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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 15 de enero de 2023

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1. AMYTS INFORMA. Publicada la tercera tanda de listados definitivos del concurso de méritos derivado de la ley 20/2021 (OPE de estabilización)

2. Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, participa en el programa La Sexta Xplica para hablar del colapso de las Urgencias y la AP con la gripe

3. AMYTS en los medios: reclamamos refuerzos en el C.S Abrantes y en la Odontología de Atención Primaria de Madrid

4. «Toc, toc… ¿Hay alguien que piense en los médicos?», el artículo de opinión que hemos publicado en AMYTS y que no puedes perderte

5. Nuevo artículo de Julián Ezquerra, presidente de Honor de AMYTS, en Redacción Médica: «La gripe de cada año, el déjà vu de cada año»

1. AMYTS INFORMA. Publicada la tercera tanda de listados definitivos del concurso de méritos derivado de la ley 20/2021 (OPE de estabilización)

La Consejería de Sanidad ha publicado este viernes 12 de enero de 2024 el listado de calificaciones definitivas de las pruebas selectivas del concurso de méritos derivado de la Ley 20/2021 para el acceso a la condición de personal estatutario fijo del Servicio Madrileño de Salud en la siguiente categoría:

Contra esta publicación, que no pone fin a la vía administrativa, los interesados podrán interponer Recurso de Alzada en el plazo de 1 mes, contado a partir del día siguiente de su publicación.

Os recordamos las dos anteriores resoluciones de este estilo que publicó la Comunidad de Madrid:

PRIMER LISTADO

SEGUNDO LISTADO

Fuente: AMYTS

 

2. Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, participa en el programa La Sexta Xplica para hablar del colapso de las Urgencias y la AP con la gripe

 

3. AMYTS en los medios: reclamamos refuerzos en el C.S Abrantes y en la Odontología de Atención Primaria de Madrid

EL PAÍS: Ni más médicos ni un nuevo centro de salud para Abrantes: “No es no que haya cita para este mes. Es que no hay citas”

Los pacientes del ambulatorio con la situación más crítica del distrito madrileño de Carabanchel, según el sindicato Amyts, comienzan su cuarto año ininterrumpido de protestas.

En Abrantes, solo están disponibles ocho médicos de familia de los 17 que debería haber, de acuerdo con cifras del sindicato médico Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid). En las próximas semanas, además, habrá tres traslados, según fuentes del centro. Si esas plazas no se ocupan, quedarían apenas cinco sanitarios para atender a una población asignada de más de 26.000 personas.

El sindicato Amyts reclamó en diciembre a la Consejería de Sanidad un plan de rescate urgente para Abrantes y otros 17 centros de salud porque no había suficientes médicos de familia y pediatras. Un mes después, asegura Ángela Hernández, secretaria general del sindicato, no ha habido solución ni respuesta, ni siquiera en la última reunión de seguimiento de salida de huelga. “No entendemos por qué no dan una solución para completar las plantillas, cuando supondría una inversión no muy alta”, afirma Hernández. Volverán a poner el tema sobre la mesa de la nueva gerente de Atención Primaria en una reunión el 25 de enero. La consejería, preguntado en varias ocasiones por este diario sobre el caso de Abrantes, no se ha pronunciado.

EL BOLETÍN: La otra lista de espera: seis millones de madrileños no pueden pedir una cita con un dentista público

Listas de espera “desbordadas” y tan solo 156 odontólogos para toda la Atención Primaria. Esta es la situación de la Atención Bucodental pública de la Comunidad de Madrid, denuncia Amyts, ante el plan anunciado por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para pagar el dentista a los mayores de 80 años. Desde 2016, el número de odontólogos en los centros de salud ha aumentado en tan solo 16 profesionales. Todo esto hace que, afirma el citado sindicato, más de seis millones de madrileños no pueden coger cita con su dentista asignado.

Hace unos días el Ejecutivo regional anunció que la sanidad pública ofrecerá nuevos servicios en salud bucodental. En concreto, sufragando a las personas mayores de 80 años sus prótesis completas y tratamientos de caries. Unas nuevas prestaciones, critica Amyts, “sin atajar” el déficit de dentistas en el sistema público.

La citada organización médica no está en contra de esta medida, la considera positiva, pero advierte de que esto recaerá en un número de odontólogos “ya muy infradimensionado para prestar atención a toda la población” de la región.

