Cargando

Type to search

E-BOLETÍN

Boletín Diario Informativo de AMYTS del 17 de mayo de 2022

Share

1. ¡La huelga contra la temporalidad sigue! Hoy a las 11:00 horas todos a Sagasta para que nos escuche la Dirección General de RRHH

2. AMYTS responde una por una las excusas y las acusaciones del consejero sobre la huelga contra la temporalidad

3. ¡Por si te los perdiste! Los dos maravillosos artículos de opinión que hemos publicado este puente en AMYTS

4. Nueva viñeta de Javier Sánchez para AMYTS: «Las rebajas de verano empiezan con la plantilla médica»

5. AMYTS en los medios: contamos las últimas novedades de la huelga hospitalaria en RNE y las acciones de estos días

1. ¡La huelga contra la temporalidad sigue! Hoy a las 11:00 horas todos a Sagasta para que nos escuche la Dirección General de RRHH

Tras un fin de semana y puente donde la huelga y las acciones no se han detenido, este martes volvemos a las calles.

El Comité de Huelga ha convocado una concentración de 11:00 horas a 12:00 horas frente a la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS en la calle Sagasta.

La Consejería de Sanidad aún no se ha reunido con el Comité de Huelga para negociar el fin del conflicto y los médicos estamos con fuerza. Así lo demostraremos hoy. ¡Os esperamos!

Fuente: AMYTS

 

2. AMYTS responde una por una las excusas y las acusaciones del consejero sobre la huelga contra la temporalidad

Cuando se cumple una semana de huelga hospitalaria contra la temporalidad, desde AMYTS estamos cansados de escuchar las mismas excusas y acusaciones por parte de la Consejería de Sanidad y, en concreto, del consejero Ruiz Escudero para no afrontar el problema de la temporalidad que hay. Él asegura que sí lo hace y únicamente se dedica a acusar a AMYTS falsamente.

No pasa nada.

En AMYTS tenemos respuestas para cada uno de sus argumentos:

Fuente: AMYTS

 

3. ¡Por si te los perdiste! Los dos maravillosos artículos de opinión que hemos publicado este puente en AMYTS

CON FIRMA. «Orgullo y Prejuicio», por Daniel Bernabeu

Empieza la famosísima novela de Jane Austen con una aparentemente trasnochada frase: “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”. Una frase que, trasladada a la muy conservadora sociedad 2022 de la Comunidad de Madrid, podríamos traducir como: “Es una verdad mundialmente reconocida que una facultativa temporal, poseedora de una alta cualificación profesional, necesita un contrato fijo”.

¿Cómo hemos llegado, 200 años después, a situaciones sociales de tan metafórico paralelismo? ¿Dónde está el verdadero amor? ¿Entre el médico y sus pacientes, entre los pacientes y el gestor de la Sanidad que provee de médicos, o entre el médico y el sindicalista médico que intenta defenderlo?

“Cuando era niño me enseñaron lo que era correcto, pero no me enseñaron a corregir mi carácter. Me enseñaron buenos principios, pero me dejaron seguirlos con orgullo y presunción” Efectivamente, como el personaje de Darcy nos expone, tendríamos que hacer una introspección profunda para ver el por qué de nuestros prejuicios al sindicalismo, y la presunción de que nuestro entorno laboral es muy diferente del que puedan sufrir raiders, empleados de Coca-Cola o los astilleros de Cádiz. Accedemos a Medicina tras un brillante paso por la enseñanza secundaria y el bachillerato. Conseguir una media superior a 9 no es tarea fácil, y completarla con más de 3,5 en la selectividad, tampoco. No solo somos brillantes, nuestro entorno nos lo ensalza; hay orgullo en padres, familiares y amigos: mi hija va a hacer Medicina. No hace falta decir nada más, somos objeto de elogio y envidia a la vez, estamos en la cima social del éxito académico, y nuestro orgullo y nuestra vanidad lo padecen. El grado-máster de Medicina no nos lo va a poner fácil: 6 años de codos en los que van a exprimir, gota por gota, todas nuestras capacidades y habilidades de estudio. Y el MIR, ¡ay el MIR!, el benchmarking de nuestra vanidad que sellará de forma definitiva, con el número y la especialidad deseada, que somos de otra pasta, que somos otra cosa, que somos… ¡la rehostia! Difícil no experimentar estas emociones.

