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Boletín Diario Informativo de AMYTS del 13 de septiembre de 2021

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1. El Defensor del Pueblo apoya a AMYTS en el reconocimiento pleno de la Covid-19 como enfermedad profesional contra el criterio del Gobierno

2. No te pierdas el ‘CON FIRMA’ de esta semana de Ángela Hernández, vicesecretaria general de AMYTS, en la Revista Madrileña de Medicina (“No quiero volver a oír que no hay médicos”)

3. AMYTS en los medios. María Justicia, presidenta de Atención Primaria en AMYTS, desengrana en los medios la penosa situación que sufre la Atención Primaria

4. Las 16 preguntas claves que debes saber antes de hacer la inscripción MIR

5. Datos del Covid: Sanidad suma 4.763 positivos y 71 fallecidos; Madrid registra 563 casos y 12 fallecidos en las últimas 24 h

1. El Defensor del Pueblo apoya a AMYTS en el reconocimiento pleno de la Covid-19 como enfermedad profesional contra el criterio del Gobierno

El Defensor del Pueblo se ha posicionado de nuevo a nuestro favor en la reclamación de que la Covid-19 sea considerada plenamente como enfermedad profesional. Sin embargo, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones lo rechaza asegurando que no reconoce “a dicho contagio la condición de enfermedad profesional”.

En un escrito enviado a AMYTS, el Defensor del Pueblo es contundente ante la negativa del Ejecutivo central:

“Esta institución no comparte el criterio del ministro competente por razón de la materia y concretado normativamente en el artículo 6 del Real Decreto-ley 3/2021. El Defensor del Pueblo defendía y sigue defendiendo la pertinencia de la calificación de la covid-19 como enfermedad profesional de los profesionales sanitarios en centros sanitarios y socio-sanitarios. En este sentido, considera esta institución que la aprobación del Real Decreto-ley 3/2021 solo parcialmente vino a satisfacer la Recomendación en su día elevada ante el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En consecuencia, sin perjuicio de dar por finalizadas las actuaciones de las que se dará cuenta en el próximo informe anual, el Defensor del Pueblo ha insistido ante el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en la conveniencia de dar plena satisfacción a nuestra anterior Recomendación, aprovechando, en su caso, la tramitación parlamentaria como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia del Real Decreto-ley 3/2021, estando todavía abierto el plazo de presentación de enmiendas al articulado en el Congreso de los Diputados”. 

¿Qué ha respondido el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones?

El dirigente ha recalcado que con el Real Decreto que aprobaron buscaron “una solución intermedia” a la problemática que le planteamos desde AMYTS y desde el Defensor del Pueblo: “Dar las mismas prestaciones a los contagios por SARS-CoV-2 del personal sanitario que a las personas afectadas por una enfermedad profesional, pero sin reconocer a dicho contagio la condición de enfermedad profesional”. 

Lee aquí el escrito del Defensor del Pueblo a AMYTS donde se incluye la respuesta completa del Ministerio

¿Por qué reclamamos el reconocimiento pleno de la Covid-19 como enfermedad profesional?

Desde el inicio de la crisis del coronavirus, en AMYTS tuvimos claro que la Covid-19 era enfermedad profesional. Incluso los casos en observación ya manifestamos que debían ser considerados como periodo de observación de enfermedad profesional. A inicios de año, el Gobierno aprobaba un Real Decreto muy peculiar y que no cumplía nuestra petición: a efectos de contingencia el contagio por Covid-19 sigue siendo accidente laboral y solamente aprobaba enfermedad profesional a efectos de prestaciones.

Esto, tal y como relatamos, tiene un problema grave porque la Covid-19 tiene una evolución incierta; no conocemos las consecuencias a medio y largo plazo, por lo que es necesario el reconocimiento pleno como enfermedad profesional para evitar conflictos futuros. Así lo demandamos en AMYTS al conocer el Real Decreto y así llevamos meses haciéndolo con reuniones con los partidos políticos, así como con la ayuda del Defensor del Pueblo.

EN EL SIGUIENTE ENLACE OS CONTAMOS TODO LO RELACIONADO CON LA ENFERMEDAD PROFESIONAL. 

El Defensor del Pueblo ya hace meses que se posicionó a nuestro favor en este reclamo y trabajando para que el Gobierno reconozca la Covid-19 como enfermedad profesional plenamente y no solo en las prestaciones.

Por último, Alicia Martín, delegada de Prevención en AMYTS, valora en el siguiente vídeo la posición del Ministerio con este conflicto: “Queremos que sea reconocido el SARS-CoV-2 como enfermedad profesional. Esperamos que el Gobierno así lo considere y nos dé la razón”.

