Boletín Diario Informativo de AMYTS del 13 de febrero de 2023
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2. Entrevista a Ángela Hernández en La Sexta desde la cabeza de la manifestación
3. AMYTS en los medios: la histórica manifestación de Madrid copa la atención mediática
4. ¡No te pierdas los artículos de opinión de la Revista Madrileña de Medicina!
5. REALIDADES MÉDICAS CON HUMOR. «Tala y destartala», por Javier Sánchez
1. Más de medio millón de personas salen por las calles en Madrid en apoyo a los profesionales sanitarios y en defensa de una Atención Primaria de calidad
La columna médica llega a Cibeles y el cariño de los pacientes es enorme.
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🆘️Hay un millón de madrileños SIN MÉDICO ASIGNADO
🤔¿Qué hace la Consejería de Sanidad? Propaganda, anuncios vacíos, repetir planes que no llegan a los centros de salud.
🤯Y el consejero de Sanidad sin ir UN SOLO DÍA a las ‘negociaciones’ con los médicos pic.twitter.com/V6k7nFFDfe
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Se nota
Se sienteMÉDICOS CON PACIENTES pic.twitter.com/8WckAzmhjS
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MÁS PRESUPUESTO
PARA LA PRIMARIA pic.twitter.com/j9Wh5SslQG— Médicos y TS-Madrid (@amytsmedicos) February 12, 2023
Muchísima, muchísima, muchísima gente llegando ya a la Columna Médica que sale desde el Hospital la Princesa
🤍🤍🤍🤍🤍 pic.twitter.com/nVq4Yx3Z4B
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Increíble pic.twitter.com/f6ipYaSMwM
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2. Entrevista a Ángela Hernández en La Sexta desde la cabeza de la manifestación
3. AMYTS en los medios: la histórica manifestación de Madrid copa la atención mediática
Fuente: AMYTS
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El ICOMEM continúa su senda de dejar de lado las inquietudes y necesidades de sus colegiados
A estas alturas quizás ya no haga falta presentarme, pero como soy muy fan de la declaración de conflicto de interés, soy Ángela Hernández Puente, colegiada en la Comunidad de Madrid y Secretaria General de AMYTS, el sindicato de médicos y facultativos mayoritario de la Comunidad de Madrid; para más detalles, clicar en este enlace en “acerca de” de Linkedin. Pero estas líneas no las escribo como tal, sino como cirujana general y del aparato digestivo y como colegiada madrileña.
He sido miembro de la Mesa de Hospitales del ICOMEM durante las juntas directivas presididas por la Dra. Sonia López Arribas, el Dr. Miguel Angel Sánchez Chillón y, actualmente, el Dr. Manuel Martínez-Sellés.
El pasado jueves tuvo lugar una convocatoria peculiar de la Mesa de Hospitales, peculiar porque era conjunta con la de la Mesa de Atención Primaria, y también porque entre los puntos del orden del día se encontraba la presentación del Comité Permanente de Asistencia Sanitaria (COMPAS) y la Propuesta de Funcionamiento de las Mesas de Atención Primaria y Hospitales. Dichas mesas, recordemos, emanan de la elección entre los colegiados tanto en Atención Primaria como en Hospitalaria, y tienen sus propios reglamentos de funcionamiento. Por ejemplo, la de Atención Primaria recoge en su artículo 2º:
“La Mesa de Atención Primaria por su naturaleza de órgano asesor de la Junta Directiva a la que está sujeto en el ejercicio de sus funciones tiene como finalidad primordial la aplicación de los contemplado en el artículo 3º de los estatutos del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid en el ámbito de la Atención Primaria”.
Asimismo lo hace el reglamento de la Mesa de Hospitales en su artículo 2º:
“La Mesa de Hospitales, órgano asesor de la Junta Directiva a al que está sujeto en el ejercicio de sus funciones, tiene como finalidad primordial la defensa de todos los intereses que afectan a los Médicos de Hospital, y por lo tanto, deberá participar activamente en todo lo referente a la política sanitaria hospitalaria.”
Sin embargo, no resulta intuitivo acceder en la actual página del ICOMEM a la conformación actual de ambas mesas y a sus reglamentos.
El COMPAS, según la propia web del ICOMEM, se constituye en pleno de la Junta Directiva (JD) del 18 de noviembre de 2022: “Constituye el subcomité “Comité Permanente de Asistencia Sanitaria” (COMPAS), que está integrado dentro del Comité Científico del Profesionalismo del ICOMEM”. Es una decisión de la Junta Directiva que, a diferencia de las mesas de Atención Primaria y Hospitalaria, que emanan de procesos electorales, cuenta con los miembros elegidos discrecionalmente por la Junta Directiva, y no actualizados, ya que se han producido dimisiones en su seno.