“La vanidad y el orgullo son cosas diferentes, aunque muchas veces sean utilizados como sinónimos. Una persona puede ser orgullosa sin ser vana. El orgullo tiene que ver más con nuestra opinión de nosotros, mientras la vanidad con lo que los demás piensen de nosotros” nos recuerda la hermana de Lizzy Bennet, haciéndonos notar que, en nuestro caso, ambos términos han ido muy unidos, por lo que hemos sufrido para llegar (orgullo) y por lo que los demás han considerado un rotundo éxito académico, familiar y social (vanidad).

Hemos creado todo un carácter en la práctica, que no en la teoría, como nos recuerda Darcy: “He sido egoísta toda mi vida, en la práctica, más no en la teoría.” y que no tengo mucho problema en traducir al lenguaje de la medicina del s.XXI: “Me ha importado poco lo que le pasara a mi colega, en la práctica, más no en la teoría”. Algo que se podría haber oído en cualquier despacho de hospital, en un arrebato de sinceridad, después de pensar sobre el nivel de temporalidad en el servicio afectado. Quizá un fijo con plaza desde 2001, quizá un afortunado interino desde sus inicios, que temió que una ope temprana pudiera moverle de la plaza al no tener méritos suficientes, quizá por estar bajo el yugo de la inestabilidad y la indefensión aprendida, quizá por esa inhumana competitividad que nos inculcan en esos largos años de carrera y especialización. Son muchos los posibles motivos…., y son muy hábilmente gestionados por gestores y responsables.

Rechazamos, o nos resistimos, a la movilización y al sindicalismo. ¿Será que hemos visto demasiadas series americanas sobre hospitales en TV, incluso alguna española? Apuestos ellos y bien parecidas ellas, limpios, ágiles de mente, humanos, tiernos, duros, exigentes sin dejar de ser condescendientes, la vida de otros en sus manos, el llanto de auxilio del paciente, el momento de debilidad emocional que rápidamente se enjuaga por un fin más alto, la vida de otros,… y si es en EEUU, sueldos astronómicos, el Porsche, el Bentley, el casoplón, el yate, Armani, los diamantes,… ¿Cómo no nos vamos a querer? ¿Cómo podemos ser iguales que unos mecánicos de astilleros, o que unos raiders? Pero lo somos. Somos lo más parecidos a raiders de la Medicina, en la pública y en la privada, corriendo de una para otra y de la otra a la una, por poco dinero en ambas, pero que suma suficiente a final de mes tras muchas horas de trabajo a cuestas, con mucho sueño atrasado y con escasos fines de semana libres; unos fines de semana en los que lo dejamos todo, todo, todo, para estar con nuestra familia y disfrutar brevemente de status económico que hemos podido conseguir tras días y noches sin fin. Y tenemos amigos, o amigas, que comparten nicho social, abogadas, ingenieros, empresarios: todos liberales o autónomos, en los que el sindicalismo es la bestia negra, es esa “patraña ideológica” que se inculca a los empleados de menor cualificación para amargarnos los beneficios de final de mes. Y es de lo que hablamos en nuestro ámbito social, primero cuando no teníamos o no sentíamos problemas laborales, luego cuando los tenemos y no sabemos como resolverlos.