2. No te pierdas el ‘CON FIRMA’ de esta semana de Ángela Hernández, vicesecretaria general de AMYTS, en la Revista Madrileña de Medicina (“No quiero volver a oír que no hay médicos”)

Este domingo pudimos disfrutar una vez más de los interesantes contenidos que ofrece la Revista Madrileña de Medicina. En este caso os recomendamos la lectura del interesantísimo artículo de opinión elaborado por Ángela Hernández, vicesecretaria general de AMYTS, titulado “No quiero volver a oír que no hay médicos”.

Os los facilitamos a continuación:

EDITORIAL: “No quiero volver a oír que no hay médicos”, por Ángela Hernández

“Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; las inteligencias poderosas, en las cosas ordinarias”.

Víctor Hugo.

Una noche cualquiera…

-Mamá ¿qué hay de cenar?

-Tortilla de patatas cariño.

-Buf, no me lo puedo creer -resopló la madre.

-Mamá, ¿qué pasa?

-Que no puedo hacer la tortilla de patatas.

-Por qué?

-Porque no hay huevos.

-¡Juan!

-Estoy ocupado ¿qué quieres?

-¿Puedes bajar a comprar huevos por favor? Que tengo la tortilla de patatas a medias y me he dado cuenta de que no hay.

-Mmmmm, creo que es mejor que hagamos una asamblea familiar para estudiar la situación. Primero, ¿cómo es posible que hayamos llegado a esta situación? Debe haber un problema de estimación de la compra semanal para esto, de forma que habrá que estudiar modificarla para poder tener en cuenta que no sucedan cosas como esta. No es un  problema de producción puesto que los supermercados están abastecidos, así que puedo determinar que el problema es de nuestra planificación de compras… Porque lo ideal sería tener un gallinero en la terraza, pero se quejarían los vecinos… ¿Por qué me miráis todos así?

-¡¡¡¡Que no hay huevos!!!! ¡A comprarlos! -dijeron a coro la madre y los dos niños.

Si en lugar de esa reacción la madre hubiera entrado en la discusión, no habría habido huevos ni tortilla y de patatas y probablemente los peques se habrían buscado la vida atacando el fiambre de la nevera o las galletas de la merienda, mientras sus padres hubieran continuado una conversación improductiva y estéril.

Voy a hablar de lo que conozco, que es la sanidad madrileña. Y voy a pedir responsabilidades a los responsables de la gestión de dicha sanidad, que en este caso y desde 1995 han sido gobiernos conformados por el Partido Popular. Lo digo porque luego salen los que dicen que no hay problemas solo en la Comunidad de Madrid, o que solo se critica lo que hace el Partido Popular. Pues no, no va de esto, soy consciente de que los problemas del SNS son muchos y repartidos por ese puzle en el que se ha fragmentado en 17 servicios de salud autonómicos más dos ciudades autónomas, y que los colores de los diferentes gobiernos han importado poco en su solución. Pero dado que mi apuesta por mejorar el sistema la hago desde un sindicato profesional autonómico, AMYTS, me suscribiré a dicho ámbito.

Creo que llega el momento de dar un paso más, que cada vez que un responsable sanitario se escude en la frase “es que no hay médicos”, es hora de solicitar que asuma de verdad las responsabilidades de dicho cargo, más allá de su defensa de un puesto codiciado o de su labor de propaganda de su partido de cara a las próximas elecciones. Los ejemplos son variados, por poner solo algunos, tenemos declaraciones de la actual presidenta de la CM, Isabel Díaz Ayuso“No hay médicos en España”, del actual consejero de sanidad, Enrique Ruiz Escudero: “No hay médicos para reforzar los centros de salud”, gerencia de atención primaria (GAP), Sonia Martínez Machuca: “déficit de profesionales que todos sabemos que resulta realmente un problema, sobre todo, con los médicos”. No es un mantra exclusivo de la comunidad de Madrid, está muy extendido en toda España:  Francisco Igea Arisqueta, “aseguraba que no faltan respiradores pero sí los médicos ‘intensivistas necesarios, porque eso no sale de la noche a la mañana’.”, la consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin Orduna: “El sistema nacional de salud en su conjunto está sufriendo la falta de profesionales médicos en numerosas especialidades…”, y así se podría seguir y seguir.

Vamos, que no hay “huevos”, lo tenemos claro y perfectamente diagnosticado. Que los huevos no son el único ingrediente de la tortilla de patatas, también está claro, pero que son necesarios para la tortilla tampoco puede discutirse.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Es un tema que tratamos año tras año, y aunque se producen avances son muy pequeños. Si hace un año me quejaba de que los lamentos del Consejero de Sanidad de Madrid llegaban tarde porque el momento de contratar médicos era cuando terminaban los nuevos especialistas en mayo, este año a pesar de nuestros esfuerzos para incluir a los recién terminados en bolsa (cosa que reconoce la propia gerencia como algo positivo), la falta de agilidad y la oferta de más de lo mismo por parte de la GAP ha propiciado que de los nuevos especialistas de  Medicina Familiar y Comunitaria tan solo eligieran quedarse 17 de un total de 224, y tan solo 89 presentaron méritos para presentarse a la bolsa (probablemente algunos de ellos ya hayan optado por otros servicios de salud autonómicos que ya han hecho sus deberes). En el caso de pediatría de AP tan solo 5 de 76 eligieron trabajar en la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid.

Así que haciendo honor a la cita inicial, vamos a los problemas concretos que tendrían que tener una solución ya o bien la depuración de los responsables que no puedan aportarla. O dicho de otra forma, ¿quién se encarga de conseguir los huevos? Porque solo hablando de que no hay, no vamos a poder hacer la tortilla.

El 14 de febrero de 2019 se convocaron las Oposiciones de MF y C, pediatría de AP y de médico en urgencias y emergencias del SUMMA112. Tres categorías de facultativos con una carencia de profesionales demostrada y reiterada, con la consiguiente sobrecarga de los profesionales que las ejercen. Es conocido el déficit de médicos de familia y pediatría de AP, que desde AMYTS calculamos que se eleva a 750 médicos de familia y 200 pediatras de Atención Primaria. También sabemos que numerosos dispositivos del SUMMA112 se quedan inactivos por falta de facultativos. Parece claro que agilizar el sistema actual de provisión a través de ofertas de empleo público podría ser una forma tangible de incentivar la ocupación de dichos puestos. Pues bien, se examinaron el 18 de noviembre de 2019, y aún no se haya resuelto. Aquí no caben excusas de la pandemia, porque precisamente esa labor de valoración de méritos podría haberse adelantado con el parón presencial de las estructuras de gestión del SERMAS y en concreto de la GAP. O si no hay suficiente personal con la implementación de sistemas informáticos que si funcionan en otras comunidades. La cuestión es que si no hay medios la DG de RRHHs tendrá que notificarlo al Consejero y él a su vez al Gobierno de la Comunidad del que forma parte, y si no se puede solucionar, habrá que asumir responsabilidades y tendría que haber ceses. Parece que se va a resolver próximamente, pero cada día cuenta.

Misma situación con las bolsas de dichas categorías. De nuevo que no hay médicos. Lo cierto es que la bolsa no funciona, que los facultativos y las direcciones asistenciales han aprendido que los grupos de whatsapp y el boca a boca funciona mejor, y claro, no te vas a inmolar a una plaza de tarde sin ningún incentivo si dada la situación se pueden conseguir contratos de sustitución de mañanas más atractivos. También por causa de la pandemia, la bolsa del 2020 no se baremó hasta finales de junio del 2021. Espero que este año la del 2021 se bareme y esté lista en los plazos establecidos, aunque según palabras de algunos de sus responsables, nunca haya sido así. Pero por mucho esfuerzo que se haga a este respecto, si ni los profesionales ni los empleadores tienen confianza en la herramienta, no será lo útil que debería ser. Tiene que haber responsables de cómo se ha llegado a esta situación. Mientras el sistema de provisión sea este, tender a una bolsa creíble, transparente y en la que los profesionales confíen para entrar en el sistema, y es dudoso que quienes la han gestionado durante estos años puedan salir de sus formas de actuación y hacerlo posible. Cuando se les pregunta la respuesta es que no tienen medios, lo que traslada la responsabilidad a la DG de RRHHs y a la Consejería de sanidad, y si a ese nivel tampoco pueden por la zapa de Hacienda, al propio Gobierno de la CM.

Traslados y movilidad en AP, hay un acuerdo de movilidad anual, que se va alargando en el tiempo o, como este año con los traslados, que hace que no sean un proceso ágil y anual. De los traslados en el nivel de hospitalaria ya me da vergüenza hablar, no se producen desde el 2001 en la Comunidad de Madrid. Hay otras comunidades que los hacen periódicos y frecuentes, vuelvo de nuevo a los ejemplo de Galicia y Aragón, ¿por qué no en la Comunidad de Madrid?

Hay demasiados ejemplos de incumplimientos de acuerdos (incentivar la tarde en AP con un 15% más de sueldo de 2007), de dejadez de funciones (retraso resolución OPE, bolsa funcionando como en el siglo XIX), conculcación de derechos (ausencia de traslados facultativos en atención hospitalaria), como para que resulten creíbles los planes o las estrategias o para que se pueda confiar en que los mismos que llevan mareando la perdiz, infrafinanciando y haciendo una gestión no lo suficientemente eficiente de la sanidad madrileña tengan la capacidad o tan siquiera la voluntad de aportar soluciones. Además de una planificación seria y coordinada a nivel estatal, también hace falta que cada comunidad compre los huevos para que salga la tortilla.

Hay carencias de financiación de la sanidad madrileña, en concreto de Atención Primaria y del SUMMA112, pero también hay una ineficiente gestión de personal de la que nadie responde con su cargo, que se hace también extensible al resto de facultativos del ámbito hospitalario, y quizás es hora que empiecen a asumir responsabilidades, bien solucionándolo logrando los medios y financiación que sean precisos o bien dimitiendo de sus cargos y dejando que otros lo solucionen.

Más gestionar los recursos humanos, sobre todo los que tienen dificultades de cobertura y menos discurso simplificado y de balones fuera. Al menos la situación empieza a estar incluso en los congresos autonómicos y hay alguna que otra voz valiente que califica la política sanitaria en España como desastrosa.

La sensación para los profesionales se va extendiendo de que la sanidad es España es un barco sin rumbo, y en ese sálvese quien pueda, no vamos bien situados para que profesionales tan cualificados y solicitados como los facultativos elijan el SNS para ejercer, y esto es un drama en sí mismo que repercutirá en la calidad de la sanidad de todos. Esto no hay vocación que lo solucione.

Ángela Hernández Puente
Cirujana General y del Aparato Digestivo. Vicesecretaria General de AMYTS

3. AMYTS en los medios. María Justicia, presidenta de Atención Primaria en AMYTS, detalla en los medios la penosa situación que sufre la Atención Primaria

María Justicia, presidenta de Atención Primaria en AMYTS, ha sido la pieza fundamental del reportaje que ha elaborado el Huffington Post dedicado al estado general de la Atención Primaria en la Comunidad de Madrid.

HUFFINGTON POST: La sanidad madrileña hace agua: “Estamos desbordados. Muchos tomamos ansiolíticos para ir a trabajar”

“La situación es crítica”, “estamos desbordados”, “los compañeros van medicados a trabajar”, “no podemos crear médicos con una varita mágica”. Estas afirmaciones salen indistintamente de la boca de médicos y enfermeras que trabajan en la Comunidad de Madrid. Denuncian no sólo que no pueden más, sino que el sistema sanitario actual es insostenible por un déficit “crónico” de profesionales que se ha agravado en los últimos meses y amenaza con hacer “estallar” toda la estructura. En pocas palabras, se quejan de que son muy pocos, y los pocos que son están muy quemados. También lamentan, sobre todo, que no haya visos de mejora.

María Justicia es médica de familia desde hace 30 años y presidenta de Atención Primaria en el sindicato AMYTS. Confiesa que lo que ocurre en la sanidad madrileña, especialmente con la Atención Primaria, le “duele en el alma”. Aunque los meses de verano han sido tradicionalmente complejos en los centros de salud por las vacaciones de los profesionales, lo que ha sucedido estos meses los ha superado.

“Cada vez hay menos médicos suplentes. Irte de vacaciones supone que tus compañeros asumen la carga extra, y es una ansiedad. Además vuelves sabiendo que te vas a encontrar una carga enorme”, describe Justicia. “Es un estrés impresionante. En verano lo pasamos fatal”, reitera la médica, que asegura que si “sobrevive” el sistema es a costa de “la sobrecarga” que recae sobre los profesionales, “haciendo horas de más y no saliendo casi nunca a la hora”.

A finales de mayo, El País publicó que el plan de contingencia de la Consejería de Sanidad preveía el cierre de 41 centros de salud para este verano. Enseguida, el consejero, Enrique Ruiz Escudero, salió a desmentir el cierre de consultorios, y finalmente lo cumplió… a medias. El Centro de Salud Numancia, en Puente de Vallecas, ha dejado de ofrecer consultas médicas algunas tardes; el de Carabanchel Alto tampoco ha cerrado, pero se ha quedado a las puertas, con dos médicos por la mañana y dos por la tarde, para una población de 20.000 personas.