La reunión despertó inicialmente la curiosidad de los asistentes, unos 17 presenciales y unos 30 online, según los organizadores, al contar con la presencia del propio presidente del ICOMEM, D. Manuel Martínez-Sellés, tras iniciarse con 20 minutos de retraso. La curiosidad inicial dio paso al tedio y posteriormente a la irritación de los asistentes al constatar que, de forma similar a las últimas asambleas de compromisarios de esta Junta Directiva, el formato estaba absolutamente encorsetado, con lo que la mayor parte de la reunión correspondió a las intervenciones de los representantes de la Junta Directiva, Dña. Luisa González por la Mesa de Hospitales (sustituyendo al dimitido D. Luis Cabeza Osorio), el controvertido vocal de Atención Primaria D. Rafael Carlos Ortega Gómez, el Vicesecretario D. Fco. Javier Martín Sánchez en funciones de moderador, y D. Javier Elola Somoza.
Después hubo un turno de palabra para asistentes presenciales y vía telemática, sin respuestas a las preguntas e inquietudes concretas que se plantearon ni posibilidad de establecer una mínima interacción o debate, que siempre había estado presente en las reuniones de las mesas de hospitales a las que yo he asistido con las anteriores Juntas Directivas. Cuando finalizó hubo varias intervenciones más de D. Javier Elola y de los miembros de la JD (incluso con mención explícita a mi persona por parte de la vicepresidenta Dña. Luisa González, sin posibilidad de nuevas intervenciones a pesar de ser solicitadas) y que, al menos a mí como asistente, me parecieron claramente insuficientes, incluidas la intervención final del propio Presidente D. Manuel Martínez-Sellés. A las 20:30 cerraron la reunión de forma abrupta sin atender a las quejas de varios de los presentes, tanto por la falta de posibilidad de interacción y debate como por la falta de puntualidad con la que se había iniciado la reunión.
Hasta aquí mi visión objetiva de la reunión. Al terminar expresé mi malestar y decepción como colegiada y como miembro de la Mesa de Hospitales al D. Javier Elola, que se enrocó en que las reuniones no podían ser asamblearias y tuve que sufrir en mi propio colegio que la vicepresidenta se dirigiera a mí de malas maneras y llegara a decir una frase que seguro que saben quién más la dice en la propia Asamblea de Madrid: que ella sí es médico y que yo no sé que seré… Ante mis quejas de que no se hubiera facilitado la palabra, tras las menciones expresas desde la mesa, ambos me reconocieron que nunca antes habían pertenecido a las mesas de anteriores juntas directivas, lo que puede explicar quizás una parte de su forma de “organizarlas” y de comportarse.
En resumen, actitudes totalitarias y de sectarismo se han adueñado del Colegio de Médicos de Madrid. Nada del posterior comunicado de dicha reunión refleja, en mi opinión, lo que allí sucedió; y sí me parece una forma de tratar de dotar de legitimidad a un órgano elegido discrecionalmente por parte de la Junta Directiva, del que no dudo de la buena voluntad de la mayoría de los participantes, pero que no pueden servir en ningún caso para sofocar la voz de las mesas de Atención Primaria y de Hospitales representativas de los profesionales de lo diferentes centros sanitarios de la Comunidad de Madrid, tanto públicos como privados, a través de procesos electorales, que fue la idea que yo obtuve.
De los 13 miembros de la actual Junta Directiva quedan 8 por la dimisión de los otros 5 y hay litigios jurídicos con uno de ellos. Creo que se tendría que hablar más de los motivos de dichas dimisiones y de los conflictos de interés de los que permanecen, así como de los motivos por los que, ante una fractura tan evidente, no se convocan nuevas elecciones al ICOMEM.
De momento, solo puedo decir que han logrado que, al menos en mi caso, no me sienta en mi casa en el Colegio en el que estoy colegiada y que sería importante que, lejos de que todo esto aumente la desafección de los colegiados -que ya quedó patente en el 13% de participación de las anteriores elecciones- haga que los colegiados madrileños prestemos atención a lo que está sucediendo en nuestro Colegio… no vaya a ser que se utilice en nuestro nombre para intereses sectarios o partidistas en lugar de para representar a la profesión, defenderla del intrusismo y velar por el cumplimiento del código deontológico para todos.
Para mí el ICOMEM se ha situado, con sus actitudes y su trato a los colegidos, en una situación de extrema irrelevancia en cuanto a la representación de la profesión en la Comunidad de Madrid. Ya no espero nada de esta junta directiva; solo espero que, si no ayudan, al menos no estorben, como sucedió con el “comunicado de la vergüenza” del 12 de diciembre de 2022.
