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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 18 de abril de 2022

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1. ¡Por si te lo perdiste! «Sanidad de pasión y sociedad del absurdo», el genial artículo de opinión de Miguel Ángel García

2. AMYTS en los medios: explicamos por qué los tutores de residentes de Medicina de Familia están renunciando en nuestra Atención Primaria

3. Se acerca la elección MIR: ¿Qué región fue la preferida en la adjudicación MIR de la convocatoria pasada?

4. Darias confirma que la mascarilla será obligatoria en farmacias y las empresas decidirán sobre su uso en el trabajo

5. Ruiz Escudero: “Ahora sí que podríamos hablar de una situación de control de la Covid”

1. ¡Por si te lo perdiste! «Sanidad de pasión y sociedad del absurdo», el genial artículo de opinión de Miguel Ángel García

CON FIRMA. «Sanidad de pasión y sociedad del absurdo», por Miguel Ángel García

Estamos en plena Semana Santa, que la tradición cristiana y popular llama también “semana de pasión” en recuerdo del sufrimiento que, según esa misma tradición, acompañó a Jesús a su muerte hace casi dos milenios. Es por tanto un buen momento para recordar otras pasiones en marcha, en concreto, las pasiones que se mueven en el mundo sanitario.

Por supuesto, comenzando por la pasión y el sufrimiento de su auténtico centro: los pacientes. No porque la enfermedad no pueda ser motivo de desarrollos positivos, que lo es y así lo testimonian tantas personas, sino por el hecho de su negatividad de base, del sufrimiento y/o pérdida de funcionalidad que genera en quienes la padecen. Y nadie está exent@…

Junto a ell@s, la pasión y el sufrimiento de sus familiares y personas cercanas. Acompañar el dolor, la impotencia, la dificultad, es a la vez difícil para ell@s, por mucho que también haya pequeñas oportunidades para acompañar positividades derivadas.

Ambos son sufrimientos que, hasta cierto punto, están en manos de l@s profesionales sanitari@s. A veces se nos concede ofrecer curación (o al menos alivio) de la dolencia, y eso funciona como acicate del compromiso profesional. Otras veces, sin embargo, tan sólo podemos acompañar, comprender, escuchar… Y todo ello desde la experiencia humana compartida de vulnerabilidad, el saber teórico y la racionalidad práctica que, al fin y al cabo, constituyen la base del acerbo médico. Aparece una necesidad, y surge la necesidad y el compromiso de ayudar. Ojalá valiese para hacer desaparecer todo sufrimiento…

Por detrás de todo ello hay, también, otros sufrimientos. Son sufrimientos de l@s profesionales, por un lado expuestos a todo lo anterior, con lo que tienen que aprender a lidiar y continuar. Un sufrimiento que asumimos, de mejor o peor manera, pero que sabemos inevitablemente vinculado a nuestra profesión. Un sufrimiento que, por cierto, podría ser mejor acompañado: por los propios profesionales, por sus organizaciones, por las instituciones sanitarias, por la propia Administración. Hay experiencias muy significativas en esa línea, aunque por desgracia, en su mayoría, fuera de nuestras fronteras.

Pero hay otro sufrimiento que entra en contradicción con todo lo anterior: el sufrimiento originado por la propia organización sanitaria. Un@s profesionales tan disponibles, tan entregad@s, ven -con gran contradicción- cómo algunos sufrimientos en los que viven inmersos dependen de las propias instituciones sanitarias, que, curiosamente, en este caso no se ven compelidas a aliviarlo, sino que más bien hacen oídos sordos a esas cuitas. Con empatía “cero”, con nulo deseo de hacer, de verdad, que es@s profesionales se sientan parte de una organización cuyo fin primordial es aliviar el sufrimiento de otros. Curiosamente, pretendiendo aliviar ese sufrimiento sin importar, a la vez, creárselo a sus trabajadores, o hacer caso omiso del mismo.

