frente a COVID-19 es garantizar la seguridad y salud de los trabajadores de la Gerencia de AP, considerados trabajadores de Primera línea, por ese motivo en los centros de vacunación cabecera se atenderá al personal habitual del centro así como a los trabajadores de los CS más pequeños o consultorios de su área de influencia.

Además se podrán vacunar en vuestros centros cabecera (contactando previamente con vosotros) a todo el Personal del ámbito sanitario que trabaja de cara al paciente, en los siguientes entornos (incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios -administrativo, contratas externas de limpieza y desinfección, estudiantes, etc.) (Documento informativo de vacunación frente a COVID-19 en la Comunidad de Madrid, de fecha 05 de enero de 2021):

  • Suplentes habituales
  • Los MIR/EIR de Familia, que no hayan sido vacunados en hospitales y los estudiantes universitarios en
    prácticas que se encuentren realizando su actividad en vuestros centros.
  • Profesionales de primera línea que trabajan en otros centros, pero desean vacunarse en el centro más
    próximo a su domicilio (personal de SAR, almacenes, etc.).
  • Profesionales en situación de baja por enfermedad (pueden vacunarse en su centro de trabajo o centro más
    próximo a su domicilio).
  • Trabajadores de primera línea que están de permiso (vacaciones, etc.), pero en situación de activo. NO SE VACUNA A PROFESIONALES JUBILADOS en esta fase del plan de vacunación (solo grupos 1 y 2).

Por otra parte, la Gerencia Asistencial de Atención Primaria planificará la vacunación del personal sanitario de segundo nivel, en función de las directrices de la Dirección General de Salud Pública y los grupos priorizados en el programa de vacunación frente a la covid-19.

Sabemos que en estas circunstancias, la campaña de vacunación masiva a los profesionales de Atención Primaria supone un trabajo extra a añadir a vuestra ya complicada actividad y más en estos días, por lo que agradecemos profundamente vuestra colaboración e implicación en el proceso, para conseguir el objetivo de máxima tasa de vacunación entre nuestros profesionales, que contribuya a garantizar su seguridad y salud frente al COVID.

Fuente: Comunidad de Madrid

 

4. El Gobierno de Ayuso busca voluntarios entre los MIR para suplir la falta de médicos en el Zendal

La Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso busca voluntarios entre los Médicos Internos Residentes (MIR) para suplir la falta de sanitarios en el hospital Enfermera Isabel Zendal. La Consejería de Sanidad confirma a elDiario.es que está «ultimando una regulación» para que haya «rotaciones voluntarias» de residentes que quieran ir al nuevo centro de emergencias. El polémico hospital, que según la presidenta madrileña iba a «asombrar al mundo», ha encontrado desde antes incluso de su inauguración grandes dificultades para dotarse de personal por la negativa de la mayoría del personal sanitarios de la región a ser trasladado al hospital de pandemias. «Los residentes lo harían de una manera programada dentro de su ciclo formativo», explican desde el departamento que dirige el consejero Enrique Ruiz Escudero sobre el proyecto para tratar de suplir el déficit de plantilla con médicos MIR. «Vamos a regularlo a través de las comisiones de Docencia, aunque todavía no está activado», añaden estas mismas fuentes.

Pero aunque desde la Consejería aseguran que el proceso todavía no está activado, varios hospitales de la región ya están enviando a sus residentes comunicaciones para que puedan acceder a esta posibilidad. Esta redacción ha tenido acceso al email enviado por el jefe de estudios MIR del hospital de la Princesa, Fernando Ramasco Rueda, en el que comunica a los médicos en formación que desde la Comunidad de Madrid «solicitan la posibilidad» de realizar esa rotación para el Zendal que sería, dice, siempre «voluntaria» por un periodo máximo de tiempo de «uno a dos meses». «Puede ser una oportunidad enriquecedora dentro de vuestra formación tanto en varios aspectos clínicos relacionados con numerosas especialidades, como así puede ser una experiencia vital como médico», explica.

La Comunidad de Madrid incide en la voluntariedad de estos traslados que tendrían una duración de unos dos meses, pero los residentes consultados por elDiario.es tienen muy presente la orden que la Consejería de Sanidad envió a todos los hospitales de la región para que no contraten a ningún sanitario del refuerzo por la COVID que hubiese renunciado a ser derivado al nuevo centro. «Si decimos que no, eso puede ser contraproducente para poder acceder a futuros trabajos, es evidente», lamenta una residente que prefiere guardar el anonimato.