Tal es la situación en Carabanchel Alto que la semana pasada AMYTS denunció ante la Inspección de Trabajo esta falta de médicos. En junio, el sindicato advirtió de que algunos centros de salud podrían quedase en verano sólo con el 30% de su plantilla. El cálculo se ha hecho realidad en Carabanchel, donde sólo ha habido cuatro médicos trabajando de los 11 que hay en plantilla. Susana Calvo, una de las médicas en este centro, asegura que han estado atendiendo más de 300 consultas al día, y que ya no dan “más de sí”.

“La gota que colma el vaso”

“El problema no es de ahora”, comenta María Justicia. “Pero cuando hay un abandono crónico de años y se suma la pandemia, se hace más evidente el déficit de personal. Y es la gota que colma el vaso”, reflexiona.

Madrid se lleva la palma (para mal) en inversión en Atención Primaria. Según el informe de 2021 ’La Atención Primaria en las Comunidades Autónomas’, elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Madrid es la comunidad que menos porcentaje del gasto sanitario dedica a la Atención Primaria (un 11%) y la que menos gasto sanitario hace por habitante y año (147 euros, frente a los 206 de la media nacional).

María Justicia considera que el sistema sufrió el primer revés importante con los recortes que trajo consigo la crisis económica de 2008, y desde entonces no ha levantado cabeza. La pandemia ha sido la puntilla, y “esto ha estallado”, describe. Si las plantillas eran deficitarias de por sí, la pandemia las ha “mermado aún más” por las bajas por covid, por ansiedad e incluso por las muertes de sanitarios. “Calculamos que sólo en Atención Primaria hay un déficit de 1.500 médicos en Madrid” —sostiene la médica— repartidos 50-50 entre “las plazas que tenían que haber sido creadas estos años atrás y no se crearon, más las que se han generado en la pandemia y que están, en su mayoría, sin cubrir”.

La “fuga” de sanitarios a otras comunidades

“No tenemos médicos”, afirma con rotundidad María Justicia. “Y no es porque no se fabriquen médicos; es porque se van”, dice. La médica cuenta que el pasado mes de mayo acabaron 224 residentes de Medicina de familia en Madrid y, de ellos, sólo 17 firmaron contratos en Atención Primaria. La especialidad de Pediatría la acabaron 68, de los cuales sólo 5 firmaron para Atención Primaria, explica Justicia. “El déficit es bestial”, lanza.

María Justicia, médica en Atención Primaria, es incluso más clara. Reconoce que muchos de sus compañeros “toman ansiolíticos para ir a trabajar”. “Estamos desbordados. Muchos tienen una ansiedad crónica anticipatoria de origen laboral y trabajan con ansiolíticos y antidepresivos”. Otros, directamente, están “de baja por burnout”, dice. “Y la situación va a peor”, advierte la médica. Una encuesta nacional de CSIF realizada entre 2.000 profesionales de Atención Primaria desveló el pasado mes de abril que el 85% de los sanitarios tiene ansiedad y el 64% burnout tras la pandemia.

Agendas “infinitas”, dos minutos por paciente y pacientes sin médico

Cuando a María Justicia le toca atender a 40 o 50 personas en un día (aproximadamente un 40% por teléfono y un 60% presencial), no sólo siente “ansiedad” al ver una “agenda infinita” que va “creciendo a lo largo del día”; también sufre porque sabe que en “2 o 3 minutos” no va a poder atender de forma adecuada a cada paciente.

“Es imposible atender con calidad a una persona en 2 o 3 minutos”, admite la médica, que explica que a Atención Primaria les llegan consultas de todo tipo —urgencias incluidas— y que casi siempre suelen necesitar que el paciente acuda físicamente al centro de salud.

La doctora María Justicia ratifica esto. “Al haber vacantes que no se cubren, esos pacientes se reparten en otras consultas de médicos”, explica. De nuevo, los problemas asociados son dos: el primero, que “estas personas están siendo vistas por un médico o un pediatra distinto cada vez, y así es imposible hacer un seguimiento adecuado”; el segundo es que, además, “fuerzan la agenda de otros médicos”, que suman a su lista de pacientes habituales aquellos que no tienen un profesional asignado. “La bola es cada vez mayor”, se resigna Justicia.

Septiembre y la vuelta de las vacaciones podrían poner fin a estas cuestiones, si no fuera porque el déficit que describen los profesionales de la sanidad madrileña es “crónico” y “estructural”. “Volvemos a la realidad y nos encontramos con el mismo problema, porque con una varita mágica no podemos crear médicos”, apunta la médica.

Para María Justicia, el horizonte que tiene por delante la sanidad madrileña es “muy malo”. “La Atención Primaria no es sólo la puerta de entrada al sistema sanitario, sino la base”, sostiene. “Y esto es como las fichas del dominó: si caemos nosotros, caen todos, cae el sistema”.

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