Sanidad de pasión, por tanto, pero gestión de lo absurdo. ¿Cómo podemos entender que se pretenda aliviar a otros sin, a la vez, acompañar y aliviar al que, de verdad, alivia? ¿Cómo puede haber quien asuma que no hay nada que hacer para dar respuesta a estos últimos sufrimientos? ¿Cómo puede haber una gestión que gestione sus recursos sin importarle en absoluto cuidar simultáneamente estos recursos, sin pretender siquiera promover la calidad (humana) de una buena parte de los mismos? ¿Y cómo puede, en el colmo del absurdo, venderse esa gestión como un éxito (“la mejor Sanidad del mundo”)?

Sólo porque la sociedad lo soporta, incluso más: sólo porque la sociedad lo asume y lo apoya. Quizás es que ya estemos inmersos, de nuevo, en la sociedad del absurdo, para la que cualquier cosa vale.

La Semana Santa tiene al menos un escape para la situación de pasión: el relato de resurrección, que viene a significar algo así como “que no hay mal que cien años dure”. Es difícil encontrar sentido a un sufrimiento que se mantiene, que se perpetúa, que se anticipa definitivo; que enfrenta, finalmente, al absurdo. Pues así se encuentran muchos profesionales sanitarios: frente al absurdo (de la gestión, de la política, de la sociedad…). Un absurdo concreto, que se palpa y se vive día a día (en la mayor temporalidad que se conoce, en una precariedad evidente, en la sobrecarga asistencial, en el abandono de la Atención Primaria, en la falta de reconocimiento de la atención a las urgencias, en…). Y sin esperanza de “resurrección”, ante tanta Administración irredenta…

¿En qué momento perdimos la humanidad, esa humanidad que nos constituye? ¿En cuál recuperaremos la civilidad, esa civilidad que tanto necesitamos? ¿O continuaremos, después de esta Semana Santa y de tantas otras, asumiendo el absurdo como forma de funcionar?

Miguel Ángel García Pérez

Médico de Familia, máster en Bioética y Derecho

Fuente: Revista Madrileña de Medicina

 

2. AMYTS en los medios: explicamos por qué los tutores de residentes de Medicina de Familia están renunciando en nuestra Atención Primaria

DIARIO MÉDICO: Tutores MIR de Familia de Madrid se rebelan ante el deterioro de AP

“Hasta aquí hemos llegado”, es lo que han pensado los más 200 tutores de Medicina de Familia de Madrid que en estos últimos meses han escrito a sus comisiones de docencia para decirles que no cuenten con ellos para acoger a los nuevos R1. Seguirán siendo los mentores de los residentes que ya están a su cargo, pero hasta que las cosas mejoren en la atención primaria, no formarán a los de la convocatoria MIR 2022.

En Madrid hay acreditados unos 767 tutores, según la web de la Consejería de Sanidad, por lo que las 213 renuncias implican que cerca de un 30% de los docentes no acogerán a ninguno de los 240 R1 que puede elegir plaza desde el 26 de abril al 20 de mayo. Hay que tener en cuenta además que al menos una parte de estos tutores debe encargarse además de los otros 685 residentes de Medicina de Familia de la comunidad que ya se están formando, suponiendo que no se hubieran producido renuncias.

El consejero de Sanidad, Ruiz Escudero, ha manifestado en unas declaraciones a los medios recogidas por EFE que su equipo está trabajando «de manera intensa» para garantizar la formación de todos los residentes en los hospitales y centros de salud madrileños, y que «gran parte de las reivindicaciones que hacían estos tutores que han dejado de realizar esa tutoría sobre la formación de los residentes están contempladas» en el futuro Plan de Atención Primaria.

DM ha hablado con algunos de los que han tomado esta decisión: aman la docencia, llevan implicados en la formación sanitaria especializada casi toda su carrera y encargarse de los residentes ha sido un estímulo en tiempos difíciles…pero están hartos de no ver mejoras en los centros de salud.