Quizás sea mucho esperar. Esta misma mañana hemos tenido noticia de que la presidenta de la Comunidad de Madrid va a reunirse con el presidente del Colegio de Médicos de Madrid. Ojalá dicho encuentro sirva para que traslade a la presidenta la situación de extrema gravedad que atraviesan los médicos en la Comunidad de Madrid, con instituciones sordas a sus propuestas y necesidades. Tras la reunión del pasado jueves temo otra cosa, y por eso me ha parecido que no podía retrasar compartir mis impresiones sobre la escenificación de dicha reunión en el ICOMEM.
Ángela Hernández Puente
Cirujana General y del Aparato Digestivo, Hospital Universitario del Sureste. Secretaria General de AMYTS
Se hace necesario desmontar la agresividad desencadenada por la presidenta Isabel Díaz Ayuso ante el conflicto profesional y sanitario que representa la huelga médica en Atención Primaria
Creo que no me equivoco si digo que ya estamos todos acostumbrados (muchos de nosotros muy a nuestro pesar) al lenguaje agresivo que utiliza frecuentemente la persona que ejerce la responsabilidad de presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Por supuesto que tiene lugar sobre un trasfondo de agresividad generalizada del mundo de la política, pero no hay que negar que algunos de sus personajes destacan de manera muy cualificada.
Lo hemos visto muy claramente en todo lo relacionado a la huelga de médicos de Atención Primaria, que convocó AMYTS con el apoyo de una gran parte de los profesionales y de las entidades de ese colectivo. Lo que no deja de ser el ejercicio de un derecho constitucional, y una forma no-violenta de enfrentar un conflicto, se ha convertido en el epicentro de una gran dosis de agresividad por parte de nuestra presidenta, en medio de una utilización claramente política de dicha huelga por unos y por otros. Y esa agresividad ha acabado centrándose en AMYTS, en los médicos de Atención Primaria que secundan la huelga, en las organizaciones que convocan la manifestación de este domingo y hasta en los numerosos ciudadanos que acudirán a la misma.
Este tipo de agresiones causan dolor (de la misma manera que lo causan las agresiones físicas, con las que las verbales comparten muchas características e incluso tratamiento jurídico), rabia (estamos preparados naturalmente para responder a los ataques, y eso lo gestiona nuestro cerebro activando los mecanismos para la defensa) e impotencia (ante la desigual situación de poder de los agresores y los agredidos). En concreto, a mí me lo causan, y, por lo que he podido ver entre mis compañeros, a muchos de ellos también. Lo natural, por tanto, es tratar de manifestar ese cóctel de sentimientos devolviendo la agresión con dureza, con contundencia… aunque con alcance limitado, ya que nadie va a tener la trascendencia mediática que tiene la presidenta madrileña.
Yo mismo lo he hecho así. Pero lejos de resolver algo, complica aún más el escenario e incrementa la agresividad, cosa que no es buena para nadie. Y como por diferentes motivos he estado leyendo este último tiempo un libro sobre “Comunicación no violenta” (CNV), de M. Rosenberg, voy a tratar de desarrollar un intento de respuesta de otra manera.
Lo cierto es que, con lo hecho hasta ahora, ya hemos recorrido la mitad del camino que la CNV propone: observar la realidad sin establecer juicios sobre la misma, tomar conciencia de los sentimientos que esa realidad nos produce, y responsabilizarnos de estos sentimientos (es decir, impedir que alimenten el cortocircuito reflejo que incrementa la agresividad, y decidir conscientemente qué hacer con ellos). Los siguientes pasos serían la expresión de las necesidades que esos sentimientos revelan, y la transformación de todo ello en una serie de peticiones específicas que la otra persona pueda valorar llevar a cabo o no. Vamos, pues, a ello.
Los médicos de Atención Primaria hemos ido expresando progresivamente nuestra saturación, vital y emocional, con el crecimiento constante de las cargas de trabajo y las responsabilidades a las que había que ir haciendo frente. Durante la pandemia dieron el “do de pecho”, aún exponiendo su propia salud, y se estiraron hasta lo indecible (como también los compañeros de otros ámbitos asistenciales) para dar respuesta al máximo de pacientes. Y después de la pandemia han ido viendo como la situación de la Atención Primaria se ha deteriorado aún más, con la multiplicación de plazas vacantes y la falta de una estrategia clara para recuperar ese nivel asistencial. En este momento, los médicos de Atención Primaria necesitan:
- Que su carga de trabajo se adapte a su capacidad humana y técnica para hacerla frente en condiciones de calidad y salud laboral, para no “morir en el intento” de mantenerla;
- Que se garantice la atención a toda la población, de manera que no se vierta sobre ellos la responsabilidad de la población no atendida por incapacidad del sistema;
- Que se reconozca su esfuerzo profesional, tantos años mantenido;
- Que se les tome en consideración en la toma de decisiones sanitarias, sobre todo aquellas que inciden en su actividad profesional.
