Boletín Diario Informativo de AMYTS del 13 de julio de 2023
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3. «Desiertos ¿médicos?» por Miguel Ángel García, Responsable de Estudios Profesionales de CESM
5. El Gobierno apura su última OPE de la legislatura con 700 plazas sanitarias
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2. Los médicos jóvenes alertan del impacto de la desertificación médica para la cohesión territorial y acceso a servicios de salud en España
En los últimos años, los Servicios de Salud están detectando dificultades para la contratación de médicos especialistas para trabajar en algunas zonas de España. Este proceso de desertificación médica no es exclusivo de nuestro país; se trata de una problemática emergente a nivel europeo debido a cambios en el ciclo demográfico médico y de la población general.
Ante esta situación, la sección nacional de médicos jóvenes del Consejo General de Médicos (CGCOM) ha elaborado un informe en el que analiza el escenario actual en nuestro país, con el objetivo de valorar diferentes medidas adoptadas en la actualidad y proponer nuevas soluciones ante un problema que impacta en la cohesión territorial y la equidad de la atención sanitaria, afectando la capacidad de acceso a servicios de salud, especialmente en zonas rurales.
Este estudio realiza un exhaustivo análisis de la situación actual en un contexto europeo y pone de manifiesto que el 91% de los representantes de médicos jóvenes del CGCOM considera que los desiertos médicos son un problema en su provincia, y además, el 44,4% cree que los residentes están siendo utilizados injustificadamente para paliar la situación.
El documento resalta que la desertificación médica en España es un problema emergente que requiere la atención de todos los agentes implicados, y que, a pesar de haberse propuesto medidas y acuerdos, es necesario un análisis más profundo y la implementación de estrategias adecuadas para garantizar el acceso a servicios de salud en zonas rurales. Se incide además en la necesidad de un claro liderazgo profesional en el abordaje del problema para evitar problemas que afecten a la población.
A lo largo del análisis se proponen medidas dirigidas durante tres etapas: universitaria y grado, formación sanitaria especializada y primeros años como especialista, y a lo largo de la trayectoria profesional. Destacan propuestas como incentivos económicos, mejoras de las condiciones laborales, flexibilidad en la organización del trabajo, inversión en zonas rurales y oferta de formación continuada.
Por otra parte, se desaconsejan medidas como dificultar la oferta y publicación de plazas en áreas sin dificultad, ofrecer contratos divididos temporalmente entre plazas sin dificultad y plazas de difícil cobertura, ofrecer plazas genéricas en un área de salud donde la jefatura o dirección puedan decidir el destino final, contratar médicos sin especialidad para cubrir dichas áreas y obligar a médicos especialistas recién formados a quedarse en su unidad docente en áreas de difícil cobertura. Estas políticas pueden generar precariedad, inequidad y afectar negativamente la calidad asistencial y la atención sanitaria de la población.
Desde la sección nacional de médicos jóvenes del CGCOM, se vuelve a mostrar un liderazgo claro acerca de las acciones encaminadas a paliar los problemas de la medicina del futuro. En esa línea, en este informe se hace hincapié en establecer planes a largo plazo donde se aborden diferentes facetas: formativas, condiciones de trabajo, incentivos, favorecer la conciliación y el traslado, así como promover los vínculos con el territorio.
En ese sentido, remarcan que la actualización e incorporación en los Planes de Ordenación de Recursos Humanos de la Ley 55/2003 de las medidas de choque citadas deben realizarse en coordinación con los distintos agentes implicados: Ministerio de Sanidad, Consejerías y Departamentos de las CCAA, Administraciones Locales, representantes profesionales y la sociedad civil.
¿Qué es un desierto médico?
Un desierto médico es el resultado final de un proceso complejo llamado desertificación médica, que implica una incapacidad continua y creciente de una población determinada para acceder a los servicios de salud de manera oportuna y contextualmente relevante. Su traducción en el contexto de España podría asemejarse a las plazas de difícil cobertura, pero el escenario y los matices del concepto de desierto médico son más amplios y complejos.
El proceso de desertificación puede llevar a la incapacidad de una población determinada para acceder a servicios de salud o al hecho de estar aislados a la hora de recibir prestaciones sanitarias. Esto se basa en tres categorías de barreras cuantitativas y cualitativas, que están interrelacionadas y que son dependientes entre sí. Estas dimensiones son: el acceso físico, las barreras sociales y las barreras en las políticas públicas. Dichas dimensiones están fundamentadas en la disponibilidad de trabajadores de la salud, instalaciones sanitarias y tecnologías necesarias para facilitar el acceso a los servicios sanitarios.
La presentación del informe, que ha tenido lugar en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y en la que ha participado la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ha reunido a más de medio centenar de agentes y stakeholders implicados, donde tras la presentación del informe por parte de los autores han podido tener un espacio de networking para comentar y potenciar las diferentes medidas propuestas y abordar el problema desde los diferentes puntos de vista.
La presentación ha contado con la intervención de la vicepresidenta del CGCOM, Mª Isabel Moya, quién ha resaltado que “nuestro objetivo debe ser conseguir el máximo de equidad, pero eso no significa que podamos tener todos un centro sanitario en nuestra puerta. Lo que debemos conseguir es una accesibilidad lo más inmediata posible a un consultorio, centro de salud u hospital donde se nos ofrezca la máxima garantía de seguridad clínica. Es imprescindible que las administraciones escuchen la voz de la profesión médica para que, alejados del ruido político, se tomen medidas que palien el problema de la desertificación médica y contribuyan al sostenimiento del SNS.”
En palabras de Domingo A. Sánchez, representante Nacional de Médicos Jóvenes y coordinador de este estudio: “el éxito del informe planteado radica en que sea el primer paso para abordar un problema que está en pleno auge. Lo hoy realizado es la colocación de una primera piedra en la construcción de las soluciones por realizar para evitar que esta problemática afecte al sistema y con ello, a la salud de nuestros pacientes”, afirma el Dr. Sánchez.
Accede aquí al informe completo.
Fuente: CESM
3. «Desiertos ¿médicos?» por Miguel Ángel García, Responsable de Estudios Profesionales de CESM
El pasado viernes 7 de julio, la vocalía de Médicos Jóvenes y Promoción del Empleo del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) hacía público su estudio sobre los llamados desiertos médicos, “Áreas de difícil cobertura en España. Desiertos médicos: perspectivas de los médicos jóvenes”. Y lo hacía con una perspectiva de complejidad que es muy de valorar, dada la tendencia a los análisis simplistas que se hacen con frecuencia sobre la disponibilidad de médicos en nuestro país. Desde aquí nuestra más sincera felicitación por poner el tema sobre la mesa, nuevamente, y hacerlo con cierto rigor, aunque hace falta aún mucho camino y debate por delante para conseguir arrojar la claridad necesaria para poder dar respuesta a un problema con el que nos estamos comenzando a enfrentar.
No es, desde luego, la primera publicación que se acerca al tema, aunque sí sea la que lo hace utilizando el término “desiertos médicos”. Hace ya años que la distribución geográfica de los médicos es motivo de análisis, y ya en 2009 tuve la oportunidad de publicar, dentro del trabajo realizado por la Fundación CESM en torno a la demografía médica, un estudio sobre la distribución geográfica de los médicos en España con datos disponibles a nivel provincial y una aproximación a los posibles factores que influían en ella. El texto pretendía llamar la atención sobre una desigualdad que, si en aquél momento no estaba creando graves problemas a nivel general, ya los estaba originando de forma puntual en diferentes localizaciones de nuestro país, y en especial en Canarias. El eco conseguido fue nulo, y la ausencia de medidas encaminadas a reducir esa desigualdad ha hecho que ésta se haya mantenido y esté dando, en este momento, más motivos de preocupación de los que debería.
El caso es que ya se ha puesto de nuevo el tema sobre la mesa, primero de forma dispersa ante las diferentes dificultades que se viven a lo largo de nuestra geografía y las caciquiles soluciones que se plantean por nuestras autoridades, y ahora por un informe que puede servir de inicio a un debate más que necesario, en el que por supuesto estaremos de forma activa desde CESM. Y para comenzar, me atrevo a hacer estas reflexiones iniciales sobre el propio término utilizado para designar el problema, ‘desiertos médicos’. No porque no sea el indicado para hacerlo, pues es el término con que se conoce el problema en Europa (algunos países lo viven desde hace ya muchos años), sino por los significados que puede ocultar. De hecho, yo mismo no lo usé en 2009 porque no acababa de satisfacerme.
Si aceptamos la primera definición nominal del término “desierto” en el diccionario RAE (“Lugar despoblado o en el que no hay gente”), todavía podríamos encontrar algún tipo de adecuación al problema que se pretende conceptualizar. Al fin y al cabo, se trata de territorios donde “no hay médicos” o, mejor dicho, donde hay pocos médicos, y no son suficientes para proporcionar, con la actual organización del SNS, un acceso adecuado a la atención sanitaria por parte de la población. Efectivamente, cuando uno se imagina un desierto no suele hacerlo con personas viviendo en él (aunque sabemos que las hay). En cualquier caso, es una característica compartida con las cumbres montañosas y las extensiones oceánicas; es decir, que no nos delimita mucho el problema.
Realmente hablamos de desiertos sociales y sanitarios, hacia los que los médicos, y otros profesionales asistenciales, no se sienten atraídos
Porque a diferencia de los otros entornos, lo que sí define muy bien al desierto es la otra definición nominal que encontramos en el mismo diccionario: “Territorio arenoso o pedregoso, que por la falta casi total de lluvias carece de vegetación o la tiene muy escasa”. Efectivamente, un territorio desagradable y poco apto para la vida, prácticamente inhabitable, que acaba quedando despoblado. Por aquí sí que me parece que el término es más significativo.
Pero no es la práctica médica, “la mejor profesión del mundo” para algunos, la que es en sí inhabitable (o no lo es todavía, como luego veremos), pues sigue generando ilusión y esfuerzo por parte de muchos de sus profesionales. Lo que se está haciendo inhabitable es el ámbito sanitario para los médicos, y esto cristaliza de una manera mucho más aparente en aquellos lugares que, desde el punto de vista sociodemográfico, ya llevan siendo poco habitables, por su escasez de recursos y de población, o por la problemática social que se vive en algunos entornos. Y juntando ambas “inhabitabilidades” obtenemos la situación actual: lugares nada atractivos para los médicos porque no lo son, de hecho, para el resto de la población, y encima se encuentran con estructuras sanitarias que no son precisamente amables con ellos.
Así que realmente no hablamos de desiertos médicos, no. Hablamos de desiertos sociales y sanitarios, hacia los que los médicos, y otros profesionales asistenciales, no se sienten atraídos. No es, pues, un problema de la medicina, sino más bien del conjunto de la sociedad. Y esto es lo que creo que no queda bien reflejado en el término “desiertos médicos”.
Porque si el problema fuera médico, se entendería entonces que las soluciones tuvieran que ver con los propios médicos, como torpemente surge de algunas de las propuestas de las Administraciones Públicas (atentando, por cierto, contra la libertad de movimiento y ejercicio de los profesionales). Pero si el problema es social y sanitario, será por aquí por donde haya que atajarlo adecuadamente.
El informe sobre los desiertos médicos del que partíamos en este artículo incluye una buena serie de factores determinantes del vaciamiento de médicos de algunas zonas, incluyendo algunos de los procedentes del ámbito sanitario, y lógicamente reúne una buena batería de posibles medidas a desarrollar desde ese ámbito. Curiosamente, ya se hace alusión a que muchas de ellas no han demostrado eficacia en los pocos estudios realizados. Y esto puede que se deba a que, o se enfrenta seriamente la desertificación social de muchos de nuestros entornos (y no sólo rurales, porque incluso en la ciudad de Madrid y su entorno hay centros de Atención Primaria con bastantes plazas no cubiertas, y algunos hospitales periféricos de la Comunidad de Madrid también sufren ese déficit, como también ocurre, por otro lado, en ciudades costeras con una elevada afluencia de turistas), o no habrá medidas que hagan posible la solución del problema, salvo que se condene a trabajos forzados a algunos profesionales (médicos, pero… ¿por qué no también abogados, economistas o, incluso, políticos?).
La conclusión es clara: tómense las medidas necesarias desde el punto de vista de la institución sanitaria para hacer más habitables los “desiertos”, y hay una buena batería de medidas posibles que recoge el informe y en cuyo análisis estamos dispuestos a colaborar); pero hágase una política real de “recuperación” y desarrollo de los desiertos sociodemográficos que no se limite a multiplicar los titulares de la “España vaciada”, pues sin ello la desertización (a todos los niveles) será irreversible.
Fuente: CESM
4. CampusCESM pone en marcha un máster oficial en Bioética y un curso online de manejo de las arritmias en Urgencias
La plataforma de formación CampusCESM ha puesto en marcha un Máster oficial en Bioética en colaboración con la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) con descuentos para afiliados MIR que comenzará el próximo 16 de octubre de 2023.
El Máster, de un año de duración, prepara para analizar problemas éticos de forma científica y sistemática desde una perspectiva interdisciplinar (biomédica, filosófica y legal). Ofrece un criterio profesional y riguroso para decidir correctamente en casos complejos de fuerte trasfondo ético.
Particularmente este programa de estudio permite identificar problemas bioéticos en la conducta de los profesionales, en la actividad asistencial o en la investigación biomédica. Se obtienen los conocimientos adecuados y necesarios para poder analizar críticamente y elaborar leyes, dictámenes o protocolos que regulen una situación presente o futura en materia de bioética, pudiendo argumentar las decisiones, mediante inducción o deducción, en juicios de valor bien fundamentados desde el punto de vista antropológico y ético. Se debe conocer la metodología propia de la bioética, racional e interdisciplinar, y saber aplicarla a situaciones concretas o generales, entre otros temas a desarrollar.
La formación ofrece:
◉ Claustro con presencia en Comités de Ética.
◉ Participar en foros interactivos, una experiencia educativa única.
◉ Beneficiarte de condiciones especiales por ser de CESM.
Para poder acceder a los beneficios económicos que dejan el precio a afiliados MIR en 2.000 euros es necesario tener una antigüedad de 6 meses de afiliación al sindicato autonómico.
Si eres afiliado puedes hacer aquí tu inscripción.
Si no eres afiliado puedes hacer tu inscripción aquí.
Curso online
Por otro lado, CampusCESM también ofrece un curso online de manejo de arritmias en Urgencias de 10 horas con 2 CTS CFC que son válidos para todo el territorio nacional. El curso comienza el próximo 18 de septiembre y tiene un coste para afiliados de 30 euros.
Entre los objetivos del curso están reconocer las diferentes arritmias cardiacas y poder identificarlas; comprender las diferentes arritmias cardiacas; identificar en los casos el tipo de arritmia cardiaca; analizar las necesidades de los pacientes siguiendo un esquema de decisión; precisar el diagnóstico de las bradiarritmias y de las taquiarritmias más frecuentes; conocer el tratamiento de las bradiarritmias y de las taquiarritmias más frecuentes.
Puedes acceder a toda la información aquí.
Si eres afiliado CESM puede hacer tu inscripción aquí.
Si no eres afiliado CESM puedes hacer tu inscripción aquí.
Fuente: CESM
5. El Gobierno apura su última OPE de la legislatura con 700 plazas sanitarias
El Gobierno ha aprobado este martes una Oferta de Empleo Público récord para 2023 con 39.574 plazas para la función pública. Esta OPE representa un aumento del 15,8% en comparación con las convocatorias realizadas en 2023. La Ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha destacado que esta será “la mayor oferta de empleo público de la historia” y la tercera convocatoria consecutiva con más plazas convocadas.
Según las palabras de la ministra, esta cifra se debe “a la necesidad de fortalecer las plantillas que se debilitaron por años de recortes y tasas de reposición cero”. Además, añade que todas las ofertas públicas de empleo deben estar publicadas antes de que finalice el año y resueltos en un plazo inferior a dos años desde su convocatoria.
Del total de plazas convocadas en este OPE, 29,818 lo serán para la Administración General del Estado (AGE). De estas plazas, 19.900 serán de nuevo ingreso y el resto lo será por promoción interna. En el siguiente listado se puede consultar las plazas convocadas conforme a lo publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) bajo el Real Decreto 625/2023, de 11 de julio.
Estas plazas, según lo detallado por el Gobierno, deberán ser convocadas antes del 31 de diciembre de 2023, y se establecerá un plazo máximo de dos años para llevar a cabo el proceso de selección. La fase de oposición constará de cuatro pruebas y tendrá una duración máxima de nueve meses. Además, con el objetivo de descentralizar las pruebas, se permitirá “convocar con una distribución territorial de plazas”. Esto facilitará que las pruebas se realicen en diferentes regiones del país.
Con esta convocatoria, el Gobierno tiene como objetivo cubrir la tasa de reposición en la Administración Pública. La tasa de reposición indica el porcentaje de vacantes en el empleo público que pueden ser cubiertas mediante nuevas contrataciones de personal. Esta es una de las medidas más criticada y reclamada por los sindicatos de los funcionarios.