¿Y qué reclaman? Aunque piden algún incentivo para la labor tutorial, en la práctica la mayoría de sus demandas encajan en lo que pediría cualquier facultativo, tuviera o no residentes a su cargo: medidas para evitar consultas innecesarias, facilidades para el acceso a la historia electrónica incluso en el domicilio del paciente, que no se limiten las suplencias si hay presupuesto, reorganizar los turnos…

Eduardo Díaz, del centro de salud Dr. Mendiguchia Carriche y delegado de AMYTS, lleva 17 de sus 20 años de carrera formando a MIR. “El tutor intenta sacar tiempo de donde no hay, espacios para la formación y para formarse uno mismo, como la ecografía, cirugía menor… pero llegó la pandemia y ni con la fuerza de voluntad uno puede sacar tiempo cuando tiene 50-60 pacientes….”.

El problema de los tutores no es de ahora ni a raíz de la pandemia. “Hace más de 10 años se hizo una evaluación de cada área asistencial y el porcentaje de centros que ya no cumplía los criterios para formación a residentes era enorme y se dieron plazos para mejorar, pero luego no se supo nada más”.

A pesar de ello, muchos han continuado con la labor docente porque “era probablemente el único estímulo que nos hacía trabajar a gusto en las consultas, porque la atención primaria estaba completamente desbordada… y ya nos lo hemos quitado porque nos daba quebraderos de cabeza y no nos compensaba en absoluto”.

Un trabajo ni pagado ni agradecido: “El tutor no recibe compensación económica, ni de tiempo ni de formación… llega un momento que dices ‘hasta aquí hemos llegado’, primero por salud mental y segundo porque el residente no va a recibir el nivel docente y de formación que merece después de hacer la carrera, aprobar el MIR…»

Jesús Alonso, médico del centro de salud de Valdebernardo, reconoce que “al tener un R4 a mi cargo este año no podría tener un R1, pero renuncié porque quería manifestar mi descontento por las condiciones en las que se están formando los MIR: tenemos una demanda infinita y eso nos resta tiempo a actividades propias de la especialidad como la medicina comunitaria, la prevención, la educación para la salud…

“Por esta demanda, hay cosas que no se pueden hacer, como juntarse con el residente y clarificar antes de la consulta qué vas a hacer, cómo vas a distribuir tu tiempo… el tiempo se lo come la asistencia pura y dura, quita tiempo para otras cosas como ecografía y cirugía menor, que son fundamentales para la formación del especialista”.

“El problema es que tenemos una gran lista de pacientes citados más los no citados por muy diferentes motivos. La pandemia nos ha arrastrado mucho en ese sentido, nos hemos centrado mucho en coronavirus y los pacientes crónicos complejos han sido atendidos sobre la marcha, se ha podido hacer alguna cosa más por voluntarismo y ética profesional”, asegura.

José Luis Quintana lleva 30 años en la docencia MIR, de los cuales siete fue jefe de estudios. En su opinión, “la pandemia ha sido el catalizador del proceso. Creo que hemos llegado a un nivel de deterioro muy grande sin ningún viso de remedio”, lamenta.

El detonante fue durante la sexta ola, época en la que estaba firmando unas 25 bajas al día. Una de esas duras jornadas le confesó a una residente: “Me siento mal, porque esto que te enseño no me parece atención primaria, es un trabajo muy desagradable y muy feo y no se lo deseo a nadie”.

“El problema está desde mucho antes de la pandemia: el diseño que se ha hecho de primaria de Madrid hace aguas por todas partes y hace falta pensar en otra forma de organizar las cosas de manera que a la gente le apetezca trabajar aquí”.

“Lo cierto es que hay centros con vacantes desde hace año y medio, gente sin médico asignado para  hacer un seguimiento de su salud… y, atención primaria no es que te vea un médico, es que haya una serie de condiciones para que se haga consulta razonable de primaria, como la hemos diseñado. Otra cosa es que se haga algo que parezca al ambulatorio, un médico que se arregle los papeles a toda velocidad”.

Quintana recuerda que muy pocos MIR se quedan en el primer nivel. El año pasado, según cifras facilitadas por el sindicato médico Amyts, de 224 MIR de Familia que terminaron su formación, solo 89 presentaron méritos a la oferta de contratos de Madrid y solo 17 aceptaron alguno de los nombramientosEntre los pediatras no fue mucho mejor: de 76 nuevos especialistas, estaban convocados 68 y aceptaron las ofertas 6.