Y esto es lo que trasladan en el conjunto de reivindicaciones que justifican la convocatoria de huelga activa en este momento: peticiones concretas para dar respuesta a esas necesidades. Responder a estas necesidades es lo que completaría el proceso, cerrando una huelga que es plenamente profesional y que no tiene nada de politizada, salvo por quien tenga la intención externa de politizarla. De hecho, como resultado de la huelga el papel del gobierno de la Comunidad de Madrid podría quedar reforzado (si consigue dar respuesta a esas necesidades y efectivamente refuerza la Atención Primaria madrileña) o puesto en evidencia (si decide no dar respuesta a esas necesidades, o no es capaz de ello, dejando también sin resolver la necesidad de la ciudadanía de recibir la atención sanitaria que precisa). La elección depende, pues, del propio gobierno de la Comunidad, que es quien debe responsabilizarse de la misma, así como de su actitud ante los profesionales, ante la ciudadanía y ante el resto de las instituciones sociales.
Los médicos de Atención Primaria, por su parte, no pretenden otra cosa que hacer bien su trabajo, satisfacer las necesidades de los ciudadanos y ser reconocidos por ello. No hacen huelga, o simpatizan con ella, como activistas políticos, sino como profesionales comprometidos, que no ven futuro en las promesas recibidas y que, por eso, continúan movilizándose de una u otra manera.
Cualquiera que quiera acercarse a cada uno de ellos con sinceridad descubrirá lo que son, lo que hacen y lo que piensan. Y dejará de creer en los mensajes que les difaman.
Miguel Ángel García Pérez
Médico de familia. Director médico de la Revista Madrileña de Medicina
Me llamo Rosario Saá Sarria, soy médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y trabajo en el Consultorio local de Campohermoso del Equipo de Atención Primaria de Humanes de Madrid.
De nuevo vuelvo a escribir, porque siento la responsabilidad de hacerlo y no puedo quedarme impasible oyendo tantas mentiras sobre nosotros, los médicos de Atención Primaria (AP) de la Comunidad de Madrid (CAM), médicos de familia y pediatras, y sobre el comité de huelga de Amyts, sindicato que ha convocado la huelga indefinida de médicos de AP, que es apolítico y que está integrado por trabajadores sanitarios, en concreto médicos y titulados superiores, que intentan hacer justicia (es lo que significa la palabra sindicato que viene del griego), encargándose de defender nuestros intereses y nuestros derechos profesionales, económicos y sociales.
El 21 de noviembre de 2022 iniciamos una huelga indefinida los médicos de AP de la Comunidad de Madrid (CAM), médicos de familia y pediatras, en DEFENSA DE LA AP DE LA SANIDAD PUBLICA MADRILEÑA, dado que está muy descuidada, porque se invierte muy poco en ella y no resulta atractiva a los residentes que acaban la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, que se van a otras CCAA o/y otros países, por los contratos indignos e inestables que se les ofrecen en Madrid, provocando un éxodo masivo de profesionales del que es responsable el gobierno de la CAM.
No es una huelga política contra el Partido Popular (PP), sino contra su gestión sanitaria en Madrid, comunidad autónoma que menos invierte en la AP (y en la sanidad en general) y que tiene unas 1.000 plazas sin cubrir de médicos de AP (800 de medicina de familia y 200 de pediatría), cuyos pacientes, alrededor de 1 millón, no tienen médico asignado y su atención médica es repartida entre los médicos que trabajan en los centros de salud madrileños, con la sobrecarga que conlleva.
Hay otras comunidades en las que gobierna el PP que no tienen esta situación tan lamentable, como por ejemplo la Comunidad de Murcia, donde sin llegar a la huelga los médicos de AP tienen la mejor remuneración por hora y hay diálogo efectivo con la administración. Por eso un buen porcentaje de los médicos de familia recién salidos de Madrid se han ido a esa comunidad, donde encuentran: agendas con menos pacientes citados, mejores sueldos, una vida menos cara que en Madrid, mejor clima y buena calidad de vida (algunos pueden ir andando o en bicicleta al trabajo) y lo más importante, contratos largos adscritos a una plaza concreta y no los contratos de área que ofrece la CAM en los que están de correturnos y los van cambiando de centro y de horario según las necesidades.