En los últimos años el Gobierno de Ayuso apenas ha contratado dentistas. Únicamente 16 odontólogos se han unido a la plantillas de Atención Primaria desde 2016. Algo que “da una idea de la poca relevancia que se le da”, apunta el sindicato pese a que contar con un número correcto de estos profesionales “sería de gran beneficio para la población, así como que aliviaría en parte las consultas del resto de profesionales de los centros de salud”.

Este déficit choca con una bolsa de empleo que cuenta con “más de 200 dentistas esperando a entrar en el sistema público y que la Consejería de Sanidad ignora”. “De hecho, se trata de la categoría profesional más infradimensionada de las que son puerta de entrada del sistema y donde apenas suplen en numerosas ocasiones las ausencias”, asegura.

Más de seis años para poder ver a toda su población asignada

No es la primera vez que Amyts advierte de este problema. Y es que, la media de asignación poblacional está cerca de 45.000 pacientes por odontólogo. Esto supone que un dentista necesitaría “más de seis años de actividad laboral para poder ver durante 10 minutos” a toda su población asignada.

“Nos alegra que aumenten las prestaciones incluidas en la cartera de servicios bucodentales, pero si no se aumenta de una manera seria el número de dentistas en Atención Primaria, solo las podrán recibir los cerca de 820.000 pacientes que consigan cita con su odontólogo, los más de seis millones restantes tristemente no podrán acceder a ellas”, asegura el Grupo de Odontología de Amyts.

Alrededor de 360.000 nuevos beneficiarios y solo siete odontólogos nuevos

A principios de año el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó destinar 16 millones de euros para estas nuevas prestaciones. De acuerdo a sus cálculos, alrededor de 360.000 personas podrán acogerse a esta medida, disfrutando “de unas prestaciones que hasta ahora no están incluidas en la cartera de servicios públicos de la Atención Primaria”.

“Cualquier beneficiario que cumpla con los requisitos será derivado desde una Unidad de Salud Bucodental al profesional colegiado que elijan de entre los adheridos al citado acuerdo”, detalla el Ejecutivo del PP.

Esta iniciativa tenía como destinatarios a mujeres embarazadas, niños y población vulnerable y ahora se abre también a los mayores. Ante esto, la plantilla, formada por 156 odontólogos, 155 higienistas dentales, 19 auxiliares de Enfermería y dos enfermeras de apoyo, se ampliará. La Puerta del Sol detalla que habrá 32 nuevos contratos: 19 higienistas dentales y siete odontólogos, “a los que se añaden seis profesionales que se han incorporado recientemente para atender a la población más vulnerable”.

 

4. «Toc, toc… ¿Hay alguien que piense en los médicos?», el artículo de opinión que hemos publicado en AMYTS y que no puedes perderte

Llevamos unas semanas un poco “de locos”. A pesar del importante avance que supuso el acuerdo de fin de huelga de la Atención Primaria, que suponía una puerta abierta hacia la mejora de la práctica asistencial de muchos compañeros médicos de familia y pediatras, y aunque una parte de ellos ya están comenzando a notar la mejoría, estamos recibiendo muchas quejas de compañeros que no ven el momento de poder beneficiarse de esa mejora, de los problemas que se están generando en los centros “que no dan abasto” con sus adaptaciones al sistema, de compañeros muy muy sobrecargados y rayando la desesperanza. Y todo ello magnificado hasta casi el infinito con el brote invernal de enfermedades respiratorias, ni previsto ni adecuadamente dotado en cuanto a recursos y dispositivos.

La situación de los dispositivos de atención de urgencia, tanto extra como intrahospitalaria, está siendo muy similar, pues a su situación de sobrecarga y desatención crónicas se ha venido a sumar esa misma situación de infecciones respiratorias multiplicadas. De nuevo profesionales tradicionalmente sobrecargados que se ven enfrentados a situaciones que les complican aún mucho más la actividad, al multiplicarse hasta niveles prácticamente intolerables para la supervivencia profesional.