Pero, como nos diría Lizzy en la novela, “No tengo pretensiones de poseer ese tipo de elegancia que consiste en atormentar a un hombre (médico) respetable”. No, no puedo juzgar a nadie, ni deseo que nadie se sienta juzgado. Solo intento entender nuestros prejuicios, el por qué nos sentimos más cómodos vinculándonos a siglas que recalquen la parte asociativa o profesional. El orgullo ya lo entiendo, y con razón. Me falta asimilar el prejuicio existente a la dicotomía del término sindicalismo-médico, una dicotomía que, sin embargo, creo que está destinada al entendimiento más pronto que tarde; al amor en los términos de la novela de Austen: Elisabeth Bennet, una sindicalista moderna para su época, termina conquistando el corazón del orgulloso y prejuicioso Darby. Así, en la Sanidad española de hoy es de esperar que sindicatos profesionales de médicos y facultativos, modernos para los estándares sindicales al uso, acaben enamorando a los orgullosos, y a veces prejuiciosos, compañeros de profesión.

El abuso de la temporalidad y de formas de contratación indignas es solo uno de los problemas que tenemos en la Comunidad de Madrid. No voy a extenderme en ellos, pero nadie nos va a dar nada que no seamos capaces de exigir y pelear (Tratamiento). Y nadie nos va a devolver fácilmente aquello que nos arrebaten con un párrafo suelto de una ley cualquiera (Prevención).

Hoy os escribo orgulloso de los compañeros que han iniciado una huelga para pedir, solo pedir, una solución justa al abuso de temporalidad de estos últimos 21 años. Orgulloso de la respuesta del sindicato que presido, nacido para representar y encauzar las voluntades y los problemas de todos nosotros. Espero, y deseo, que consigamos llevar a buen puerto la huelga de Facultativos Temporales de Madrid; y que la estabilización en los hospitales sea verdaderamente satisfactoria para todos. Tenemos muchos más problemas debajo de la alfombra que, en algún momento, habrá que levantar y por los que habrá que pelear. Espero que, para entonces, sigamos teniendo Orgullo, pero no Prejuicios.

Daniel Bernabeu

Presidente de AMYTS


CON FIRMA. «¿Hacia una sanidad sin médicos ni facultativos?», por Ángela Hernández

“Sentir la presencia del mundo en su totalidad depende de sentir la totalidad de la presencia de otra persona en cuanto tal; la realidad nos es proporcionada por la realidad de los seres reales, y nos es arrebatada por la irrealidad de los seres irreales, de los fantasmas; nuestro sentido de la realidad, de la confianza, de la seguridad, depende de manera fundamental de nuestras relaciones humanas.”

Despertares. Oliver Sacks.

Asistimos a tiempos interesantes sin duda. Demasiado interesantes. Al horror de una guerra más, se suman los tambores lejanos de la inevitable crisis que se vislumbra en el horizonte cercano. En medio de todo esto, a veces cuesta centrarse en los problemas del día a día, en esas cosas pequeñas en comparación, pero que no dejan de tener su importancia.

Asistimos a tiempos interesantes en la sanidad madrileña. Cuando alguien empuja un guijarro de forma descuidada en la cima de una montaña, no es para nada consciente del resultado de dicha acción. Puede que el guijarro se desplace unos metros y se detenga. O puede que inicie un movimiento de guijarros, piedras, tierra y rocas que ocasione un auténtico derrumbe por la ladera la montaña y, en ocasiones, hasta el cambio de su configuración.

El tratamiento descuidado y prepotente a los médicos y facultativos en la Comunidad de Madrid (CM) lleva siendo un desprendimiento tras otro de guijarros que, de momento, no ha tenido consecuencias más que para profesionales y pacientes. Se han acostumbrado los gobiernos, las autoridades sanitarias e incluso otros agentes sanitarios a maltratar a médicos y facultativos porque total, nunca pasa nada, tragamos con todo y seguimos debiéndonos a los pacientes y a nuestra vocación.

A dicho maltrato no han contribuido tan solo gestores y gobiernos. También otros agentes sanitarios que, en nombre del «café para todos», llevan tiempo acurrucados al acecho de beneficiarse de las mejoras obtenidas por movimientos de médicos y facultativos. En Madrid tenemos dos ejemplos claros en los últimos dos años.