“Este año pasará lo mismo: los residentes irán a otras partes con una carga laboral más llevadera, con un trabajo más gratificante… y que conste que yo creo que el trabajo de Médico de Familia es gratificante», explica. » Yo he sido feliz y aún me lo paso muy bien, llevo 24 años en la misma consulta y conozco a los pacientes del derecho y del revés, de arriba a abajo… pero una cosa es pasarlo bien y otra que la situación actual permita seguir trabajando en condiciones razonables. Si primaria sale adelante es porque conoces a los pacientes y no eres capaz de dejarlos tirados, pero no hay tiempo para respirar: llega una consulta y te dedicas a asistencia, asistencia, asistencia, alguna reunión si tienes suerte y para casa”.

Rocío Álvarez, vocal de tutores de Somanfyc, señala que en Madrid hay unos 700 tutores, pero “una cosa es que estén acreditados y otra disponibles según su carga de trabajo o situación personal. Lo ideal es coger un residente cada dos años [es la recomendación del programa oficial]. Cuatro residentes a la vez se solaparían mucho”.

“La sociedad científica conoce el problema pero no lidera, es una posición individual de cada tutor”, puntualiza Álvarez. Según la información de la que disponen, el grueso de las denuncias se ha dado sobre todo en la  “coincide un poco con la zona sur de Madrid, que está en peor situación”.

Según lo que ha podido saber DM, si bien ya hay una serie de plazas ofertadas por unidad docente, que está asociada a un hospital, hasta la elección no se pide información de cuántos tutores hay disponibles en los centros de salud. Puede haber tutores que no quieran o que, por su situación personal, no quieran encargarse de los nuevos residentes. «Cuando los MIR ya han elegido unidad docente dentro de la misma eligen centro de salud y tutor. Para que tengan información in situ se suele organizar una «visita» a los centros docentes y presentar a los tutores disponibles antes de la incorporación. Hasta ese momento probablemente no se sepa si habrá suficientes tutores acreditados disponibles«, explica Álvarez.

Nombrar a nuevos tutores para sustituir a los 200 que han renunciado en principio no es un proceso automático en el que bastaría con una designación por parte de la consejería, coinciden los docentes entrevistados.

“Para ser tutor no vale decir que uno quiere serlo», explica Díaz. «Tiene que pasar una evaluación y una reevaluación cada cuatro años, presentar un proyecto docente, publicaciones, sesiones clínicas, criterios de cartera de servicios de farmacia, medicina comunitaria…

A esto se añade “en general no hay tutores jóvenes, porque han visto que el tutor que tuvieron ellos no sacaba minutos al día para poderle dar una buena docencia y no quieren pasar por ese trance de dedicar más horas a una tarea sin compensación y sabiendo que la docencia no va a ser buena”.

«Si finalmente hay un número importante de renuncias, quien va a pagar todo esto son los residentes que elijan este año», apunta Alonso, que añade que «ha llegado el momento de decir ‘hasta aquí’. Espero que sea un revulsivo y que alguien haga algo, porque esto es insostenible»

¿Podrá la comunidad hacerse cargo de los 240 que en teoría se incorporarán a finales de mayo? Más optimista que sus colegas, Álvarez recuerda que «hubo una crisis en 2010 en la que también se planteó que la tutorización no era posible y se estuvo reconduciendo la formación hacia otros centros que estuvieran a punto de ser acreditados… es una cuestión de hacer números, ver los recursos. Habrá centros donde haya otros tutores que puedan asumir parte de los residentes. No creo que se llegue al punto de no ofertar todas las plazas MIR», vaticina.

Isabel González Anglada, vicepresidenta de la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (Sefse-Areda) y jefa de estudios del Hospital Fundación Alcorcón, recuerda que también que «en la anterior huelga, lo que hicieron fue modificar el orden de las rotaciones de los R1: tuvimos que acogerles en los hospitales nada más empezar en vez de al revés, que es lo habitual”.