El hospital que el Gobierno madrileño exhibe como un logro de su capacidad de gestión, al ser construido en medio año, se levantó sin tener en cuenta el personal que necesita y la propia presidenta ha tratado de despejar siempre las preguntas sobre de dónde iban a salir los profesionales sanitarios para trabajar en un centro que por su tamaño precisaría de 6.000 trabajadores, según los cálculos de los sindicatos, si un día se abriesen las 1.000 camas programadas. El plan de esta semana era abrir 350 hasta completar 590. La fórmula elegida por la Consejería de Sanidad hasta ahora pasaba por recolocar a profesionales de otros centros pese a que muchos están ya saturados por las necesidades extraordinarias para hacer frente a la pandemia. Y la legión de médicos voluntarios que según Ayuso iban a ofrecerse para trabajar en el nuevo hospital no ha aparecido.

La presidenta denunciaba este lunes una «campaña de desprestigio» de periodistas y «activistas políticos» después de que se hubiese publicado la orden interna de la Consejería de Sanidad para que no se renovasen los contratos a los sanitarios de otros centros que no quieran trabajar en el Zendal. La orden ha sido criticada de forma conjunta por todos los sindicatos médicos. «Las redes sociales tienen que dejar de machacar a los pacientes y los sanitarios que vienen aquí», dijo la presidenta madrileña en una visita improvisada al nuevo centro de emergencias.

Lo cierto es el Gobierno regional ha encontrado muchas resistencias por parte del personal de la Comunidad de Madrid para ser trasladado al nuevo centro que se levantó en tiempo récord y que no cuenta con quirófanos y adolece de infraestructuras básicas con las que sí cuenta la red de hospitales de la región. La presidenta madrileña declaró unas semanas antes de su inauguración el 1 de diciembre que «cualquier sanitario estaría encantado de trabajar en el Zendal», pero la realidad pronto desmintió a Ayuso cuando la Consejería de Sanidad lanzó un proceso para que los propios profesionales se apuntasen de forma voluntaria. Solo logró que lo hicieran 106. Ante el fracaso de la convocatoria, el Gobierno regional comunicó entonces que haría traslados forzosos tirando del personal de refuerzo contratado por la COVID. Actualmente, ya hay más de mil sanitarios que trabajan en el centro, la gran mayoría –el 90%– sin haberlo elegido.

El Gobierno regional abría este fin de semana un nuevo pabellón que cuenta con 360 camas, que se suman a las 240 que se habilitaron en su inauguración. Los contagios están disparados en la región y los hospitales se asoman al colapso tanto en planta como en las UCI. Ante este escenario que el Gobierno regional reconoce que crecerá en los próximos días, la Consejería informó de que abriría más camas en el hospital de emergencias y para ello también necesita más personal, que sacan del resto de hospitales aunque desde la Consejería insistan en que el Zendal supone un apoyo para el resto de la red.

Desde el Ejecutivo de Ayuso se han negando en rotundo desde el primer momento a hacer nuevas contrataciones para dotar de personal a este centro. Los llamados «voluntarios» saldrán del grupo de los residentes que sin una formación todavía concluida, tendrán que decidir si quieren ser trasladados al Zendal. Su elección podrá condicionar futuras contrataciones por parte de la Comunidad de Madrid según la orden interna que ha mandado al resto de hospitales la Consejería de Sanidad esta misma semana.

Fuente: El Diario

 

5. Datos del Covid: España registra 41.576 nuevos casos y 464 fallecidos; Madrid suma 5.578 positivos y 53 muertes en las últimas 24 horas

El Ministerio de Sanidad ha notificado 41.576 nuevos contagios de coronavirus en el último día, de los cuales 18.500 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas. Mientras tanto, la incidencia acumulada a dos semanas se eleva un poco más cada día y hoy llega a 736,20 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, con seis comunidades que ya superan el millar. 

Las muertes también siguen en curva ascendente: 464 comunicadas ayer, 60 más que el día anterior. Por eso, el número de decesos en los últimos siete días (que es la forma que tiene el Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias de contabilizarlas) supera el millar por primera vez desde el pico de la segunda ola, a finales de noviembre y principios de diciembre.En la última semana se han registrado 1.146 muertes por Covid-19.

El 19,95 por ciento de las camas de hospitales del país están ocupadas por pacientes Covid. Más preocupante es el dato de las UCI: el 35,02 por ciento de las camas de cuidados intensivos tienen a personas con SARS-CoV-2. La situación es especialmente sensible en dos comunidades que tienen más de la mitad de sus camas UCI ocupadas con contagiados: Comunidad Valenciana (55,3 por ciento) y La Rioja (51,67 por ciento).

Por su parte, la Comunidad de Madrid ha notificado 6.344 nuevos casos, de los que 5.578 corresponden a las últimas 24 horas, y 53 fallecidos más en hospitales, según el informe de la situación epidemiológica de este miércoles, con datos a cierre del día anterior.

El número de pacientes hospitalizados en planta ha aumentado hasta los 3.560 (135 más), y los pacientes en UCI han aumentado hasta 580 (29 más), con 330 altas hospitalarias en el día de ayer. En cuanto a los pacientes en seguimiento domiciliario por Atención Primaria, han descendido hasta los 9.549 (7.201 menos).

Fuentes: Redacción Médica; Europa Press

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