Uno, la dilución de lo logrado en el acuerdo de salida de huelga de los médicos de atención primaria (AP) de septiembre de 2020. En dicho acuerdo, se logró el compromiso por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid de destinar 80 millones de euros para mejorar la deteriorada situación de los médicos de familia y comunitaria, pediatras de AP y odontólogos de AP: lo que hemos venido llamado el «Plan Ayuso I de AP». Pero los celos y el mencionado «café para todos» diluyeron dicho plan extendiéndolo a otras categorías de momento no deficitarias en Atención Primaria y facilitando a la Administración titulares que no fueron unidos a mejoras concretas y reales: el «Plan Ayuso II de AP» que acabó imponiendo unilateralmente la Administración y que ha supuesto una mejora retributiva paupérrima para muchos sin solucionar los problemas acuciantes de especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria y pediatras de AP. Ahora, algunos de los que torpedearon el acuerdo con los facultativos de Atención Primaria, lamentan que la Atención Primaria haya seguido deteriorándose y conduciendo a la reducción de la asistencia. De aquellos polvos…

El segundo lo estamos viviendo en directo estos meses. En un contexto de Administración que no promueve las oposiciones de médicos y facultativos con la suficientemente frecuencia y cantidad. En una comunidad en la que firman un acuerdo en 2007 con un consejero y lo anulan aprovechando una crisis con otro a pesar de compartir director general de RRHH (tristemente fallecido hace unos meses). En una CA en la que las oposiciones de facultativo de hospitalaria se distancian en el tiempo y en su resolución, en la que aún no hay un solo facultativo de ningún nivel asistencial que haya sido nombrado fijo del proceso de estabilización impulsado a bombo y platillo desde el 2016… Una comunidad en la que no se percibía la menor voluntad de cambiar las cosas, en la que las plazas de reposición de médicos y facultativos llevan años adscribiéndose a otras categorias más numerosas.

En este contexto peculiar, cuando viene una ley estatal impuesta desde Europa -la Ley 20/2021- en lugar de entender la situación y favorecer la mejor solución para todos, se hace la aplicación más cicatera posible: probablemente marcada por la reticencia al origen central de la ley y a posicionamientos ideológicos muy arraigados en el partido de gobierno. Cuando, con razón, se produce el rechazo de los médicos y facultativos, tratan de camuflarlo, con la ayuda de parte de los que deberían estar del lado de los profesionales, mareando con cifras e incorporando a la Ley 20/2021 plazas que inicialmente eran imposibles (ojo, eso bienvenido sea, no seremos los que vayamos en contra de mejoras).

La CM tiene al frente de la sanidad a un consejero educado, pero con escaso margen de maniobra que, en lugar de liderar la situación, entra en un doloroso bucle, tan repetido como estéril de legalidad y mano tendida que no lo es tal.

De nuevo, una movilización médica logra mejorar lo que era inamovible. Y cuando ante la falta de diálogo se inicia una huelga indefinida alrededor de una posición conjunta de la profesión médica, pasan los días sin reacción por parte de la Administración, sin llamar al comité de huelga, la Consejería trata de hacer creer a la población que es un tema resuelto en la mesa sectorial a pesar del rechazo del sindicato que representa a la mayoría de los médicos y facultativos en la CM. Más plazas a concurso son positivas, pero no responden a la excepcional injusticia que se ha producido con la excesiva prolongación en el tiempo de la temporalidad de los médicos y facultativos de la CM. Esa injusticia debe ser reparada y así lo están defendiendo con una extraordinaria movilizacion, tanto en número -a pesar de unos servicios mínimos abusivos- como en originalidad y buen hacer.

Una profesión unida que por fin ha dicho #BastaYaDeTemporalidad y que no se resignará al deterioro de la calidad asistencial ni aceptará el maltrato profesional. Porque cuidar a los médicos y facultativos también es cuidar a los pacientes, que distinguen perfectamente de qué parte situarse y están dando infinidad de muestras de apoyo.