Aunque no lo vive en primera persona, comparte que la situación de los compañeros de primer nivel es muy complicada, sobre todo con la falta de sustitutos y cree que si Madrid no cuenta con suficientes tutores, debería ofertar menos plazas MIR.

No se sostiene  que un tutor no tenga tiempo de tutoría, ni que no tenga un cupo adaptado a esa otra actividad. Son necesidades fundamentales», reivindica. «Las autoridades quieren poner la diana en el dinero, pero nunca se ha sostenido que sólo estemos en el puesto por incentivo económico: necesitas tiempo de dedicación y una carga asistencial menor para hacer la función de tutor. Es lo que reconocen los decretos autonómicos. En Madrid no lo tenemos, a pesar de que ya había una texto redactado».

Quintana es uno de los tutores que la Consejería de Sanidad eligió como representantes (“no sabemos muy bien con qué criterio”, puntualiza) para transmitir a los docentes las medidas que pensaban tomar para mejorar la situación de atención primaria. Los siete tutores, uno por cada área, pidieron un documento por escrito para poder debatirlo en una asamblea abierta a todos los docentes en el Colegio de Médicos de Madrid celebrada a principios de abril.

Algunas medidas planteadas por Sanidad son la homogeneización de 26 pruebas de laboratorio y 8 pruebas de imagen accesibles para todos los centros de salud, la compra de ecógrafos, la puesta en marcha del Centro de Atención Telefónica Sanitarizado para abordar problemas menores, el impulso de la gestión enfermera de la demanda, regular la figura del tutor y, si se libera una partida presupuestaria, la retribución de los docentes.

En respuesta al documento, cuyas propuestas consideraban insuficientes, los tutores tras la asamblea elaboraron otro con una reivindicación básica: «Si realmente queremos revertir la situación, es urgente un cambio de rumbo. Hay que mejorar el balance del trabajo/recompensa actuando sobre los dos factores. Es mucho más profundo que un tema salarial».

Entre las peticiones, figura por ejemplo barajar alternativas para cubrir los turnos de tarde además de los deslizantes, como considerarlo plazas de difícil cobertura o establecer una guardia en ese horario remunerada. También se reclama que se aprueben las suplencias y que se retribuya a los profesionales que quedan en los centros con plazas vacías «al menos en cantidad igual que los salarios que no se están pagando» y mejorar el sistema de receta electrónica, de acceso a la historia clínica y de bajas, incluyendo que atención hospitalaria asuma las suyas.

Otro de los grandes apartados se refiere a medidas para evitar consultas innecesarias: orientar de alguna forma las peticiones de citas en lugar de que sean completamente de acceso libre; definir claramente las competencias de cada categoría, crear un departamento que aborde el problema de la consultas de nulo valor clínico, etc.

También piden agendas de calidad y autonomía para gestionarlas: «Creemos que, sacando las citas por actividades innecesarias y evitando todos los clics, también innecesarios del programa informático, 25 citados y 5 no demorables en el día serían huecos suficientes para atender los problemas realmente médicos del paciente. Se debe asegurar el tiempo necesario para realizar actividades docentes e investigadoras (especialmente en centros universitarios y con residentes), las actividades comunitarias y , por descontado, tiempos de descanso. Si todo lo anterior es puesto en marcha creemos que esta agenda es un objetivo razonable en el medio plazo», reza el manifiesto.

Por último, en cuanto a la docencia, tanto la de grado como la de MIR «debe ser reconocida y recompensada. Debe serlo no solo mediante algún complemento salarial, sino también con otras medidas como puntuación baremable para la carrera profesional, movilidad, deslizantes, etc.»

En opinión de Quintana aunque haya ciertas reivindicaciones específicas para la docencia, en última instancia «no es un conflicto de tutores con la gerencia de primaria, es de los médicos de primaria”. De hecho, puntualiza, “los centros de salud docentes suelen ser los que lo llevan mejor y ya lo están pasando mal. Seguramente hay centros sin residentes que lo están pasando fatal o hacen medicina de supervivencia”.

Alonso apunta que la situación de Madrid podría darse en toda España, si bien es en esta comunidad donde ha tenido más eco. «Siempre han dicho que somos el eje del sistema, pero en los presupuestos se ve claramente que no es así… lo dicen, pero no lo sienten».  La Semfyc planteó recientemente que había que tomar medidas para incentivar y compensar la labor tutorial. 

«Yo ya he dado un montón de años y horas de mi vida por la docencia, las herramientas son de gestor. Puedo dar ideas, colaborar, pero el que tiene que poner los medios es el gestor…”, señala Díaz, que afirma que en una primera reunión con su dirección asistencial «la consejería no dio ideas ni soluciones, sólo una reprimenda: que no tener residentes iba a repercutir en la calidad percibida por la sociedad. Sería como una universidad sin alumnos, que entiendes que muy buena no es…pues a lo mejor ese es el mensaje que queremos dar”.

Fuente: Diario Médico

 

3. Se acerca la elección MIR: ¿Qué región fue la preferida en la adjudicación MIR de la convocatoria pasada?

En apenas unos días, a partir del próximo 21 de abril, la nueva promoción de aspirantes MIR se enfrentará al proceso de elección y adjudicación de plazas. Un procedimiento en el que no solo tendrán que seleccionar las especialidades deseadas, sino también el territorio de España en el que permanecerán durante los próximos años. En la anterior convocatoria, la Comunidad de Madrid fue la primera CCAA en estrenarse. De hecho, continuando con la tradición, la capital se convirtió en el destino más atractivo para los MIR con mejores números de orden.

En concreto, según los datos recopilados por el Sindicato Médico de Granada, Madrid fue la región que más plazas entregó entre los primeros 4.000 candidatos, con un total de 919 adjudicaciones. Tras ella, le siguió Andalucía que, por segundo año consecutivo, desbancó a Cataluña del segundo puesto. Así, Andalucía se posicionó como el segundo territorio más elegido entre los 4.000 mejores números de orden al conceder 645 vacantesUna tendencia que puede cambiar tras conocerse la decisión de pagar hasta 9.000 euros a los MIR de Medicina de Familia que se formen en Cataluña. 

Cataluña ocupó la tercera posición, con 591 adjudicaciones en los primeros 4.000 turnos; y Comunidad Valenciana, en cuarto puesto, con 426 plazas.

Tal y como se verifica en el informe liderado por Vicente Matas, estas cuatro primeras CCAA acumularon un total de 2.581 plazas, el 64,8 por ciento de las 3.984 adjudicadas entre los 4.000 primeros médicos en la anterior convocatoria.

Por otro lado, CantabriaExtremaduraLa Rioja y Ceuta y Melilla son las regiones que dentro de los 4.000 primeros puestos adjudicaron un menor número de plazas. Según la estadística, ninguno de los primeros números de orden se decantó por Ceuta y Melilla, mientras que La Rioja adjudicó 12 plazas en los primeros 4.000 turnos.

Extremadura fue elegida por 52 aspirantes, estrenándose con el número 490. Cantabria también está a la cola en ‘popularidad’, con 69 plazas adjudicadas en las primeras jornadas, aunque recibió la primera petición con el médico 169.

Fuente: Redacción Médica

 

4. Darias confirma que la mascarilla será obligatoria en farmacias y las empresas decidirán sobre su uso en el trabajo

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha aclarado este domingo que la mascarilla será obligatoria en centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluyendo las farmacias, y que en los trabajos serán los servicios de prevención de cada empresa los que determinen la obligatoriedad en función de las circunstancias donde se desarrolle.

«Va a ser obligatoria en el interior de los centros, de los servicios y de los establecimientos sanitarios. Es decir, en los hospitales, en los centros de salud, de transfusión de sangre y va a ser obligatoria en las farmacias, como establecimientos sanitarios a los que va gente también vulnerable», asegura la ministra en una entrevista en El País.

El real decreto, que aprobará el Consejo de Ministros el próximo martes, también mantendrá el uso obligatorio en los transportes «por avión, por ferrocarril, por guagua, en metro y en barco, en interior, siempre que no puedas mantener esa distancia de un metro y medio». «No hay ninguna excepción en los transportes públicos. En todos hay que llevarla», zanja.