¿QUÉ PEDIMOS EN LA HUELGA INDEFINIDA DE MEDICOS DE AP INICIADA EL 21.11.22?:
1.- DIMENSIONAMIENTO DE LAS PLANTILLAS EN BASE A LAS NECESIDADES REALES. AUMENTÁNDOLAS CON CONTRATOS ATRACTIVOS (DIGNOS Y ESTABLES) para que los recién especializados no se vayan de Madrid y puedan plantearse volver los que ya se han ido con COBERTURA DE LAS 1000 PLAZAS VACANTES. Para lo cual hace falta un INCREMENTO DEL PRESUPUESTO SANITARIO PARA LA ATENCION PRIMARIA MADRILEÑA, que es el más bajo de España, un 11%, frente al 14.6% de la media nacional, a pesar de ser de las comunidades más ricas. Lo que deja claro que hay dinero, pero no hay voluntad para invertirlo en la AP.
2.- MÁS TIEMPO PARA ATENDER A LOS PACIENTES MEJOR Y EN LAS CONDICIONES ADECUADAS, ocupándonos de su salud, física, mental y social. Este es el único punto en el que se ha avanzado y la consejería de sanidad de la CAM ha ofrecido agendas con un máximo de 34 pacientes para medicina de familia, con pacientes citados cada 10 minutos, y 24 para pediatría, con pacientes citados cada 15 minutos, creando nuevas agendas con los pacientes que sobrepasen ese tope y que serían vistas por médicos voluntarios que trabajarían 4 horas extras en turno contrario al suyo (es decir trabajarían 11 horas diarias), pero estamos esperando el proyecto piloto en 22 centros de salud que se iba a iniciar el día 11 de enero, luego se anunció que el 18 de enero y a fecha de hoy, día 6 de febrero, todavía no se ha implementado. El jueves 2 de febrero se han comprometido desde la consejería de sanidad a que, en esta semana, del 6 al 10 de febrero, comience en 7 u 8 centros de salud, para más tarde extenderse a otros centros. Pero informáticamente no están cerrados los tipos de agenda y en los centros en los que se supone que van a empezar esta semana las agendas son las de siempre, por lo que no parece que vaya a haber una implementación inmediata. Además, con tantos incumplimientos hasta la fecha, desconfiamos de que lo cumplan.
Para poder atender los temas que son competencia de los médicos necesitamos que se desburocraticen nuestras consultas, porque tener al médico de familia haciendo papeleo y funciones de secretaria sanitaria es un desperdicio que no puede asumir nuestro país y menos actualmente, con la escasez de médicos que tenemos.
A CONTINUACIÓN VOY A DESMENTIR PARTE DE LA INTERVENCION DE LA PRESIDENTE DE LA CAM, ISABEL DIAZ AYUSO, EN LA ASAMBLEA DE MADRID EL DIA 2 DE FEBRERO DE 2023, que me ha llegado por un audio que está en Twitter
En primer lugar, dice que: sanidad pública es un grito político que está puesto en marcha por supuestos profesionales, que son 45, 50 o 60, de los más de 90.000 sanitarios que tiene la CAM.
Ese eslogan llevan gritándolo los madrileños desde 2012, cuando Esperanza Aguirre inició la privatización de la sanidad madrileña, y se ha oído de nuevo, alto y claro, desde el domingo 13 de noviembre, antes del inicio de nuestra huelga, cuando Madrid se levantó en defensa de la SANIDAD PÚBLICA Y EN CONTRA DE LA DESTRUCCIÓN DE LA AP en una MANIFESTACIÓN MULTITUDINARIA (670.000 personas) convocada por los VECINOS de los barrios y pueblos de Madrid, sin que estuviese detrás ningún partido político ni ningún sindicato.
También dice que: los médicos de AP que secundamos la huelga no representamos a los médicos y que nuestros compañeros se abochornan de nosotros.
No solo REPRESENTAMOS A LA GRAN MAYORÍA DE MÉDICOS DE AP, sino que TENEMOS EL RESPALDO DE LOS COMPAÑEROS DE ATENCION ESPECIALIZADA, de una manera especial el de aquellos que habiendo hecho la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria no soportaron las duras condiciones de trabajo y se presentaron de nuevo al MIR para hacer otra especialidad hospitalaria que ejercen en la actualidad, Y DE MUCHAS SOCIEDADES MÉDICAS Y CIENTÍFICAS, como: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), Asociación Española de Pediatría (AEP), Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria (AMPap), Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), Asociación de Médicos de Atención Primaria Pediátrica (AMAPED), APSeMueve, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria de Madrid (SEMERGEN Madrid), Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia – Madrid (SEMG Madrid), Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC) junto con el resto de las 17 asociaciones de la SEMFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria),…
Señala que: estamos alargando la huelga hasta junio como se ha dicho en audios y correos electrónicos, y que hemos dejado de ser auténticos profesionales.
Si así fuese, que sentido tendría que nuestro comité de huelga pida reuniones constantemente y el que acudan interlocutores válidos para alcanzar acuerdos. Si quisiésemos alargar la huelga hasta junio, por qué se han hecho cambios en el comité de huelga, para ver si eso facilita la negociación, y se han propuesto 3 intermediadores, que actuarían como observadores externos para aportar e intentar desatascar la negociación, que han sido rechazados desde la consejería de sanidad de la CAM, y se les ha ofrecido que propongan ellos a otros y no han movido ficha. Mientras que, la Consejería no ha hecho ningún cambio en los 3 interlocutores que se han presentado a las 9 reuniones que ha habido hasta la fecha, los cuales no tienen respuestas concretas a las preguntas del comité de huelga y que “no saben no contestan” sobre los temas importantes y las líneas rojas por las que se ha convocado la huelga indefinida. ¿Quién está poniendo más de su parte para que acabe esta huelga? Juzgar vosotros mismos.
En esa intervención Isabel Diaz Ayuso: pide a los partidos de izquierda que no nos representen.
A los sanitarios que secundamos la huelga NO NOS REPRESENTA NINGUN PARTIDO POLÍTICO, porque podemos hacerlo nosotros perfectamente, a través del sindicato médico que ha convocado la huelga, AMYTS, que es apolítico. Otra cosa es que los partidos de izquierda apoyen nuestras reivindicaciones y se aprovechen de la mala gestión del gobierno de la CAM y del mal trato que nos dan, para sacarle partido político. Ha sido una enorme torpeza la de insultarnos (nos han llamado vagos, boicoteadores …) y la de contar mentiras sobre nosotros, echándonos en cara que la huelga es política, cuando son la presidencia y la consejería de la CAM quienes quieren politizarla. No entiendo como Isabel Diaz Ayuso no se da cuenta de que el trato que nos está dando se puede volver en su contra y la de su gobierno.
Señala que: hacemos huelga salvo en las vacaciones de Navidad.
Quiero recordarle a la presidenta de la CAM y al consejero de sanidad, que LA TREGUA que duró desde el 22 de diciembre de 2022 hasta el 11 de enero de 2023 LA SOLICITARON DESDE LA CONSEJERÍA DE SANIDAD, y fueron sus interlocutores (los tres de siempre) los que pidieron una SUSPENSION TEMPORAL para hacer una VALORACION de las peticiones del comité de huelga, que Amyts aceptó como gesto de acercamiento. No se paró por vacaciones, como se falsea desde el gobierno de la CAM y desde algunos medios de comunicación.
También dice que: los partidos de izquierda se creen que la sanidad y lo público es suyo y que lo único que hacen es privatizarlo y empeorarlo.
Es curioso que DESCRIBA PERFECTAMENTE LA HOJA DE RUTA DE SU GOBIERNO, poniéndola en boca de otros que no han gobernado en la CAM en los últimos 28 años. Es el sumun de la mentira y de la manipulación y demuestra que politizan y que no tienen argumentos reales y creíbles, por lo que tienen que tergiversar la verdad para que aparente lo que ellos quieren.
PEQUEÑA REFLEXION SOBRE LA SITUACIÓN EN LA QUE NOS ENCONTRAMOS
11 semanas después del inicio de la huelga indefinida de médicos de AP de la CAM (médicos de familia y pediatras), seguimos sin acuerdos y los más perjudicados son sobre todo los pacientes, aunque los profesionales estamos agotados y con mucho desgaste, mucho más allá de por la carga de trabajo, porque no estamos haciendo el buen desempeño profesional que sabemos y queremos hacer y nos cuesta muchísimo seguir secundando la huelga (y aquí no me refiero a la parte económica).
Tras cada reunión con el comité de huelga, Amyts nos convoca por Teams (videoconferencias múltiples) a todos los afectados para contarnos el estado de las negociaciones y que demos nuestra opinión, en los que hemos llegado a participar más de 500 médicos de AP.
Mientras escribo estas reflexiones me viene a la mente un comentario de un compañero en el Teams que tuvimos el día 22 de diciembre de 2022, que se emocionó mucho al contar que esa mañana una mujer le había dicho lo siguiente: “mi hija se ha muerto y tardaron en detectarle un tumor porque llevaba 3 años sin un médico de familia asignado”. La hija de esa mujer forma parte de ese millón de madrileños sin un médico de AP asignado, a los que cada día los ve un médico diferente, cuando el estudio inglés de 2022 en la revista “The British Journal of General Practice”, ha demostrado, con una evidencia científica alta, que tener el mismo médico de familia durante 15 años reduce la mortalidad un 25%, las hospitalizaciones un 28% y las visitas a urgencias un 30%. Este es motivo más que suficiente para seguir de huelga, el QUE TODOS LOS MADRILEÑOS TENGAN UN MEDICO DE AP ASIGNADO.
