1. Informe de la Mesa Sectorial Extraordinaria de Sanidad del 14 de marzo de 2022
4. Madrid ocultó casi uno de cada cinco positivos durante la sexta ola de la COVID-19
5. La OMS confirma que Rusia ha atacado 31 centros sanitarios ucranianos
1. Informe de la Mesa Sectorial Extraordinaria de Sanidad del 14 de marzo de 2022
Este lunes 14 de marzo se ha celebrado una nueva Mesa Sectorial Extraordinaria y con un único punto en el orden del día:
- Propuesta plazas para procesos de la Ley 20/2021, de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público.
A continuación, os facilitamos el informe correspondiente:
INFORME DE LA MESA SECTORIAL EXTRAORDINARIA DE SANIDAD DEL 14 DE MARZO DE 2022
Fuente: AMYTS
2. AMYTS en los medios: denunciamos el despido del 60% de los contratos Covid y las altísimas listas de espera hospitalarias
Sheila Justo, vicepresidenta de AMYTS, ha estado este lunes en los micrófonos de Radio Nacional de España (RNE) junto a varias urgenciólogas del Hospital de Getafe (con contratos Covid) para denunciar el despido del 60% de los contratos Covid que decidió de forma unilateral la Consejería de Sanidad:
- Sheila Justo (AMYTS) en RNE: «La temporalidad afecta a más del 50% de los médicos de Madrid»
Por su parte, Javier Ortega, presidente de Atención Hospitalaria de AMYTS, ha pasado por los micrófonos de la Cadena SER para valorar las altísimas listas de espera hospitalarias que tiene la Comunidad de Madrid. Una intervención que surge de este reportaje sobre el tema que ha publicado la Cadena SER.
- AMYTS denuncia en la Cadena SER las larguísimas listas de espera que hay en la Sanidad madrileña
3. ¡Nuevo episodio de Fononda, el podcast de AMYTS! Conoce ‘el nuevo’ AMYTS (+ entrevistas Ángela Hernández y Daniel Bernabéu)
En AMYTS estrenamos un nuevo episodio de Fononda, el podcast del sindicato. Esta vez hacemos un repaso a toda la información de AMYTS en el mes de febrero. Un mes muy intenso para la organización tras la última Asamblea Extraordinaria de la que surgió una nueva Ejecutiva tras el proceso electoral abierto por la jubilación de Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS durante los últimos 11 años.
Más allá de repasar toda la actualidad del sindicato en febrero, en Fononda podréis escuchar también dos entrevistas a Ángela Hernández, nueva secretaria general de AMYTS, y a Daniel Bernabéu, nuevo presidente de AMYTS.
Como siempre, os dejamos el episodio del podcast en varios formatos:
YOUTUBE
iVOOx
4. Madrid ocultó casi uno de cada cinco positivos durante la sexta ola de la COVID-19
La irrupción de la variante ómicron durante la sexta ola volvió a dejar al descubierto las carencias de la capacidad de diagnóstico del COVID-19 en Madrid –y en buena parte de España-. Una vez más el sistema se vio desbordado y hubo que adaptar a toda prisa los protocolos para tratar de aligerar la carga de los profesionales sanitarios que, de nuevo, no daban abasto con el trabajo que se acumulaba en los centros sanitario.
El 21 de diciembre la Comunidad de Madrid anunció que dejaba de hacer prueba de confirmación a los casos asintomáticos o leves. También, que pasaba a considerar «verdaderos positivos» los resultados afirmativos provenientes de las pruebas de autodiagnóstico, los famosos test de farmacia a los que Ayuso confió buena parte de su Plan COVID-19 para la Navidad. Lo había presentado tres semanas antes y contemplaba que cada madrileño pudiera recoger un test gratis en su botica a partir del 15 de diciembre. La apuesta resultó fallida y las pruebas no comenzaron a llegar, con cuentagotas, hasta el 22 de diciembre.
La duda que surgió entonces fue qué pasaba con esos ‘positivos caseros’. ¿Se quedaban al margen de la estadística oficial y, por tanto, de los datos de incidencia acumulada? Esos días la Consejería de Sanidad madrileña, a través de sus portavoces, solo ofrecía evasivas. Esas fuentes insistían en que la región “los iba a contar” y que se iban a transmitir al Ministerio “los que establezca, como siempre”. No fue así.
El resultado es que al menos 55.223 positivos, notificados por los ciudadanos a través del teléfono 900 102 112 a las autoridades sanitarias, se quedaron fuera de la estadística oficial. No se transmitieron al SiViEs –el Sistema de Vigilancia de España, dependiente del Centro Nacional de Epidemiología-; no computaron a la hora de calcular la incidencia acumulada; y, en ningún momento, se dieron a conocer a la opinión pública.
El número de contagios que el Ejecutivo de Ayuso metió bajo la alfombra es en realidad mucho mayor. Esos más de 55.000 positivos corresponden solo al periodo entre el 13 de enero y el 6 de marzo, así que no incluyen todos los casos que se comunicaron por teléfono entre el 21 de diciembre de 2021 –cuando la Consejería de Sanidad cambió los procedimientos- y el 12 de enero. Es en ese periodo cuando la región alcanzó el pico de la sexta ola, pero la respuesta ofrecida desde el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid a la SER elude los datos de esos días.
La cifra, aunque parcial, está ya depurada de duplicidades y permite inferir -con los datos de los ‘positivos oficiales’- la cantidad de infecciones que se quedaron en los cajones de la Consejería. Así, si sumamos esas más de 55.000 infecciones que la Consejería de Sanidad no notificó a la Administración General del Estado –ni a los madrileños-, a las 248.120 ‘oficiales’, que sí se notificaron al Ministerio de Sanidad, el resultado es que más del 18% de los casos registrados durante esos días nunca se comunicaron.
A mediados de diciembre la estrategia de detección precoz del departamento de la socialista Carolina Darias establecía que solo eran de declaración obligatoria los casos confirmados mediante pruebas diagnósticas realizadas por un profesional, así que Madrid directamente dejó de notificar esos positivos telefónicos. Ese requisito cambió el 30 de diciembre, cuando la Comisión de Salud Pública, integrada por los directores generales de Salud Pública de todas las Comunidades y del Ministerio, adaptó esa estrategia.
“Los resultados de los autotest, en situaciones en las que CC.AA. no puedan garantizar la confirmación en tiempo por PDIA, y que, por tanto, se manejen como casos de COVID, se considerarán confirmados, se integrarán en el sistema de vigilancia y en la notificación habitual a través de SIVIES al Ministerio de Sanidad”, decía ese documento acordado el penúltimo día de 2021. Madrid nunca lo cumplió y fue entonces cuando comenzó el contorsionismo discursivo del consejero de Sanidad, el popular Enrique Ruiz Escudero, para intentar justificarlo.
Ese mismo 30 de diciembre el titular madrileño de Sanidad aún insistía en que “[los test de farmacia] no entraban en la definición de caso” que fijaban los protocolos. “En cuanto el Ministerio nos facilite la manera de reportar todos esos casos, lo haremos encantados”, aseguró Ruiz Escudero. Nunca lo hicieron. La siguiente justificación fue que los sistemas de notificación del SiViEs –dependiente del Centro Nacional de Epidemiología- aún no incluían una casilla para incorporarlos. Cuando eso se solventó, la Comunidad de Madrid aseguró que tenía que adaptar sus propios sistemas informáticos.
Excusa sobre excusa llegó el 13 de enero, el día en el que finalmente Ruiz Escudero admitió que “no se registran los casos de autotest como casos de la pandemia”. El argumento del consejero es que Madrid evitaba notificar esos positivos para “mantener la calidad de la estadística”, a pesar de que otras Comunidades Autónomas -cumpliendo con el acuerdo que se habían dado- sí los estaban reportando. A día de hoy, la Consejería mantiene la misma tesis. En su respuesta a través del Portal de Transparencia. Sanidad asegura que “ha realizado internamente un análisis epidemiológico específico”, aunque admite que [la notificación telefónica] “no se contabiliza en los informes oficiales”.
Fuente: Cadena SER
5. La OMS confirma que Rusia ha atacado 31 centros sanitarios ucranianos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado este lunes que el ejército ruso ha atacado 31 centros sanitarios en Ucrania. Eran hospitales, centros psiquiátricos o maternidades, como la de Mariúpol. Estos ataques han dejado hasta ahora 12 muertos y 34 heridos, algunos de los cuales eran trabajadores sanitarios. Atacar los centros sanitarios supone una violación del derecho internacional, ya que priva a la población recibir asistencia médica, es decir, una violación de los derechos humanos. Eso lo ha recordado la OMS en un comunicado: «La OMS condena enérgicamente los actos de violencia contra la asistencia sanitaria. Cada uno de los ataques priva a las personas de servicios que salvan vidas. Los ataques a la asistencia sanitaria son violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos«.
Desde que empezó la invasión rusa en Ucrania, la OMS ha estado trabajando con el fin de garantizar la asistencia sanitaria en el país. En un principio, se enfocaba en garantizar que al país llegara un flujo constante de suministros sanitarios, de manera que los países vecinos dispusieran de la infraestructura para atender las necesidades de los refugiados, así como para dar apoyo al sistema sanitario de Ucrania para que pueda satisfacer las necesidades sanitarias inmediatas de los ciudadanos. Desde hace unos días, sin embargo, los esfuerzos de la organización también se han tenido que centrar en la denuncia de la violación del derecho internacional por los bombardeos en centros sanitarios.
La OMS ha recordado en repetidas ocasiones que el ataque a este tipo de infraestructuras sanitarias está prohibido, pero los mandos rusos no solo no han hecho caso, sino que han justificado sus acciones. Lo que tenía que ser una operación especial (no una guerra) que atacaría solo objetivos clavos (teóricamente ninguna infraestructura civil), según los rusos, está siendo una violenta invasión que golpea la población civil. A pesar de las imágenes de pacientes abandonando hospitales medio destruidos, el gobierno ruso sigue asegurando que los centros sanitarios que han atacado estaban ocupados por el ejército ucraniano que los utilizara como punto logístico, no como hospital. De esta manera se busca justificar estos ataques.
Desde el inicio de la guerra, la OMS ha trabajado para que se pudiera garantizar un mínimo de asistencia médica a los ciudadanos ucranianos. Desde el 24 de febrero se trabaja para hacer llegar todo tipo de equipamientos en territorio ucraniano. Generadores de oxígeno, generadores para mantener el suministro eléctrico en los centros sanitarios afectados, desfibriladores, monitores, medicamentos para anestesia, sales de rehidratación, gasas y vendas son algunos de los suministros médicos que la OMS y sus socios están enviando a Ucrania para salvar vidas y mantener los servicios sanitarios.
Todos los suministros se distribuyen «en estrecha coordinación» con el Ministerio de Salud ucraniano, según recoge Europa Press. La OMS ha avanzado que «los próximos días y semanas habrá un flujo constante de suministros médicos, como aparte de un esfuerzo por garantizar el acceso de la población a los medicamentos esenciales y la atención médica».