«Fuera de ahí, será un uso responsable, especialmente para las personas vulnerables», ha afirmado Darias, quien, no obstante, no descarta que haya que volver atrás con esta relajación en algún momento ya que Sanidad baraja «la previsión de cualquier escenario».

Además, la ministra ha abierto la puerta a una cuarta dosis de la vacuna frente a la covid-19, algo que la ponencia de vacunas va a empezar a valorar a partir de la semana que viene para dársela a otros colectivos además de los inmunodeprimidos que ya la reciben, «por ejemplo, para mayores de 80 años».

El consejero madrileño de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, ha criticado este sábado «la indefinición, una vez más, del Gobierno central al acercarse la fecha en la que decaerá la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores, el próximo 20 de abril, pese a seguir siendo recomendable su uso en interiores».

En su cuenta de Twitter, López ha escrito que «se acerca el decreto que determina el fin de la mascarilla y reaparece el Gobierno que siempre tira la piedra y luego esconde la mano, escurriendo el bulto y quitándose de en medio para que otros decidan» en alusión a «la indefinición» del real decreto que regula la desescalada en el uso de la mascarilla y cuando quedan apenas cuatro días para la fecha señalada.

«La ministra de Sanidad, Carolina Darias, confundiendo salud pública y riesgos laborales, abre el baile«, ha indicado el consejero madrileño de Justicia.

López ha recordado una vez más la necesidad de «legislar en el ámbito nacional y contar con una ley de pandemias que marque unas directrices claras e inequívocas frente a la improvisación constante a la que nos tiene ya acostumbrados el Gobierno de Pedro Sánchez».

Fuente: Nius Diario

 

5. Ruiz Escudero: “Ahora sí que podríamos hablar de una situación de control de la Covid”

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero ha visitado el estudio de ‘Buenos Días, Madrid’ de Telemadrid donde se ha referido a la decisión de eliminar la obligatoriedad de llevar las mascarillas en interiores, salvo excepciones, desde este miércoles 20 de abril.

Ruiz Escudero ha asegurado que “era el siguiente que había que dar, llevábamos pidiéndolo dos meses, porque el indicador asistencial permitía hacerlo. Veremos cómo queda redactado en el BOE. Madrid había propuesto mantenerla en centros sociosanitarios y en transportes públicos, pensando en los más vulnerables”.

En el caso de las empresas, ha recordado que “serían los servicios de prevención, aunque habrá que esperar a ver cómo queda redactado en el BOE”.

El consejero de Sanidad considera que “ahora sí que podríamos hablar de una situación de control” de la pandemia y de “final de la sexta ola”, teniendo en cuenta la incidencia.

“Mientras que se mantengan esos indicadores de control podremos hablar como mínimo de final de sexta ola”, ha afirmado.

En este sentido ha recordado que “el número de contagios en mayores de 60 años es de 235 casos de contagios a 14 días, por cada 100.000 habitantes, lo cual es una cifra de estabilidad. En el resto se sitúa en 180 casos a 14 días”.

Ha destacado que además de la incidencia es importante el dato de hospitalizados e ingresados en UCIS, que “hasta el miércoles eran 340 los hospitalizados y 40 en las UCIs ”.

«La vacunación continúa, a un ritmo más lento de lo que nos gustaría pero está en un 93% en mayores de 12 años, lo cual es importante», ha añadido.

También ha destacado que “uno pasea por Madrid y ve a muchas personas con mascarilla. La percepción de peligro es algo muy personal”.

Tras la Semana Santa, periodo en el que los viajes y contactos sociales han aumentado, «probablemente notaremos un repunte de casos», pero ha recordado que la situación también es de control en otros países europeos, aunque habrá que «seguir vigilando».

Sobre la celebración de las fiestas de San Isidro, Escudero cree que se celebrarán «con normalidad» salvo «que tengamos alguna noticia en contrario» y que el uso de la mascarilla quedará «como recomendación», distinguiéndose siempre espacios al aire libre y espacios cerrados.

Fuente: Telemadrid

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