Es evidente que la idiosincrasia y la evolución del desempeño profesional de médicos y facultativos es diferente de la del resto de categorías. El sistema de concurso-oposición tal y como lo han desarrollado (o no lo han desarrollado) los sucesivos gobiernos de la CM, no sirve para la provisión de médicos y facultativos. Si de verdad nos preocupa la sanidad de todos, es necesario incentivar y mejorar sus condiciones, tratándoles de una forma específica, salvo que como sociedad nos queramos conformarnos con una sanidad sin médicos, que es hacia donde, debido a la falta de planificación y los intereses exagerados de otros, nos estamos encaminando. Ya faltan médicos y la previsión es ir a que falten muchos más en el futuro. Ningunear y maltratarnos no parece el camino para resolver ese problema. Cada vez más médicos y facultativos cogen la maleta y se van para no volver, a lugares donde son mejor reconocidos.

Estos días se está viviendo un despertar de la profesión médica en la Comunidad de Madrid. Habrá que ver si es un despertar intermitente, como otros destellos que se han producido a lo largo de los últimos años, o un despertar consciente y duradero. No puedo evitar asistir a dicho despertar con ilusión y esperanza, porque tengo clarísimo que la mejoría de las condiciones de ejercicio de los médicos y facultativos redunda sin duda en la mejora de la sanidad de todos y la calidad de la asistencia de los pacientes. Porque si hay algo que compartimos todos, ciudadanos, profesionales, gestores, políticos de cualquier pelaje es precisamente eso: que somos pacientes en potencia o familiares de pacientes en potencia. Y cuando por desgracia nos toca o nos toca cerca es cuando adquirimos plena conciencia de la imperiosa necesidad de una sanidad potente, bien gestionada y que se extienda de forma solidaria sobre todos cuando atravesamos esa situación, a modo de escudo protector  ante la desgracia. Y en esa sanidad, los medicos y facultativos tenemos mucho que decir, salvo que nos encaminemos hacia una sanidad sin médicos ni facultativos, cosa que no creo que sea deseable.

 Ángela Hernández Puente

Secretaria General de AMYTS

Cirujana general y del aparato digestivo

Fuente: Revista Madrileña de Medicina

 

4. Nueva viñeta de Javier Sánchez para AMYTS: «Las rebajas de verano empiezan con la plantilla médica»

Javier Sánchez, médico de Familia y viñetista de AMYTS, nos trae un nuevo trabajo en este mes de mayo.

Se acerca el verano y la Atención Primaria seguirá desbordada donde al médico se le sigue obligando a atender todo independientemente de la situación de cobertura de personal médico del centro. Algo que el doctor Sánchez escenifica maravillosamente en esta viñeta:

Fuente: Revista Madrileña de Medicina

 

5. AMYTS en los medios: contamos las últimas novedades de la huelga hospitalaria en RNE y las acciones de estos días

  • AMYTS presente en RNE en el octavo día de huelga contra la temporalidad en la Sanidad madrileña

EL DIARIO: Examen tipo test tras una década operando bebés: las oposiciones de Ayuso indignan a los médicos especialistas

LA VANGUARDIA: Los médicos en huelga apelan a Hipócrates y publican un vídeo por Eurovisión

LA VANGUARDIA: Escudero subraya la «ambiciosa» propuesta de Sanidad y Amyts denuncia que Sanidad sigue sin citarles para negociar

TELEMADRID: Los médicos realizan una donación de sangre reivindicativa en su cuarto día de huelga

20 MINUTOS: Cuarto día de huelga de los médicos no fijos de Madrid

EL MIRADOR DE MADRID: Se afianza la huelga de médicos especialistas en Madrid

EL BOLETÍN: Los médicos en huelga contra la temporalidad piden por escrito verse con Ayuso

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *