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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 3 de enero de 2022

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1. RESOLUCIÓN del SERMAS en relación con la contratación de profesionales sanitarios jubilados

2. Nuevo artículo de opinión de Julián Ezquerra en la Revista Madrileña de Medicina: «Divide y vencerás. No caigamos en la trampa»

3. ¡No te pierdas la última viñeta de Mónica Lalanda para AMYTS! Esta vez sobre las palabras de Díaz Ayuso hacia los profesionales de la Atención Primaria

4. AMYTS en los medios: denunciamos en Antena 3 la sobrecarga que están sufriendo los médicos de Atención Primaria

5. La opinión de Gabriel del Pozo, secretario general de CESM y presidente de AMYTS: «Bajamos el telón de 2021 con muchas cuestiones pendientes»

1. RESOLUCIÓN del SERMAS en relación con la contratación de profesionales sanitarios jubilados

RESOLUCIÓN DE 29 DE DICIEMBRE DE 2021, DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE RECURSOS HUMANOS Y RELACIONES LABORALES DEL SERMAS POR LA QUE SE DICTAN INSTRUCCIONES EN RELACIÓN CON LA CONTRATACIÓN DE PROFESIONALES SANITARIOS JUBILADOS.

Lee la resolución en el PDF adjuntado.

Fuente: AMYTS

 

2. Nuevo artículo de opinión de Julián Ezquerra en la Revista Madrileña de Medicina: «Divide y vencerás. No caigamos en la trampa»

CON FIRMA. «Divide y vencerás. No caigamos en la trampa», por Julián Ezquerra

El 29 de diciembre el BOE publicaba la Ley 20/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, una Ley que muchos esperaban, que para muchos empleados públicos era la esperanza de poder “consolidar” una plaza fija. Y como dijo Julio César, ya tenemos en marcha las consecuencias de una estrategia clara: “divide y vencerás”

No voy a entrar en cómo afecta esta Ley a todos los empleados públicos, muchos y variados en cuanto a vinculación y Administración de la que se depende. Me voy a centrar en lo nuestro, en el personal estatutario del SERMAS, más concretamente en los facultativos.

El SERMAS, a fecha 30 de noviembre de 2021, cuenta con 5.656 facultativos interinos y 1.949 eventuales. Es decir, 7.605 “afectados” por esta Ley. No son datos inventados, son los oficiales publicados en el portal estadístico de personal del SERMAS.

La tasa de temporalidad es muy elevada, escandalosamente elevada. Se ha generado una bolsa de miles de afectados por el concepto que ahora se acuña, “el abuso de temporalidad”. Aunque es algo generalizado en todos los Administraciones públicas, es cierto que en el SERMAS es un escándalo, consecuencia de años de abandono y de desidia, de incompetencia, de falta de interés y de recursos suficientes para garantizar la realización de OPEs de forma regular. No se si esta es la excusa fácil o más bien es algo intencionado, me inclino por esto último. Miles de no fijos ha sido durante años un “ahorro” de pago de trienios y ahora lo es de no pago de carrera profesional. La intencionalidad es manifiesta, lo contrario sería reconocer su ineptitud (que también creo que es causa).

Veamos que dice la Ley y lo que supondrá para los afectados, y afectados son fijos y no fijos. Vamos primero con los fijos. Los facultativos especialistas de hospital llevan años sin acceso al traslado, condenados a permanecer toda su vida laboral anclados al mismo centro. La Administración no quiere traslados y con ello impide que el personal fijo pueda acceder a su derecho a la movilidad. Detrás de esto habría mucho que decir y no todo bueno para nuestros propios compañeros. Pero eso daría para otro “con firma”. Ya veo venir de nuevo las reclamaciones judiciales solicitando el derecho al traslado algo que, no podemos olvidar, ya se sentenció en alguna ocasión, y no de forma favorable precisamente.

Para el personal no fijo, para los que se ha pensado esta Ley, unas pinceladas de lo que dice y, por cierto, evitemos las interpretaciones interesadas en función de lo que cada uno quiere ver:

1.- No admite la “fijeza” de forma directa en ningún caso. Bueno, sobre esto veremos que se concluye en el Tribunal Supremo. Pero no admite que la sanción por el abuso sea la fijeza en la plaza. Recordemos que esta es una vía jurídica por la que han optado muchos compañeros. Está por ver el resultado final de la misma, previsiblemente aún lejano.

El texto dice literalmente esto: «En cualquier caso, el TJUE comparte la postura, defendida por España, de que no cabe en nuestra Administración la transformación automática de una relación de servicio temporal en una relación de servicio permanente. Esta opción está excluida categóricamente en el Derecho español, ya que el acceso a la condición de funcionario de carrera o de personal laboral fijo sólo es posible a raíz de la superación de un proceso selectivo que garantice los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad». Pero esto dice la Ley, pero veremos que termina diciendo el Tribunal Supremo.

2.- Se fija como modelo de acceso a las plazas el sistema de concurso oposición, lo que ya tenemos de siempre y no ha resultado un buen modelo para unos, por el contrario, si para otros muchos. Es el modelo y así seguirá siendo.

3.- Establece una duración máxima de tres años para la situación de interinidad. En el SERMAS esto es una utopía. Hay interinos con 10, 15 y hasta 20 años. La novedad es que se podrían cesar en sus puestos a los tres años. Aquí tenemos un problema.

4.- Se admite, de nuevo, una excepción con las plazas (esto es importante. Habla de plazas, no de quien las ocupa) cubiertas por un interino de forma ininterrumpida con anterioridad al 1 de enero de 2016. En estos casos se admite un acceso mediante concurso. Es decir, no habría fase de oposición o para que nos entendamos, no habría examen.

Hay muchas más cosas en la Ley, pero esto es lo que creo es más destacable. Y ahora vamos con lo que veo serán problemas.

¿Cuántos de esos 7.605 están afectados? Y no olvidemos que esos son solo los del SERMAS. La “libre concurrencia” que hay que garantizar eleva los afectados a todos los que reúnan las condiciones en cada uno de los servicios de salud de las diferentes CCAA.

La Ley habla de plazas, no de quien las ocupa. Por tanto, entiendo que las que podrían verse afectadas por el modelo de solo concurso son las plazas, que no están identificadas, no quienes las ocupan. Primer problema para resolver. Identificar las plazas y ver quienes son los que reúnen criterios para poder acceder a esa OPE especial. ¿Todos los interinos que lo sean más de 5 años? ¿Solo los que estando en esas plazas tienen 5 años ininterrumpidos? ¿cualquiera que tenga la correspondiente especialidad porque se garantiza la libre concurrencia? Ya tenemos la primera pelea entre médicos, unos contra otros. ¿Cómo se convoca esta OPE, con que criterios para participar? Segura judicialización de unos contra otros.

Interesante ver la siguiente tabla. Número de interidos por especialidades y plazas convocadas de las mismas. ¿Cómo se identificarán las plazas que cumplen el criterio de estar ocupadas ininterrumpidamente desde el 1 de enero de 2016? No existe relación de puestos de trabajo como en los funcionarios y tampoco CIAS asignado. Tenemos un problema.

Entre tanto, como el SERMAS no ha hecho bien las cosas durante décadas, nos encontramos con las OPEs recientemente convocadas y que afectan a muchísimas especialidades y profesionales. Estas siguen su curso y ya están generándose grupos de afectados que plantean su paralización, suspensión, etc. Nueva judicialización en ciernes y con posturas encontradas entre diferentes compañeros.

Solo he destacado algunas de las dudas, interrogantes e inquietudes que genera esta Ley. No son todas, seguro que hay muchas más que percibirán cada uno de los interesados. Ahora tocará a la Administración iniciar un proceso leal y trasparente de negociación en el ámbito de la mesa sectorial de sanidad, dónde las organizaciones sindicales legitimadas para la negociación deben dar lo máximo para lograr un acuerdo que de satisfacción a las inquietudes que se planteen, pero siendo conscientes de que no será posible casar todas las demandas de los diferentes profesionales que serán afectados por esta Ley.

Entramos en una etapa incierta, un periodo de reclamaciones varias, con intereses contrapuestos, un nuevo unos contra otros, muchas reclamaciones ante los tribunales de justicia, y un “ganador” único, la “malvada Administración” que se frotará las manos viendo como nos pegamos los unos contra los otros. Un nuevo “divide y vencerás”, y de nuevo entraremos al trapo. Por eso os pido calma, no caigamos en la trampa, organicémonos y busquemos la mejor solución para todos, aun sabiendo que siempre habrá quien se sienta perjudicado con la decisión que se tome. Tenemos un ardua e importante tarea para este año 2022 que inauguramos. Feliz año a todos, y calma, mucha calma, ya sabes que cuando algo es urgente en medicina, no te precipites, “para, piensa y actúa”.

Julián Ezquerra Gadea

Secretario General de AMYTS

Especialista en Medicina de Familia

Centro de Salud de Las Rozas, El Abajón

Fuente: Revista Madrileña de Medicina

 

3. ¡No te pierdas la última viñeta de Mónica Lalanda para AMYTS! Esta vez sobre las palabras de Díaz Ayuso hacia los profesionales de la Atención Primaria

Fuente: Revista Madrileña de Medicina

 

4. AMYTS en los medios: denunciamos en Antena 3 la sobrecarga que están sufriendo los médicos de Atención Primaria

La grave situación que sufre la Atención Primaria en Madrid y en toda España sigue siendo motivo de denuncia por nuestra parte. En esta ocasión, Antena 3 Noticias recogió declaraciones de Raquel Collados, médico de Familia y delegada de AMYTS en Atención Primaria, así como de nuestros compañeros del Sindicato de Médicos de Navarra, integrado en CESM.

 

5. La opinión de Gabriel del Pozo, secretario general de CESM y presidente de AMYTS: «Bajamos el telón de 2021 con muchas cuestiones pendientes»

ARTÍCULO PUBLICADO EN CESM UNAS HORAS ANTES DE ACABAR EL AÑO

En estos días encaramos la recta final de un año que comenzaba con muchas esperanzas que pronto se tornaron en desilusiones y que terminó asemejándose al ‘día de la marmota’. Este 2021, segundo año de pandemia, daba sus primeros pasos con un proceso de vacunación frente a la COVID que pretendía solucionar el caos mundial generado por este virus. Pese al descontrol inicial -volvimos a tener 18 modelos diferentes y seguimos tropezando una y otra vez en la misma piedra-, los profesionales sanitarios fueron los primeros en acudir en masa a por sus dosis de la vacuna en un procedimiento que con el paso de las semanas se fue estabilizando. Apenas habían transcurrido 25 días del año cuando desde CESM veíamos cómo se producía un relevo al frente de Sanidad -que sigue siendo un trampolín de despegue en la política nacional donde la única intención parece ser crearse una imagen y no resolver los problemas de la cartera-, con la marcha de un Illa suspendido en su gestión y la llegada de una ministra de nuevo ajena al mundo sanitario -quien sabe si para ponerla bajo el foco para su posterior candidatura a la presidencia canaria…-. Comenzaba así un año que se ha caracterizado por el elevado número de contactos con la Administración que en su gran mayoría han resultado infructuosos, pese a lo cual, seguimos tendiendo la mano e intentando aportar soluciones a los múltiples problemas que desde hace años denunciamos y seguimos sin ver resueltos.

El auge de la pandemia en los primeros meses hacía necesario seguir reclamando cuestiones básicas para los médicos que llevaron a una convocatoria de huelga general suspendida en sus últimas jornadas, como el reconocimiento del contagio por COVID en profesionales sanitarios como enfermedad profesional, algo que parecía conseguido pero que analizado en profundidad solo era una adaptación temporal, o la consideración del ejercicio de la medicina como profesión de riesgo -nada mejor para defender esto que el número de fallecidos en España en el ejercicio diario de esta labor, muy por encima de la media europea-. Se abría, además, el melón de cómo atajar la temporalidad, especialmente acuciante en sanidad, tras los primeros intentos de contacto con el Ministerio de Función Pública.

Desde principios de año, desde CESM hemos estado peleando por los médicos jóvenes, por esos futuros especialistas que este año han visto cómo se cambiaba un proceso de elección que contaba con todas las garantías por uno que lo convertía en una mera adjudicación de plaza. Ya en enero pedíamos información a la Dirección General de Ordenación Profesional, exigiendo una solución alternativa para aquellos que, en plena pandemia, se vieran afectados por alguna de las situaciones que les impidieran acudir al examen que requiere un año de preparación. No llegó respuesta, pero siempre defendimos -y seguimos haciéndolo de cara a esta nueva convocatoria- la elección en tiempo real, aunque las dificultades técnicas del ministerio “lo hacen lo imposible” -o eso dicen-. Parece que el siglo XXI no ha llegado a Sanidad, o que el ministerio sigue estructuralmente anclado al siglo XX.

Sin embargo, el mayor agravio se conoció en mayo, cuando el mismo día en que el director general de Ordenación Profesional nos informaba escuetamente del proceso de elección, se publicaban los cambios que afectarían al mismo; el nuevo procedimiento no solo no solucionaba los problemas que habíamos estado denunciando, sino que contribuía a empeorar el sistema previamente establecido. Fue la gota que colmó el vaso y que forzó a toda la profesión médica a salir a la calle en apoyo de los futuros especialistas. Fueron días de muchos contactos buscando solución con la Administración, de concentraciones frente al ministerio, de abrir la vía judicial contra el nuevo procedimiento y de cerrazón absoluta por parte de los responsables ministeriales. Las voces de más de 5.000 personas movilizadas en concentraciones y manifestaciones entre aspirantes, sindicatos autonómicos, miembros del Foro de la Profesión Médica y partidos políticos fueron nuevamente ignoradas pese a las más de mil incidencias registradas en menos de una semana respecto a la herramienta informática que debían usar los afectados para hacer su lista de opciones de plaza. Descartada la elección en tiempo real como única que garantizase las mismas condiciones para los aspirantes de esta convocatoria, el ministerio se limitó a reducir el número de aspirantes que eligieron por turno, comprometiéndose a seguir mejorando la herramienta y el procedimiento para próximas convocatorias, algo en lo que ya estamos inmersos para 2022.

Además de la conflictividad por el tema MIR, desde CESM hemos tenido que lidiar con el ninguneo de la Administración por mejorar las condiciones laborales de los médicos. Los responsables se han perdido en nuevos planes que no vienen a decir nada nuevo, en la inacción respecto a las cuestiones que afectan a los médicos y al incumplimiento de medidas ya adoptadas. Seguimos reclamando un reconocimiento de la Medicina como profesión de riesgo, como así defendió la Asociación Médica Mundial. Exigimos la auténtica protección que otorgaría a los médicos la consideración del contagio por COVID como enfermedad profesional. Necesitamos de manera urgente que se ponga fin a la acuciante temporalidad que afecta al colectivo, y que para ello se tenga en cuenta la especial situación de los médicos, ya que las ‘soluciones’ que se han puesto sobre la mesa no sirven para todo el personal de la administración, como así hemos trasladado primero al ministro Iceta y después a Montero. Soluciones reales es lo que necesitamos, y no propuestas que se pierden en una maraña que requiere cambios legislativos que nadie parece dispuesto a acometer. Hay que deshacer el tapón pero también administrar medidas que eviten que se vuelva a taponar.

Y en plena sexta ola de esta pandemia interminable exigimos un mejor trato para el colectivo, que puede suponer desde la extensión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a todos los médicos fallecidos -somos la categoría sanitaria qué más compañeros ha perdido en esta lucha contra la pandemia y así se lo hicimos llegar al presidente del Gobierno con el listado de los fallecidos que ellos no tenían registrados y a los que no se concedió tal reconocimiento- hasta la puesta en marcha de un procedimiento que permita una jubilación anticipada voluntaria y flexible que no suponga merma económica, un proyecto que ya presentamos en junio y que llevamos años trabajando, así como la posibilidad de extender nuestra actividad, de forma voluntaria, hasta los 70 años.  Los médicos están agotados, sobrepasados por la carga que supone lidiar a diario con situaciones nunca antes vividas, con un sentimiento de maltrato que mueve a muchos a querer abandonar antes de tiempo la que era su vocación. Las decisiones políticas y de gestión están recayendo sobre personas que no pueden más y que ven cómo merma la calidad de la asistencia que pueden ofrecer a sus pacientes mientras -para más inri- está aumentado de nuevo el número de agresiones. Quienes no están al pie del cañón se pierden en declaraciones de buenas intenciones, en mucho propósito y poca acción, o en acciones absurdas y que no hacen sino colocar cada día un ladrillo más en esa pesada carga que afrontan los compañeros en sus puestos de trabajo.

En este año que termina podemos decir que no hemos visto nada nuevo bajo el sol. Se nos ha quedado pendiente abordar con seriedad el problema de la temporalidad en sanidad; el total abandono que desde Ingesa, y por tanto el ministerio, se mantiene hacia la sanidad de Ceuta y Melilla; la eterna dilación que se está haciendo para no asumir por parte de las comunidades autónomas la sanidad penitenciaria, dejando a estos profesionales de prisiones en una situación insostenible y viendo cómo tanto desde Instituciones Penitenciarias como desde las Comunidades Autónomas se hace caso omiso a su problemática; la necesidad imperiosa de que los médicos puedan optar a su retiro antes de tiempo como pueden hacer otros colectivos sin verse forzados a perder una parte importante de su asignación económica.

Por todo ello, desde CESM vamos a seguir incansables defendiendo lo que es justo; asegurar a los profesionales un correcto desarrollo de su profesión, con la protección necesaria por parte de los gestores, con las mejoras laborales básicas para que el trabajo diario se realice en las mejores condiciones, con todas las garantías para que los 11 años -mínimo- de formación que supone esta profesión no se vean ninguneados por un proceso de elección de plaza improvisado, por la necesidad de recuperar al talento perdido que ha preferido emigrar antes que asumir las pésimas condiciones que les ofrece el Sistema Nacional de Salud. Se lo debemos a los compañeros, pero se lo debemos principalmente a los pacientes. Ellos saben que tienen a los mejores profesionales, pero necesitan también de gestores competentes que sepan cómo poner a flote un Sistema Nacional de Salud que parecen empeñados en hundir.

Esperamos que 2022 sea el año de ver los logros conseguidos y de poder poner fin a esta pandemia que nos está robando bastante más que abrazos e ilusión. Desde CESM pondremos todo nuestro esfuerzo en ello.

Fuente: CESM

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