Y ante la denuncia de estas situaciones, lo que nos estamos encontrando como respuesta de las administraciones sanitarias es una especie de ocultación o camuflaje de la situación, incluso aprovechando para vender humo en cuanto a certificaciones de calidad de la sanidad madrileña. Negar la realidad, o cuando menos camuflarla, promete poca ayuda para los profesionales, porque no nos llevará a poner soluciones a problemas que se pretende que no existe. Ya se sabe, «lo que no se diagnostica no se cura», y «lo que no se registra, no existe»…

Pero es que aún hay más. Cuando una administración, por fin, acoge una de las demandas de los profesionales para reducir su carga, como es el caso de la autodeclaración de enfermedad para ausencias laborales de pequeña duración, como se hace en otros países para reducir la carga burocrática de los médicos, son muchos los agentes sociales y políticos que salen en su contra: otras administraciones, sindicatos de clase, políticos de uno y otro lado, empresarios…

O sea, a seguir sufriendo. Nadie en la sociedad se preocupa por nuestros médicos. ¿Nadie cree de verdad en una atención de calidad?

Nosotros sí, desde luego, aunque eso no nos consuela si no podemos conseguir que las condiciones de ejercicio profesional mejoren. Ahí seguiremos luchando. Y a la vez denunciando esta serie de contradicciones sociopolíticas: autoridades, instituciones y personas que se pronuncian públicamente por una sanidad de calidad, pero que en el fondo no toman las medidas necesarias para ello.

¿A quién pretenden engañar? Pero la pregunta real es: ¿por cuánto tiempo, conciudadanos en general, nos dejaremos engañar? ¿O es que no queremos despertar?

Miguel Ángel García Pérez
Médico de familia, máster en Bioética. Director médico de la Revista Madrileña de Medicina

Fuente: AMYTS

 

5. Nuevo artículo de Julián Ezquerra, presidente de Honor de AMYTS, en Redacción Médica: «La gripe de cada año, el déjà vu de cada año»

Dice Phil McGraw (Dr. Phil): «No esperes a estar en crisis para idear un plan de crisis». Viene esta frase a colación de lo que sucede cada año con la epidemia de infecciones respiratorias por gripe, VRS y ahora también Covid. La teoría es que las administraciones sanitarias, los gestores del servicio de salud de cada comunidad, hacen «planes de contingencia», «planes de invierno», se preparan a conciencia para afrontar la avalancha de enfermos que deben hacer frente los distintos dispositivos de atención sanitaria. Y año tras año, es imposible terminar estas crisis sanitarias con aquella célebre frase de Hannibal Smith, del Equipo A: «Me encanta que los planes salgan bien».

Hay situaciones de crisis que no son predecibles, que ocurren como consecuencia de catástrofes varias, sean terremotos, lluvias torrenciales, etc., y las hay que se conocen por ser estacionales, que se repiten año tras año, que se dan en fechas más o menos similares, que incluso conocemos sus características específicas con antelación.

El comportamiento de las infecciones respiratorias estacionales es de sobra conocido. Sabemos cuando llegarán, las medidas de prevención que debemos tomar, cuando hay que iniciar las campañas de vacunación, las tasas de infección esperadas, cuantos ingresos ocasionarán, incluso una aproximación a los fallecimientos que se producirán. Una serie histórica nos da la información necesaria para que podamos hacer planes, para que se dispongan los recursos necesarios, para evitar el colapso del sistema.

Por definición, estas infecciones respiratorias producirán miles y miles de afectados, la mayoría de ellos no requerirán más allá de una consulta con sus médicos de los centros de salud, sean médicos de familia o pediatras, una red bien dotada y cubierta de plantilla de los servicios de urgencia extrahospitalaria y si esto funciona adecuadamente, los menos, aunque los más graves con complicaciones por comorbilidades, vulnerabilidad, etc., atención en unos servicios de urgencias hospitalarios que deben estar bien dotados para atender a ese 25-50 por ciento de aumento de demanda previsible.

También es necesario dotar a los hospitales de camas libres suficientes para que se puedan ingresar los pacientes que lo necesiten y hacerlo de forma fluida, sin «atascos» a la espera de cama que obligan a los pacientes a esperar «ingresados» en una cama de observación, incluso en camillas, en las unidades de observación, en los pasillos, en habitaciones triplicadas, etc.