Tras la novena y última reunión del comité de huelga con la consejería el 01.02.2023, el consejero de sanidad de la CAM dijo que “no se puede acordar con quien no quiere acordar. En el resto de CCAA de España se alcanzaron acuerdos con la mitad de las propuestas realizadas por el gobierno de la CAM. Una vez más se demuestra que nos encontramos ante una huelga política”. Pero la realidad es otra, ya que el consejero Escudero sigue sin sentarse con el comité de huelga de los médicos de AP de Madrid, al contrario que en las 8 CCAA en las que han llegado a acuerdos (Cataluña, Aragón, Murcia, Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias y Cantabria) en las que LOS CONSEJEROS ACUDEN A LAS REUNIONES Y HAN LLEGADO A ACUERDOS CON PARTIDAS PRESUPUESTARIAS. El que no se presente deja claro que no tiene interés en solucionar el problema y que le importamos poco los pacientes y los profesionales. En resumen, el gobierno de Ayuso ignora al comité de huelga de los médicos de AP, además de que no tiene un plan de choque que incluya retener a los 300 médicos de familia y pediatras de la CAM que terminarán la residencia en mayo de este año y que en los últimos años no se quedan en Madrid ni el 10%. ¿Por qué no les ofrecen un contrato digno y estable adscrito a una de las 1000 plazas que hay sin cubrir, para que no se vayan?
Para finalizar, quiero decir que continúa la huelga de médicos de AP de la CAM, que desde la consejería se han empeñado en politizar, porque se mueven muy bien en ese mundo, dejando clara su incompetencia. Se trata de un PROBLEMA DE GESTION en el que hay que implementar un plan de choque ya. Aunque, opino que no es que no sepan lo que tienen que hacer, sino que lo que tienen que hacer va en contra de lo quieren hacer y de sus objetivos. Este es el gran problema que tenemos en Madrid, donde hay un abuso de poder, mucho trafico de influencias y mucha manipulación, pero todo tiene un precio y el tiempo termina poniendo a cada uno en su sitio.
Nosotros, LOS MEDICOS DE LA AP MADRILEÑA, NOS NEGAMOS A DEJARLA MORIR y somos conscientes de que está en la UCI, dada la extrema gravedad en la que se encuentra, y LA DEFEDEREMOS SIN ESCATIMAR ESFUERZOS; estamos acostumbrados a las dificultades y a las carreras de fondo (la carrera de medicina, aprobar el examen MIR, los años de especialidad con sus guardias de 24 horas, el aprobar una segunda oposición para conseguir una plaza fija muchas veces ya con hijos y estudiando y trabajando a la vez, tantos años de una carga asistencial excesiva, la pandemia Covid…).
Como en las reflexiones que escribí en diciembre de 2022, quiero finalizar con MI AGRADECIMEINTO MÁS PROFUNDO A NUESTROS PACIENTES, QUE CONTINUAN APOYÁNDONOS, a pesar de ser los más perjudicados en esta huelga tan larga, porque son conscientes de que ¡¡HAY DEMASIADO EN JUEGO!! Y ¡¡QUE ESTÁ EN PELIGRO LA SANIDAD PUBLICA MADRILEÑA!!
¡¡¡¡¡GRACIAS DE CORAZON!!!!!
¡¡¡VOSOTROS SOIS NUESTRO MOTOR!!!
¡¡¡NUESTRAS REIVINDICACIONES SON POR Y PARA VOSOTROS!!!
Rosario Saá Sarriá
Médico de familia. Consultorio de Campohermoso – Centro de Salud de Humanes
La huelga de Atención Primaria, tras más de dos meses de desarrollo, no parece interesar a la Consejería de Sanidad
La huelga es una medida extrema utilizada como herramienta en un conflicto laboral, que no aporta ventaja en ningún momento de su planteamiento y desarrollo a ninguna de las partes en desacuerdo, y llegar al fin de la misma cuanto antes suele ser uno de objetivos, ya que, por un lado, la empresa deja de producir aquello a lo que se dedica, con las consiguientes repercusiones en los destinatarios de sus productos y en sus propias ganancias, y por otro, los trabajadores pierden poder adquisitivo.
Una huelga en el ámbito sanitario tiene unas peculiaridades que hacen que se produzca en ocasiones de muy alto deterioro y baja comunicación y entendimiento entre institución y trabajadores. El personal sanitario es muy reacio a convocar y secundar huelga debido al componente vocacional y de compromiso de cuidado hacia sus usuarios. Especialmente en Atención Primaria, donde los profesionales tienen un trato muy cercano con la población que atienden y por tanto se refuerza ese compromiso de cuidado, haciendo que los médicos, en el caso actual, sean muy remisos a tomar esta iniciativa. Digamos que, entre las consideraciones a tener en cuenta en este caso para apoyar una huelga, no solo pesan las condiciones económicas, sino que la vertiente vocacional cobra gran importancia, ya que se asume como propia una parte de la responsabilidad de limitar la atención a los pacientes, lo que hace que la decisión resulte muy gravosa para los profesionales.
Sería lógico pensar que para la institución sería igual de importante ese peso en la responsabilidad de interrumpir la normal asistencia, ya que el papel de los gestores de los servicios públicos debería estar encaminado a mantener dichos servicios, con los mayores estándares de calidad y evitando en la medida de lo posible una interrupción, merma y disminución de calidad en la atención al ciudadano, que delega en sus gestores la gestión del dinero de todos en la confianza de un supuesto buen hacer.
Por eso, llama notablemente la atención la actitud de la Consejería de Sanidad en los últimos meses, ya que parece como si el hecho de tener una huelga convocada desde el mes de noviembre de 2022, fuera algo que se puede tomar con calma y sin agobio, y tan solo fuera la oportunidad de lanzar algún discurso político de baja cualificación, con la única intención de desacreditar y desvalorar a los profesionales, sin dar margen a una posible solución de algo que, objetivamente, es innegable, el grave deterioro de la Atención Primaria, valor imprescindible para los ciudadanos.
El antecedente de la huelga actual, en la esfera de las urgencias extrahospitalarias, ya hizo pensar que las medidas que se toman no lo son pensando en el ciudadano de a pie, dada la cantidad de dispositivos sin equipo completo, o directamente cerrados (teniendo previamente un funcionamiento excelente), especialmente en zonas rurales, donde los pacientes ven cómo tienen que hacer desplazamientos mucho más largos, e incluso ir de un centro cerrado a otro, porque no hay información actualizada sobre qué puntos de atención están abiertos. A día de hoy, sigue la lista de centros cerrados o sin médico presencial, profesional absolutamente necesario para valorar una urgencia, y no precisamente a través de la pantalla de un televisor. Esa política de reducción y modificación de los recursos, además, se ha llevado por delante los contratos, derechos laborales, horarios, destinos, y condiciones de trabajo de los profesionales que trabajaban en ellos, habiendo sido muy significativa la renuncia de muchos ante el maltrato de una Administración que nunca, ni en los momentos en los que una pandemia puso en riesgo a los sanitarios, fue capaz de reconocer la enorme valía de sus trabajadores.
Por lo tanto, surge una reflexión ciertamente inquietante. Si estuviéramos hablando de una empresa que produce, fabrica y pone en venta servicios o bienes tangibles, y con ello recibe a cambio una ganancia económica, muy probablemente los esfuerzos por parte de la “patronal” serían mucho más intensos, en busca del acuerdo que permitiera retomar la actividad que produce ganancias. Ahora bien, no estamos en ese caso. La Consejería de Sanidad es una entidad gestora de servicios sanitarios en el ámbito de lo público, que no recibe a cambio ganancia cuantificable. El beneficio de su actividad se traduce no en ventas, sino en salud para la población, ni más ni menos. Por tanto, los efectos de la calidad de las actividades sanitarias se miden en resultados de salud/patología a corto, medio o largo plazo, incluyendo la calidad de vida, los años de vida perdidos y la esperanza de vida de una sociedad. La sanidad pública no puede gestionarse persiguiendo beneficios económicos, sino que en numerosas ocasiones conlleva pérdidas en esa esfera, que se compensan por el beneficio en la protección de la salud comunitaria.
Es llamativo que se hayan producido diez reuniones de la mesa de negociación de la huelga de Atención Primaria sin que el consejero, que, sin embargo, en el ámbito mediático tiene una importante presencia, se haya sentado a escuchar al comité de huelga, dejando ver, al menos de cara a la galería, cierta voluntad de llegar a un acuerdo. Debería ser la persona más interesada en restituir la normalidad en la atención a los ciudadanos. También resulta extraña la actitud que ha tomado la consejería de sentarse pacientemente a esperar que desde el comité de huelga se solicite nueva reunión para negociar, cuando el comité está disponible todos los días en horario ampliado para intentar resolver un conflicto que afecta a profesionales y usuarios. El ruido y las interferencias políticas a las que se alude en el discurso de la consejería no son más que la expresión de una nula voluntad de solucionar, con la inevitable e imprescindible participación presupuestaria, el principio del fin de un deterioro muy perjudicial de la Atención Primaria. Es importante, además, alejar las posibles dudas y sospechas acerca de una dejación del servicio público que pueda ser absorbido por la gestión privada. La sanidad privada y la pública pueden coexistir. Lo que se debe esperar es que cada ámbito cuente con unos gestores que se dediquen al cien por cien a administrar el negociado al que se dedican.
Isabel Vázquez Burgos
Médico de Familia, C.S. Numancia (DASE). Presidenta del sector AMYTS de AP