¿Qué podemos hacer con la atención primaria? No solo por estas crisis periódicas asociadas a las infecciones respiratorias, también para mantener un buen funcionamiento del día a día:

  • Cobertura de todas las vacantes
  • Dimensionar las plantillas en base a realidad y no teorías que no funcionan. Plantillas suficientes para suplencias, cobertura de permisos, licencias y vacaciones, etc.
  • «Desburocratizar» las consultas del médico. Que el tiempo del médico se dedique a ser médico, sacar la burocracia de las consultas. Crear la figura del administrativo sanitario de apoyo en las labores de la burocracia clínica, apostar por un cambio radical del modelo de incapacidad temporal, permitiendo lo que se ha llamado la «autobaja» mediante declaración responsable para procesos autolimitados de duración entre 3 y 5 días.
  • Apostar por la Enfermería de Familia y desarrollar sus capacidades.
  • Volver a permitir la autogestión de agendas, la organización del trabajo en función de las características de cada centro de salud y el perfil de sus profesionales. Es decir, autonomía de gestión y, en consecuencia, asunción de responsabilidades.

¿Qué podemos hacer con los servicios de urgencias extrahospitalarios? Esta es otra de las tareas pendientes. Hay que creer en estos servicios, tanto los urbanos como los rurales, y para ello es preciso:

  • Dotar de dispositivos suficientes, cercanos a los ciudadanos.
  • Cada uno de ellos debe disponer de médico, enfermera, celador y según el tipo que sea, de técnico. No valen equipos cojos, no podemos admitir equipos de urgencias sin médicos, por muchas pantallas para videollamadas que se quieran poner.

¿Y qué podemos hacer por los servicios de urgencia hospitalarios? Esta respuesta ya se ha dicho muchas veces:

  • Como en todos los demás casos, lo primero es creer en ellos, dotarlos de plantillas suficientes, cubrir todas las vacantes, creer en la necesidad de la especialidad en urgencias, superar esa tasa de eventualidad/interinidad obscena que padecen, consolidar sus plazas con fijeza en sus puestos.
  • Servicios de urgencias bien dimensionados y con estructura física que permita mantener bien los circuitos, estancias en observación limitadas en tiempo, buen drenaje de pacientes a planta hospitalaria una vez se da orden de ingreso, etc.

Y ahora la pregunta más complicada. ¿Qué podemos hacer en los hospitales? Voy a ser crítico y muy claro:

  • En situaciones de crisis que sabemos que se ocasionarán un determinado número de ingresos, hay que garantizar la disponibilidad de camas para su admisión.
  • Si hay que suspender ingresos para cirugías programadas, se suspenden. Si hay que decir a los ciudadanos que en determinadas fechas la lista de espera quirúrgica de algunas patologías aumentará, se dice. No es de recibo que los pacientes pasen «ingresados» de mala manera en urgencias 2, 3 o 5 días por «falta de camas».
  • Si el sistema no admite la compatibilidad de control de esperas quirúrgicas y dar satisfacción a las necesidades de ingresos por causas de urgencia médica, habrá que priorizar y decidir, eso sí, digan los políticos a la población la realidad y el por qué. Si no hay más quirófanos, más camas, más plantilla, en los hospitales públicos, pueden hacer dos cosas, crearlos o concertar actividad en el sector privado. Pero hagan algo.

Me dejo muchas cosas, en cada punto podríamos hacer un análisis exhaustivo de la situación, las necesidades, priorizarlas, etc., y hasta un «libro blanco» o un «plan estratégico» que luego quedará olvidado en algún cajón. Solo es un acercamiento al problema, lo dejo en manos de los expertos y ahora son los políticos y gestores los que deben aportar las soluciones.

Planificación, recursos y plantillas suficientes. Tanto para estas crisis como para el día a día de la asistencia sanitaria. Todo menos ver pacientes en situación de asistencia tercermundista, en pasillos, triplicando camas, etc. En el fondo, lo que veo es que no hay valentía para decir que este modelo está superado, que necesitamos un pacto por la sanidad que termine por acordar un nuevo.

Sistema Nacional de Salud en el que quede definitivamente fuera el partidismo y la política; un nuevo modelo de todos, para todos, en el que todos se sientan cómodos, en el que de verdad el centro del sistema sea el paciente, que se respete su dignidad, un modelo en el que la modernez de la «humanización» sea real, pero no solo para los pacientes, también para los profesionales.

Me gustaría que algún día, tras superar cualquier crisis que se afronte desde nuestro sistema sanitario, podamos decir aquello de «me encanta que los planes salgan bien».

Fuente: Redacción Médica

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